Las novelas de Leif G.W. Persson que conforman esta trilogía hay que denominarlas, ya de entrada, como distintas; pero no me estoy refiriendo a las características propias de la novela de intriga escandinava, tan de moda desde hace años (Mankell, Larsson, Indridasson, Fossum, ...) y que verdaderamente responde a unos cánones muy distintos a los que estábamos acostumbrados en este tipo de literatura, sino que dentro de los libros de estos autores nórdicos, Persson aparece como un autor original, realmente distinto.
La tres novelas, que he ido leyendo tranquilamente -la primera la comencé en diciembre pasado-, nos ofrecen unos caracteres y unos alicientes que se alejan de lo que puedan ser las aventuras de Wallander o las fuertes experiencias de Lisbeth Salander. Persson parte de hechos reales y hace girar sus argumentos en torno a la historia sueca del último cuarto del siglo XX, y muy en concreto del acontecimiento más relevante de ésta: el asesinato aún sin resolver del primer ministro Olof Palme.
Estamos ante unas novelas que van más allá del género policíaco, pues son un auténtico estudio sociológico, una evaluación cruda e irónica de la sociedad sueca de finales del siglo pasado. Y es que una de las características de Persson es su condición, entre otras, de escritor sarcástico: en cada una de las obras no deja títere con cabeza. Utiliza el autor sueco, de 64 años, una técnica que aporta frescura y amenidad a la lectura de sus libros que consiste en añadir a los diálogos el pensamiento interno de quienes los protagonizan, de manera que junto a la fría conversación uno se encuentra con los frecuentemente agudos comentarios interiores de los que intervienen en ella.
Al acabar la trilogía has conseguido un importante baño cultural acerca de lo ocurrido en Suecia en la época reciente; en la primera entrega se parte del asesinato de Olof Palme y e investiga sobre el aparente suicidio de un periodista americano, en la segunda se recapitula sobre un suceso ocurrido unos cuantos años antes, la toma por terroristas alemanes de la embajada de este país en Suecia para volver años más tarde a investigar, a raíz de un asesinato, la trama local del episodio, mientras que la tercera vuelve sobre la muerte de Palme, cuya investigación frustrada es reabierta por un inspector de policía sueco. Resulta francamente interesante profundizar sobre la visión que tiene Persson del magnicidio y sobre los errores que según él hubo en su investigación.
Otro aspecto interesantísimo de los libros de Persson es la despiadada descripción que nos da de un sector de la policía sueca; estamos ante unas novelas en las que juegan un papel importantísimo los personajes y casi todos ellos forman parte de la estructura policial de Suecia. Los dos grandes protagonistas Lars M. Johansson, un hombre que ha ido prosperando desde la Jefatura interina de la Policía Judicial a la dirección máxima de la misma y su amigo y compañero de promoción Bo Jarnebring, del grupo central de investigación de la policía judicial, un hombre menos político y ambicioso y que responde más a la visión del policía tradicional: duro e implacable. Ambos tienen papel protagonista en el primer libro, mientras que Jarnebring aparece continuamente en el segundo y Johansson es el protagonista principal del tercero. Persson da importancia a la vida privada de estos personajes y su desarrollo nos aporta cosas.
Junto a estos protagonistas que ofrecen una visión positiva de la institución policial, se mueven otros en los que Persson describe la dejadez, la corrupción y la brutalidad que caracteriza el funcionamiento de determinados miembros de las fuerzas de seguridad; así en el primer tomo adquiere relevancia la figura de inspector de la Agencia Nacional de Seguridad, Gaes Waltin, un auténtico psicópata cuya influencia volverá a aparecer en el último; igualmente son relevantes los personajes del inspector Ewer Backstrom, una auténtica caricatura demoledora de un policía vicioso y corrupto y del inspector Wiijnbhadl cuya caricatura es menos menos excesiva y más cruel.
En el tercer volumen surge tres figuras que vienen a representar el relevo generacional: la inspectora Annie Holt, una mujer moderna, lista y trabajadora que ya apareció como compañera profesional de Jarnebring en el segundo, , el complicado inspector Jan Lewin y la jovencísima Lissa Mattei, cuya madre ya era investigadora de la policía.
