30 de enero de 2014

Tiempo de "opinantes"

Leonardo Castellani fue un sacerdote argentino, como el papa Francisco, ... y jesuita, también como el papa; su vida fue bastante azarosa, pues en 1949 fue expulsado de la Compañía de Jesús y suspendido en su ministerio sacerdotal, condición que recuperó en 1966. Alguien le ha llamado "el Chesterton de las letras españolas", título sobre el que no puedo opinar, pues todavía no he leído nada de este hombre, de quien nos cuentan fue todo un referente del periodismo argentino. Leonardo Castellani no fue un personaje común; toda una generación, tanto de amigos como de adversarios, estaría dispuesta a testificar que fue un ser excepcional, y para muchos de esa generación el "Padre Castellani" es prácticamente toda una leyenda.

Traigo a colación a este argentino porque a él se refería en su columna del último dominical Juan Manuel de Prada, un escritor que no goza del favor de mucha gente, pues se le considera pedante y barroco, y aunque algo de esto tiene el hombre, yo le suelo ver bastante independencia de criterio y una notable valentía para navegar contracorriente y no caer en tópicos y generalidades políticamente correctas. De Prada ponía en boca de Castellani la definición de la libertad de opinión como "patente del sofista" o "el chillar de los ineptos para acallar al sabio". Es posible que algo de radicalidad haya en estas afirmaciones y que a más de uno escandalicen en tiempos en los que parece que se impone el griterío, pero éstas son frases que me han traído a la cabeza las intervenciones de muchos en las redes sociales, en twitter, facebook, foros variados, ... los comentarios que amparados en un "valiente" anonimato muchos incluyen en las noticias de los periódicos digitales y las afirmaciones que, frecuentemente a vocinazo limpio, se oyen en algunas tertulias televisivas. ¡Cuanta soltura y cuanta seguridad a la hora de opinar sobre tantas cosas!, muchas veces sin más fundamento que lo que se ha escuchado por ahí o leído en algún libro con fuerza comercial o en ciertos artículos sueltos escritos desde el instinto más visceral.

El escritor leonés habla de "opinantes", y pone el ejemplo de aguien que dedica su vida al estudio de Homero, quien "puede quemarse las pestañas en la medición de sus versos, en la ponderación de sus epítetos y en el escrutinio de sus figuras retóricas; y llegar a la conclusión de que Homero es la octava o novena maravilla del orbe", a la vez que alguien que "solo haya leído a Homero en una traducción inepta (¡o incluso que no haya posado los ojos en su puñetera vida sobre una línea de Homero!) puede decir sin empacho, haciendo uso de su sacrosanta libertad de opinión, que Homero es una mierda pinchada en un palo; y su opinión será tan 'digna' como la del estudioso devoto" ... Y quien habla de Homero, también puede hablar de la historia de España y del mundo, de los orígenes del Derecho, de la Iglesia en tiempos del medioevo o de la trascendencia de la pintura de El Greco.

Vivimos en una sociedad en la que abundan los "opinantes", donde fácilmente te hacen callar sin darte ni siquiera la oportunidad de argumentar, en la que a la vez que se demoniza todo dogmatismo se han creado nuevos dogmas que el "opinante" medio no permite discutir.




6 comentarios:

Susana dijo...

Lo malo no es opinar, sino descalificar al otro. Un beso.

Modestino dijo...

Por supuesto, fuera descalificaciones .. pero también se echa de menos algo de humildad para ser consciente de lo que se sabe de cada tema.

Periquito ;) dijo...

...yo nunca he entendido aquello de que "respeto tu opinión pero no la comparto" (ya lo dije una vez)

¿Estamos "obligados" a respetar las opiniones que no compartimos, que nos parecen inciertas, falsas o que no tienen ningún fundamento?

Pienso e iba a decir opino, que lo correcto debería ser :

Te respeto a ti (como persona) pero ni comparto tu opinión ni merece mi respeto.


Modestino: Supongo que entenderás mi "presunto anonimato". :)

Modestino dijo...

Quien respeta a las personas, respeta a sus opiniones. Aunque yo me referia mas a la costumbre de opinar con vehemencia de cuestiones de las que se esta poco informado, algo que por desgracia abunda.
Las ideas, las.opiniones las tiene cada cual y logicamente habra otras que nos parezcan erroneas: eso significa que tenemos convicciones ... aunque tampoco esta de mas tener la humildad de asumir que podemos estar equivocados y el pluralismo de considerar que no suele ser bueno el pensamiento unico.

Anónimo dijo...

tengo una clienta, en resumen despues de meses de estar con el asunto y sacarle un acuerdo de puta madre va a la peluqueria y mientras le hacen la permanente su peluquera le dice que bla bla bla...
Total que tras hacer una carrera trabajar como quince años en estos casos tener el culo pelado de llevar asuntos asi la peluquera tiene el mismo derecho a opinar que yo.
La única diferencia es que si yo la cago mi seguro paga y si la cagan todos esos opinadores mi clienta se quedará con cara de idiota, y además porque pierden el tiempo consultando profesionales si en la cola de la carniceria les dan consejos tan buenos...
Vivir para ver
Me voy a tomar cuatro o cinco valiums y mañana será otro día

Modestino dijo...

Lo que tienes que hacer es la proxima vez aconsejarle el tipo de peinado y la marca de champu. :):)
Un abrazo!