28 de mayo de 2012

El escaparate de La Confianza


"La Confianza" es una de esas tiendas de las que quedan pocas; a cualquier habitante de Huesca y a unos cuantos de otros lugares de Aragón e incluso de España y parte del extranjero, no hay que explicarles qué es "La Confianza", un establecimiento que además fue protagonista del telediario nacional no hace muchos meses, por haber sido elegido como lugar digno de mención. Se trata de lo que antes llamábamos una tienda de "ultramarinos" -en Cataluña, "colmado"- que conservando todo el encanto de lo añejo ha sabido adaptarse a los tiempos modernos y seguir siendo en la actualidad una tienda que ofrece todo lo que uno puede necesitar, una auténtica referencia en la ciudad. Entrar en el interior de "La Confianza" es como viajar al pasado y enfrentarse con las galletas surtidas, las tabletas de chocolate expuestas como reclamo, los recipientes de cristal llenos de caramelos de diferentes tipos, las cajas de cartón con pastas, especias y canelones, botes de "Cola-cao", "Eko", "Nescafé" y hasta marcas que uno ya había olvidado, gaseosas en sobres, paquetes de azúcar, sal y pimienta, ... y, por encima de todo ese olor a alimentación sana, a especias y legumbres, completamente lejano a ese tufillo ingrato de algunos mercados a verduras o pescados pasados, o a humanidad que se adocena y ese encanto del viejo teatro, de las casas de muñecas, de lo que nunca muere ... porque alguien lo conserva bien vivo. Y, por supuesto, el trato, que responde al milímetro al nombre de la casa, con unas personas "de toda la vida", por las que no ha pasado el tiempo porque mantienen la amabilidad y la elegancia en el trato sin la menor merma, incluyendo las últimas en llegar, bonita combinación de bondad, discreción y belleza venida del otro lado del Atlántico.

El sábado pasado, acompañando a unos amigos venidos de Tarragona, nos detuvimos ante el escaparate de "La Confianza", donde lucía un surtido enorme de legumbres de todo tipo, especialmente de alubias, con todas las variedades que el hombre pueda conocer: blancas, pintas, rojas, boliches, caparrones, alubias de Tolosa, ... como una notoria demostración que por mucho que la inteligencia -en ocasiones, la tontería- humana sea capaz de elaborar en materia gastronómica, con espumas de mejillón, carpaccios de jamón de jabugo -con lo bueno que está cortado directamente de la "patica"- o sorbetes de esencia de solomillo y otras "exquisiteces", no hay nada como la comida de siempre. Ante el escaparate de "La Confianza" -así, con mayúsculas- uno se queda hipnotizado por la belleza estética, la sugerencia gastronómica y la imagen de ... de eso, de confianza. ¡Por muchos años!.



6 comentarios:

Susana dijo...

Donde esté la cocina tradicional, para mí sobra todo lo demás. Un beso.

Modestino dijo...

La comida tradicional, ... y la comida clara y nítida.

Anónimo dijo...

Al final lo exotico va a ser comerte un plato de legumbres o una tortilla de patatas y no la Sopa De Trufa Con Pan De Pistachos Y Aire De Mandarina:
(Ferrán Adriá).Donde este el cocido de la Bola,no hay color ...,ni sabor.

Brunetti dijo...

Una verdadera delicia de tienda.

Si bien la amalgama de colores aparecen bien nítidos en las fotografías que acompañas, resulta en cambio irreproducible la mezcla de olores que impregna todo el espacio interior (y aun exterior, a medida que te vas acercando a la puerta).

Me pregunto hasta cuándo aguantará.

Modestino dijo...

Pues yo creo que aguantará mucho y bien, porque tienen prestigio, arraigo y capacidad de gestión.

Anónimo dijo...

El otro día emitieron en "España Directo" un reportaje sobre esta tienda y me acordé de ti; de esta entrada. Me dije ¡còrcholis! la tienda de Modestino. Ya ves: " la tienda de Modestino".

Me dejó maravillada. Si bien tu post es suficientemente descriptivo, las imágenes en directo me encantaron. Los frescos del techo, las latas antiguas, los cajones de legumbres y el bacalao bien servido. También contaron su historia.

Ya ves: "la tienda de Modestino". ;)