Los libros de Persson no son fáciles de leer y exigen paciencia, así como una lectura pausada, pues hay que asimilar que no se trata de descubrir el quid de una trama ni la identidad de un asesino, sino de ir contemplando en compañía del autor las personalidades de los protagonistas, la situación sociopolítica del momento y las claves de unos acontecimientos.
"Entre la promesa del verano y el frío del invierno".
Leif G.W. Persson.
Alea. Barcelona (2007).
681 páginas.
John P. Krassner, un ciudadano norteamericano desconocido, cae desde la ventana de un quinto piso en un edificio de apartamentos de Estocolmo. Parece un accidente, sin embargo algunos detalles inquietantes revelan lo contrario. Más tarde la policía descubrirá que la víctima estaba bajo la vigilancia del servicio de inteligencia sueco. Krassner, periodista por cuenta propia de poca monta y con delirios de grandeza, estaba en Suecia siguiendo la pista de una historia increíble: cómo un topo sueco, o célula dormida, de los servicios de inteligencia de los EE.UU., reclutado cuando era joven, había pasado a asuntos mayores y ahora ocupaba el cargo de primer ministro de Suecia. Intentando atar cabos entre insinuaciones y medias verdades la policía debe investigar con mucho cuidado: está pisando terreno político peligroso... Esta es la historia de algunos hombres buenos e íntegros, los agentes de policía Bo Jarnebring y Lars Johansson, y algunas mujeres buenas, y cómo intentan hacer lo correcto en un mundo de corrupción, incompetencia, avaricia, violencia, mentiras sin fin y puro cretinismo.
"Otro tiempo, otra vida".
Leif G.W. Persson.
Alea. Barcelona (2008).
509 páginas.
A partir de la ocupación de la embajada de Alemania Occidental en Estocolmo en 1975 por simpatizantes de Baader-Meinhof, Leif GW Persson teje una trama impecable de secretos inexplicables, retratando una sociedad enferma de corrupción política y policiaca. El argumento de la novela se extiende a lo largo de veinticinco años, y sus protagonistas son Bo Jarnebring, detective policial de la vieja escuela y su colega Anna Holt, joven y brillante agente. Poco a poco, Jarnebring y Holt descubrirán una increíble conspiración que alcanza hasta las bases más sólidas y respetadas de la sociedad sueca. Con su habitual ingenio irónico y conocimiento de la jerga policial, Persson narra la historia de una repugnante red de extorsión, agentes de la Stasi y avaricia que toca todas las capas de la sociedad sueca. Otro tiempo, otra vida es la segunda parte de la trilogía El declive del Estado del bienestar de Persson.
"En caida libre como en un sueño".
Leif G.W. Persson.
Alea. Barcelona (2008).
713 páginas.
Tercera y última entrega de la trilogía el declive del estado del bienestar, esta sobre el asesinato de Olof Palme. El jefe de la Policía Nacional sueca, Lars Martin Johansson, un hombre criado en el Norte, agradable y simpático, está a punto de jubilarse. No obstante, antes de abandonar su cargo toma una decisión que tendrá graves repercusiones: revisar los archivos del asesinato, aún no resuelto, de Olof Palme, una herida todavía abierta de la sociedad sueca. Como hizo en sus novelas anteriores, el escritor nos sigue narrando las aventuras de Lars Martin Johansson, detective a punto de jubilarse que decide reabrir el archivo de la comisaría para rescatar el caso de Olof Palme.
La tres novelas, que he ido leyendo tranquilamente -la primera la comencé en diciembre pasado-, nos ofrecen unos caracteres y unos alicientes que se alejan de lo que puedan ser las aventuras de Wallander o las fuertes experiencias de Lisbeth Salander. Persson parte de hechos reales y hace girar sus argumentos en torno a la historia sueca del último cuarto del siglo XX, y muy en concreto del acontecimiento más relevante de ésta: el asesinato aún sin resolver del primer ministro Olof Palme.
