Todos sabemos que el cerdo da para mucho, se podría hacer todo un tratado sobre los distintos alimentos que aporta el animal y todos ellos son indudablemente apetecibles, por más que cada cual tenga sus preferencias, e incluso alguno que otro sus filias y sus fobias. Eso sí, y a excepción del jamón que no deja de ser el producto rey del bicho, lo que el cerdo nos ofrece suele estar vetado para todo aquél que quiere evitar michelines, es propenso al colesterol o tiene la "patatita cordial" en estado de peligro. Una parte importante de los productos referidos está formada por los embutidos: ¿a quién no le gusta acompañar los huevos fritos con bacon o chorizo, tomarse unas migas con chistorra, una fabada cargada con todo tipo de aditamentos que saben a gloria, unos caparrones riojanos con "sacramento" o hasta unas salchichas bien hechas?. Pero es posible que entre tanto manjar tan exquisito como peligroso vengan a ser las morcillas un poco como los parientes pobres, y no debería ser así.
Hace poco disfruté de una excelente comida y una mejor compañía en el Restaurante "Alberto" de Zaragoza; ya hablé en su día de las excelencias del mismo y, en concreto, del magnífico pacharán casero que suele aparecer al final; en esta ocasión el dueño tuvo el detalle de ofrecernos como aperitivo regalado por la casa unas morcillas con una pinta excelente -aspecto que corroboramos al probarlas- con el comentario de que "también en Aragón se hace una morcilla buenísima" ... y es verdad, porque uno no para de oír hablar de la morcilla de Burgos, de León, de Murcia, ... pero no tengo ninguna duda de que la de aquí se encuentra entre las que andan a la cabeza.
Si acudimos a la "wiki" se nos dice que la morcilla aragonesa se elabora con sangre y manteca de cerdo, arroz, anís, piñones, avellanas, pimentón, sal, cebolla, así como alguna otra especia según la zona y se embute en tripa de cerdo; no cabe duda de que el contenido resulta atractivo, tal vez la de Burgos sea la que más se aproxime a ella. Hace poco más de un año estuve en León, y allí probé la morcilla propia del lugar, que es buenísima, pero está elaborada fundamentalmente por cebolla y, desde mi punto de vista, no hay nada como la que lleva en su composición arroz; a ésto cabe añadir que en Aragón se incluyen anís y pimentón, lo que no deja de tener su significado, su relación con la propia idiosincrasia de la tierra, ya que en cierta manera los aragoneses no dejamos de tener ese toque dulzón y festero del anís y la cazurrez picantona del pimentón.
Yo recuerdo con nostalgia que cuando era niño la morcilla era un plato que aparecía con cierta frecuencia en la mesa, y en concreto algunas ocasiones en las que para cenar me endilgaba entre pecho y espalda un bocadillo de morcilla de arroz que no se lo saltaba un galgo, y también recuerdo los bocadillos que cuando hacía la mili me tomaba, también para cenar, en algún bar del centro de Valencia: les llamaban "blanco y negro" y llevaban una morcilla y una longaniza ... ¡qué tiempos!, si eso lo hiciera ahora la noche posterior sería babilónica, además de que posiblemente mi cardiólogo me perseguiría por las calles de Huesca mazo en mano. En fin, las morcillas también se incluyen en mi lista de prohibiciones, aunque siempre podré decir eso de que me quiten lo bailao ... y si a algún incauto se le ocurre proponer una prohibición semejante a la del tabaco -que todo puede pasar- no dudaré en fomentar la creación de una asociación defensores de la morcilla y demás productos del cerdo.
11 comentarios:
¿Que no se lo salta un galgo?...¿un galgo?
Muy políticamente correcto te noto esta mañana.
Las morcillas de Aragón son, tal y como las describes, un manjar. Cuando voy a Zaragoza caen unas cuantas en casa de mi mámals.
Luego, eso sí, repiten más que el avemaría de Bisbal.
Pues anoche mismo repasé esta entrada, que tenía grabada hace más de una semana y que la muerte de Manolo Otero y el encuentro con Driver retrasaron hasta hoy, y no me acababa de sonar bien eso del galgo ... busqué en google y ví que la frase más habitual es, etectivamente, "que no se lo salta un gitano", pero curiosamente también aparecía lo del galgo y lo dejé así.
Y en cuanto a lo de políticamente correcto ... esta mañana me toca ir a la constitución del Ayuntamiento, así que ya ando preparado para recibir alguna que otra "coña>" y algún que otro grito de los "indignados".
Conoces este poema,como es largo dejo solo ,estas estrofas,merece la pena leerlo:
Poema Cena
de Baltasar del Alcazar
La morcilla, ¡oh, gran señora,
digna de veneración!
¡Qué oronda viene y qué bella!
¡Qué bizarro garbo tiene!
Yo sospecho, Inés, que viene
para que demos en ella.
Sí es distinta la de Aragón. No sé por qué, la asocio a la torteta...también dulzona. Llega a la mesa y no se mueve nadie, oye...No sea que no quede ni un granito de arroz suelto. Comprenderás que esta entrada no se la pienso enseñar a Jesús. Es capaz de recorrerse Tarraco hasta encontrar morcilla. Esta tierra vuestra, hay que ver cómo tira en asuntos culinarios...
Que no te pase nada esta mañana, Modestino. ¿Le pongo una velica a San Lorenzo?
Saludos...
No creo que pase nada, les gusta montar jaleo, pero en Huesca la cosa no irá más allá.
A mi la morcilla me gusta infinitamente más que la torteta ... dicho con el debido respeto.
Y muy simpática la poesía, opinadora.
En mi casa hay "matanza"
Llegan de cochinillos y les cogemos cariño porque es casi un año de "relación" y les ponen nombres hasta que se convierten en "tocinos" de mas de 150 kg el último ha sido Pochetino...
Pero no hacen morcilla, hacen "bulles" son los mismos ingredientes pero en forma de albondiga gorda(pensemos en aragones... tamaño bola de billar nada de ping-pong), que luego se puede partir en rodajas y queda como en la foto.
A ver si al final lo de la foto no son morcillas¡...
Modestino...con el debido respeto para los oscenses...no me gusta la torteta. Y soy la única de todos ellos incluyendo nueras. Mejor la morcilla, pero yo también estoy a dieta. Hoy plato de "canónigos" ¡Señor...!
Un buen palto de canónigos bien condimentados también tiene su encanto ...
Al final los indignados cantaron sus canciones y lemas y poco más; ni los ví.
Me alegro, Modestino. Por lo que pude oír, ayer andaban revueltos en algunas ciudades... En realidad, creo que ya no son "los indignados oficiales"... si acaso los que se han subido al carro y no tienen nada que hacer.
Bon dia de diumenge
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