6 de enero de 2014

La conciencia de las propias limitaciones


No se si esto es una de esas verdades de Perogrullo, si se trata de una afirmación que sobra por conocida o incluso si más de uno pensará que ya son horas de que me cayera del "guindo"; la realidad es que conforme voy cumpliendo años soy más consciente de mis limitaciones, de los errores cometidos, de mis miserias pasadas y las contemporáneas. A veces pienso que el personal anda bastante "in albis" de sus límites, de sus defectos, ... incluso de su capacidad de hacer el ridículo ... por eso en los últimos tiempos abundan más de lo debido quienes miran a otro lado cuando llueve, quienes aseguran no arrepentirse de nada, quienes incurren tanto en lo de tropezar de nuevo con la misma piedra.

No se trata de esconderse en un rincón, ni de sentarse en la esquina a esperar que escampe, pero a mí me viene bien darme cuenta de hasta donde puedo llegar ... al final somos capaces de aprender con los años ... al menos algo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Haber estado enferma cuando era muy joven me dio claridad sobre los límites de mi cuerpo y la muerte.

No me autoengaño ni sobre mis propias cualidades, ni sobre el escaso control que tengo de mi vida, ni sobre las posibilidades de un futuro mejor del que se puede deducir por el presente; pese a lo anterior me intento rodear de belleza y bondad

Carmen J. dijo...

Vivimos en una sociedad muy infantilizada y muy sobre protegida. Esto hace que no abunde la responsabilidad sobre los propios errores, que es lo que hace que uno aprenda y sea consciente de sus limitaciones. Los líderes sociales son muy mediocres y hay una obsesión por la igualdad no de oportunidades, sino de premios ante resultados y méritos desiguales. ¿Qué esperas Modestino?

Modestino dijo...

Si la enfermedad, como los síntomas de decadencia del cuerpo que van apareciendo con los años ayudan bastante.

Modestino dijo...

Carmen, esperar no espero nada ... tal vez sentido del ridículo ... ;)

Susana dijo...

Se supone que todos somos libres para aspirar a lo máximo. Eso provoca muchas frustraciones. Un beso.

Modestino dijo...

Pero si estamos de paso, si esto es temporal, Susana: no se dan cuenta.