Estamos ante unas novelas que van más allá del género policíaco, pues son un auténtico estudio sociológico, una evaluación cruda e irónica de la sociedad sueca de finales del siglo pasado. Y es que una de las características de Persson es su condición, entre otras, de escritor sarcástico: en cada una de las obras no deja títere con cabeza. Utiliza el autor sueco, de 64 años, una técnica que aporta frescura y amenidad a la lectura de sus libros que consiste en añadir a los diálogos el pensamiento interno de quienes los protagonizan, de manera que junto a la fría conversación uno se encuentra con los frecuentemente agudos comentarios interiores de los que intervienen en ella.
Al acabar la trilogía has conseguido un importante baño cultural acerca de lo ocurrido en Suecia en la época reciente; en la primera entrega se parte del asesinato de Olof Palme y e investiga sobre el aparente suicidio de un periodista americano, en la segunda se recapitula sobre un suceso ocurrido unos cuantos años antes, la toma por terroristas alemanes de la embajada de este país en Suecia para volver años más tarde a investigar, a raíz de un asesinato, la trama local del episodio, mientras que la tercera vuelve sobre la muerte de Palme, cuya investigación frustrada es reabierta por un inspector de policía sueco. Resulta francamente interesante profundizar sobre la visión que tiene Persson del magnicidio y sobre los errores que según él hubo en su investigación.
Otro aspecto interesantísimo de los libros de Persson es la despiadada descripción que nos da de un sector de la policía sueca; estamos ante unas novelas en las que juegan un papel importantísimo los personajes y casi todos ellos forman parte de la estructura policial de Suecia. Los dos grandes protagonistas Lars M. Johansson, un hombre que ha ido prosperando desde la Jefatura interina de la Policía Judicial a la dirección máxima de la misma y su amigo y compañero de promoción Bo Jarnebring, del grupo central de investigación de la policía judicial, un hombre menos político y ambicioso y que responde más a la visión del policía tradicional: duro e implacable. Ambos tienen papel protagonista en el primer libro, mientras que Jarnebring aparece continuamente en el segundo y Johansson es el protagonista principal del tercero. Persson da importancia a la vida privada de estos personajes y su desarrollo nos aporta cosas.
Junto a estos protagonistas que ofrecen una visión positiva de la institución policial, se mueven otros en los que Persson describe la dejadez, la corrupción y la brutalidad que caracteriza el funcionamiento de determinados miembros de las fuerzas de seguridad; así en el primer tomo adquiere relevancia la figura de inspector de la Agencia Nacional de Seguridad, Gaes Waltin, un auténtico psicópata cuya influencia volverá a aparecer en el último; igualmente son relevantes los personajes del inspector Ewer Backstrom, una auténtica caricatura demoledora de un policía vicioso y corrupto y del inspector Wiijnbhadl cuya caricatura es menos menos excesiva y más cruel.
En el tercer volumen surge tres figuras que vienen a representar el relevo generacional: la inspectora Annie Holt, una mujer moderna, lista y trabajadora que ya apareció como compañera profesional de Jarnebring en el segundo, , el complicado inspector Jan Lewin y la jovencísima Lissa Mattei, cuya madre ya era investigadora de la policía.
Los libros de Persson no son fáciles de leer y exigen paciencia, así como una lectura pausada, pues hay que asimilar que no se trata de descubrir el quid de una trama ni la identidad de un asesino, sino de ir contemplando en compañía del autor las personalidades de los protagonistas, la situación sociopolítica del momento y las claves de unos acontecimientos.
"Entre la promesa del verano y el frío del invierno".
Leif G.W. Persson.
Alea. Barcelona (2007).
681 páginas.
John P. Krassner, un ciudadano norteamericano desconocido, cae desde la ventana de un quinto piso en un edificio de apartamentos de Estocolmo. Parece un accidente, sin embargo algunos detalles inquietantes revelan lo contrario. Más tarde la policía descubrirá que la víctima estaba bajo la vigilancia del servicio de inteligencia sueco. Krassner, periodista por cuenta propia de poca monta y con delirios de grandeza, estaba en Suecia siguiendo la pista de una historia increíble: cómo un topo sueco, o célula dormida, de los servicios de inteligencia de los EE.UU., reclutado cuando era joven, había pasado a asuntos mayores y ahora ocupaba el cargo de primer ministro de Suecia. Intentando atar cabos entre insinuaciones y medias verdades la policía debe investigar con mucho cuidado: está pisando terreno político peligroso... Esta es la historia de algunos hombres buenos e íntegros, los agentes de policía Bo Jarnebring y Lars Johansson, y algunas mujeres buenas, y cómo intentan hacer lo correcto en un mundo de corrupción, incompetencia, avaricia, violencia, mentiras sin fin y puro cretinismo.
