2 de octubre de 2012

Falleció un crooner


El pasado día 25 falleció víctima de un cáncer el cantante norteamericano Andy Williams, uno de esos intérpretes románticos, de voz profunda que cantan con un estilo elegante y suave, cantantes de smoking y dulzura, pose serena y temas melodiosos. Hace unos años que dediqué un post a este "crooner", una entrada en la que interpretaba la canción que le dio más éxito, fama y dinero "Moon River", un tema íntimamente unido al "Desayuno con diamantes" de la gran Audrey Hepburn, esa mujer que revolucionó con su sencillez y elegancia las estructuras del Hollywood que parecía únicamente alimentarse de bellezas imponentes como Ava Gadner, Márilyn Monroe o Rita Hayworth, tal vez desconocedor de que podía competir en belleza con las tres una mujer delicada, fina y elegante, que no necesitaba tener una delantera espectacular ni lucir permanentemente unas piernas arrebatadoras. No cabe duda que, salvando las distancias, podemos poner a Audrey Hepburn y Andy Williams en el mismo camerino del buen gusto.

Por mucho que fuera "Moon River" su éxito indiscutible, la carrera del cantante fallecido está llena de éxitos, habiendo grabado dieciocho álbumes de oro y tres de platino. Así cabe destacar "Days of Wine and Roses", que en 1963 fue número uno durante 16 semanas, "Can't Take My Eyes Off You", "Feelings", "It's The Most Wonderful Time Of The Year", "Can't get used to losing you", "Fly Me to the Moon", ... sin olvidar, por supuesto, los temas de las bandas sonoras de "Love Story" y "El padrino", que fueron un éxito rotundo en toda Europa a inicios de los años 70. El ABC nos lo contaba muy bien: "Andy Williams fue un crooner, una voz romántica, dotado de una gran técnica vocal y una genial puesta en escena. Quizá no llegó a la fama y el carisma inolvidable de Sinatra ni al brillante desparpajo de Dean Martin, o a la soltura de Tony Bennett pero su casa está repleta de discos de oro y de platino, y su presencia fue habitual durante años, entre 1962 y 1971, para los americanos en la pequeña pantalla, ya que Williams presentó uno de esos típicos programas, un show, en el que aparecieron muchos cantantes (veteranos y noveles), entre chistes, bromas y buen rollo."

Aunque más abajo dejo unos cuantos enlaces, quiero destacar un par de temas menos conocidos, uno "The village of St Bernadette", una canción de contenido religioso en homenaje a la vidente de Lourdes y una bonita versión de "Danny Boy", el evocador y enigmático himno irlandés con el que se recuerda a los amigos que se han ido definitivamente.





http://youtu.be/flm4xcOyiCo

http://youtu.be/UB0GkgHpJLY

http://youtu.be/4TU62Cj0wUk

http://youtu.be/6d_8DmCI-_8

12 comentarios:

Alberto dijo...

Una lástima su fallecimiento. Su voz era muy melodiosa, a mí me daba tranquilidad. Y también tuvo grandes canciones.

Modestino dijo...

Yo también busco en ocasiones canciones que me den tranquilidad. Nadie como Sinatra, pero éste también lo consigue.

Tommy dijo...

Es curioso que Andy Williams adquiriese la fama como intérprete de canciones compuestas por Henry Mancini, como "Moon river" o "Days of wine and roses" (de hecho, cantó tres temas de Mancini en sendas ceremonias de los Oscar en las que esos temas estaban nominadas al premio a la mejor canción original), ya que esas maravillosas melodías eran interpretadas en las respectivas películas a las que pertenecían no por Andy Williams ni por cualquier otro(a) cantante solista sino por unos coros, que durante años fueron seña de identidad de los discos de Mancini (que, por cierto, se vendían como churros durante los '60), y no me olvido de que en "Desayuno con diamantes" había un momento en que Audrey Hepburn cantaba "Moon river" acompañándose con una guitarra, pero esa interpretación ni siquiera salió en el disco de la banda sonora, en el que el tema era cantado por los inevitables coros. Bueno, habrá quien diga que a Audrey sólo le faltaba cantar bien para ser perfecta, y no voy a ser yo quien lo discuta.

Modestino dijo...

Y es necesario cantar bien para ser perfecto?, Audrey no lo necesitaba ... ;)

veronicia dijo...

Tommy me has hecho recordarlo perfectamente, la imagen de Audrey sentada en el quicio de la ventana de esas escaleras de incendios que en tantas películas aparecen...
Moon River es una canción preciosa. Gracias por traerla aquí.

Modestino dijo...

Son canciones convertidas en símbolos y que durarán siempre.

veronicia dijo...

Como simbolo son las gafas wayfarer de Ray-Ban que se popularizaron en ésa película y cada dos temporadas se ponen de moda desde los 60 increible, o el recogido de pelo... que hasta lleva su nombre.
no tiene mucho que ver con la entrada y es un comentario "de chicas" pero me apetecía decirlo

Tommy dijo...

Seguro que estás de acuerdo conmigo, Vero, en que esa escena de Audrey junto a la escalera de incendios cantando con su propia voz tiene mucho más encanto que cualquiera de las canciones de "My fair lady", en donde miss Hepburn estaba doblada por Marni Nixon, la misma soprano que ya había prestado a su voz a Deborah Kerr en "El rey y yo" y a Natalie Wood en "West Side Story".

P.D.: Supongo que ya habrás visto el principio de la nueva temporada de nuestra teleserie favorita.

veronicia dijo...

(Ahora me entero de que ha empezado la segunda temporada!!! y eso que se supone que tengo un programa instalado que rastrea y me avisa de todas los capítulos de las series que sigo...)
Impresionantes los Emmy.
Tienes toda la razón tiene más encanto, la naturalidad suple con creces cualquier otro requisito.





Modestino dijo...

Audrey siempre estaba bien y punto!.;)

Anónimo dijo...

Para mi gusto ,a Audrey cantando con la guitarrita ,le quita glamur.Creo que está más explendida como actriz ,que como cantante .Y sobretodo cuando luce -como nadie-esos trajes de noche,de cocktail,etc-en "Desayuno..".
Por cierto en esa pelicula me llamó la atención ,una especie de sofa que sale cuando da la fiesta multitudinaria ,que si os fijais es una bañera cortada por la mitad ,con un gran cojin.Seguro que los entendidos en decoracion diran que esta de ultima moda.

Tommy dijo...

Blake Edwards cuidaba singularmente la decoración de sus películas.