Hoy un amigo mío publicaba en su muro de Facebook una fotos del viejo "Citroen Tiburón", el magnífico coche francés que por lo visto cumple ya 60 años, un vehículo que dio un resultado inmejorable. Es difícil encontrar hoy en día un vehículo con esas prestaciones, esa perfección de fabricación y esa capacidad de sobrevivir. Su imagen me devuelve a la memoria, entre otras cosas, las películas de "Fantomas" que protagonizaban Jean Marais y Louis de Funes.
Pero a mí y a los de mi generación, el viejo "Tiburón" nos trae un recuerdo más entrañable, el de ese coche -llamemoslé teledirigido- que nos compraron nuestros padres para el cumpleaños o nos trajeron esos Reyes Magos que deberían haber sido verdad, ... que en nuestra memoria que envejece poco a poco nos gusta recordar como si así lo fueran. Como si fuera hoy recuerdo el anuncio de la tele, que hablaba del "Tiburón Citroen Payá", si vuelvo la cabeza hacia atrás se reproduce la escena de contemplar el juguete como si fuera un avance de la técnica, casi de la ciencia, ... y desde la primera hora de la mañana recorrías pasillos y habitaciones con ese mando inseparable mente unido al coche por un grueso cordón: nos bastaba semejante objeto para ser felices y descargar nuestra imaginación.
Por eso, al volver a ver la imagen del Tiburón de juguete, a la vez que no puedes evitar que avanzado el siglo XXI aparezca como un objeto anticuado y casi ridículo, se muevan los resortes de la nostalgia.
6 comentarios:
Hace poco más de un año tuve esa misma sensación de nostalgia cuando desempolvé el Scalextric de la infancia.
Lejos de verlo como algo ridículo me pareció una pasada el detalle con el que estaban hechos los coches, que por cierto y a diferencia de ahora, incluían un "made in Spain" que también me hizo reflexionar.
¡Un saludo!
Pues sí, Bendito Made in Spain¡¡¡¡
Diría que el Tiburón también lo condujo un agente 007 del servicio de Su Majestad... con todo tipo de artefactos, y posibilidades.
Buen Domingo!!!
El Tiburón dio para mucho, amigo
No son las cosas lo que mas echo de menos de mi infancia son las personas y no esta muy bien visto decirlo pero que feliz era y nisiquiera me daba cuenta
Es precioso. Un beso.
Publicar un comentario