"Otro tiempo, otra vida".
Leif G.W. Persson.
Alea. Barcelona (2008).
509 páginas.
A partir de la ocupación de la embajada de Alemania Occidental en Estocolmo en 1975 por simpatizantes de Baader-Meinhof, Leif GW Persson teje una trama impecable de secretos inexplicables, retratando una sociedad enferma de corrupción política y policiaca. El argumento de la novela se extiende a lo largo de veinticinco años, y sus protagonistas son Bo Jarnebring, detective policial de la vieja escuela y su colega Anna Holt, joven y brillante agente. Poco a poco, Jarnebring y Holt descubrirán una increíble conspiración que alcanza hasta las bases más sólidas y respetadas de la sociedad sueca. Con su habitual ingenio irónico y conocimiento de la jerga policial, Persson narra la historia de una repugnante red de extorsión, agentes de la Stasi y avaricia que toca todas las capas de la sociedad sueca. Otro tiempo, otra vida es la segunda parte de la trilogía El declive del Estado del bienestar de Persson.
"En caida libre como en un sueño".
Leif G.W. Persson.
Alea. Barcelona (2008).
713 páginas.
Tercera y última entrega de la trilogía el declive del estado del bienestar, esta sobre el asesinato de Olof Palme. El jefe de la Policía Nacional sueca, Lars Martin Johansson, un hombre criado en el Norte, agradable y simpático, está a punto de jubilarse. No obstante, antes de abandonar su cargo toma una decisión que tendrá graves repercusiones: revisar los archivos del asesinato, aún no resuelto, de Olof Palme, una herida todavía abierta de la sociedad sueca. Como hizo en sus novelas anteriores, el escritor nos sigue narrando las aventuras de Lars Martin Johansson, detective a punto de jubilarse que decide reabrir el archivo de la comisaría para rescatar el caso de Olof Palme.
4 comentarios:
Ya sabes que leí la primera parte de esa trilogía y me pareció excelente; de un nivel literario superior, incluso, al del maestro Mankell y al del ahora encumbrado hasta la paroxismo Larsson (por cierto, el tercer volumen de éste es el mejor, a mi entender, aunque le sobren las 100 últimas páginas).
Sin embargo, estoy convencido de que Persson quedará siempre como un autor para minorías. Eso me hace pensar en lo tremendamente difícil que resulta en ese mundillo de los libros y de las editoriales tratar de predecir, intuir o adivinar qué novela se granjeará el fervor del público y qué otra, a pesar de su calidad, pasará por las estanterías casi de puntillas, como de hecho ha sucedido con la trilogía de Persson.
Nosotros, como no entendemos de esos tejemanejes o componendas que sin duda se dan a diario en los despachos de los que dominan el mercado, nos tenemos que conformar (que no es poco) con disfrutar de todos esos libros, ya se trate de bestsellers por la gracia de algún editor avispado, o de novelas casi anónimas.
Salud y feliz lectura!
Recuerdo perfectamente tu comentario; laleiste antes que yo y a la vez que alababas el libro también coincidías en que su lectura no era fácil.
No me parece que sea un autor de mayorías; es normal que Larsson o Wallander se vendan más, pues son literatura más fácil.
Me parece que en Suecia su prestigio es notable y se vende mucho, no obstante.
Yo estoy empezando la primera y lo cierto es que me ha atrapado con ese estilo particular de ir desgranando la trama.
Tu entrada y el comentario quw la acompaña me anima a seguir.
Saludos.
Por cierto, es curioso pero hace un mundo que escribiste la reseña y yo escribo ahora como si la tinta aún no estuviera seca.
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