El actor Fernando Delgado falleció ayer lunes a la edad de 79 años; una enfermedad pulmonar que le había ido minando la salud en los últimos años ha terminado con la vida de este actor nacido en la localidad jienense de Porcuna e hijo de actores; salta a la vista que la condición de artista se suele llevar en la sangre, como se puede demostrar con los Gutiérrez Caba, los Rabal, las hermanas Hurtado o los Bardem.
Hablar de Fernando Delgado, al menos para los de mi generación, educada a la sombra de los estudios de Prado del Rey, es hablar de los "Estudio-1", "Novela" y demás programas de teatro de la tele de los 60 y los 70. Fernando Delgado entra en el mismo paquete que Jesús Puente, las hermanas Gutiérrez Caba, Jaime Blanch, Carlos Lemos, José Bódalo, Mari Carrillo, María Luisa Merlo, Pablo Sanz o Ana María Vidal. No todos ellos mantuvieron una fama homogénea, pero sí demostraron, con los escasos medios de entonces, una profesionalidad de primer nivel.
A Fernando Delgado lo recuerdo como el décimo primer hombre sin piedad, una persona sensata, introvertida y responsable que parecía desconcertado entre la vehemencia del personaje de su izquierda (Ismael Merlo) y la falta de criterio del de su derecha (Rafael Alonso). Pero el rostro del actor aparecía en muchas más ocasiones, casi siempre desempeñando papeles principales. Si uno acude a las bases de datos comprueba que Fernando Delgado había interpretado en el teatro obras de primerísima fila, como "Historia de una escalera", de Antonio Buero Vallejo, "Velada de Benicarló", de Manuel Azaña, "El jardín de los cerezos", de Antón Chejov, "Antígona", de Sófocles y "La zapatera prodigiosa", de Federico García Lorca. En Estudio-1, además de los hombres sin piedad citados, destacan sus papeles en "Las brujas de Salem" (1965), "El perro del hortelano" (1966), "Los árboles mueren de pie" (1966), "Tres sombreros de copa" (1966), "Angelina o el honor de un brigadier" (1969) y "El motín del Caine" (1974).
Leyendo la magnífica reseña de El País (gran periódico, Brunetti) descubro que Delgado dirigió "Estudio-1", lo que aumenta mi admiración por este hombre que era muchísimo mejor actor que lo que su poca fama podría aparentar y que estuvo cerca de llegar a las dos mil intervenciones en televisión. En el cine trabajó a las órdenes de grandes directores como Nieves Conde, José María Forqué, Carlos Saura, Luis García Berlanga, Pilar Miró y José Luís Garci, con películas como "La patrulla", "La prima Angélica", "Gary Cooper, que estás en los cielos", "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", "Tiovivo C 1950" y "Ninette y un señor de Murcia", su último film, junto a Elsa Pataky.
También cuenta "El País" que su hijo Alberto, también del mundo de la farándula, afirmó que su padre perteneció a una gran generación de actores que "tuvieron que inventar la televisión", no me cabe duda de que es una frase acertada, un comentario no carente de ingenio y en cuyo significado podemos profundizar mucho. Se nos ha ido otro de los "viejos rockeros" de nuestra pequeña pantalla.
Hablar de Fernando Delgado, al menos para los de mi generación, educada a la sombra de los estudios de Prado del Rey, es hablar de los "Estudio-1", "Novela" y demás programas de teatro de la tele de los 60 y los 70. Fernando Delgado entra en el mismo paquete que Jesús Puente, las hermanas Gutiérrez Caba, Jaime Blanch, Carlos Lemos, José Bódalo, Mari Carrillo, María Luisa Merlo, Pablo Sanz o Ana María Vidal. No todos ellos mantuvieron una fama homogénea, pero sí demostraron, con los escasos medios de entonces, una profesionalidad de primer nivel.
A Fernando Delgado lo recuerdo como el décimo primer hombre sin piedad, una persona sensata, introvertida y responsable que parecía desconcertado entre la vehemencia del personaje de su izquierda (Ismael Merlo) y la falta de criterio del de su derecha (Rafael Alonso). Pero el rostro del actor aparecía en muchas más ocasiones, casi siempre desempeñando papeles principales. Si uno acude a las bases de datos comprueba que Fernando Delgado había interpretado en el teatro obras de primerísima fila, como "Historia de una escalera", de Antonio Buero Vallejo, "Velada de Benicarló", de Manuel Azaña, "El jardín de los cerezos", de Antón Chejov, "Antígona", de Sófocles y "La zapatera prodigiosa", de Federico García Lorca. En Estudio-1, además de los hombres sin piedad citados, destacan sus papeles en "Las brujas de Salem" (1965), "El perro del hortelano" (1966), "Los árboles mueren de pie" (1966), "Tres sombreros de copa" (1966), "Angelina o el honor de un brigadier" (1969) y "El motín del Caine" (1974).
Leyendo la magnífica reseña de El País (gran periódico, Brunetti) descubro que Delgado dirigió "Estudio-1", lo que aumenta mi admiración por este hombre que era muchísimo mejor actor que lo que su poca fama podría aparentar y que estuvo cerca de llegar a las dos mil intervenciones en televisión. En el cine trabajó a las órdenes de grandes directores como Nieves Conde, José María Forqué, Carlos Saura, Luis García Berlanga, Pilar Miró y José Luís Garci, con películas como "La patrulla", "La prima Angélica", "Gary Cooper, que estás en los cielos", "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", "Tiovivo C 1950" y "Ninette y un señor de Murcia", su último film, junto a Elsa Pataky.
También cuenta "El País" que su hijo Alberto, también del mundo de la farándula, afirmó que su padre perteneció a una gran generación de actores que "tuvieron que inventar la televisión", no me cabe duda de que es una frase acertada, un comentario no carente de ingenio y en cuyo significado podemos profundizar mucho. Se nos ha ido otro de los "viejos rockeros" de nuestra pequeña pantalla.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/gran/linaje/comicos/pierde/Fernando/Delgado/elpepucul/20090615elpepucul_7/Tes
5 comentarios:
Este blog realmente está activo, siempre dispuesto a hacer esos merecidos homenajes en el momento en que se produce una noticia que lo requiera como ahora la muerte de este actor.
Te agradezco mucho este post porque Fernando Delgado representa esa época dorada del Estudio 1 que ha dejado joyas como Doce Hombres sin Piedad y tantas obras de teatro (recuerdo muchas de Buero Vallejo también) con aquellos actores impresionantes que es una pena pero ya no podremos volver a ver en directo.
No me gustaría ser de esas personas que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero la verdad es que me gusta bastante recordar el pasado y pienso que ahora no hay actores como esos,ni tampoco series como a la que dedicas el otro post de hoy, quizá Luis Merlo estaría en esa linea, no obstante creo que tengo que volver a ir al teatro, no se porque lo he dejado.
No se porqué dices lo de poca fama, para mí era bastante famoso y admirado
No pierdes ripio, Modestino. Bueno, Rosaura ya lo ha dicho todo. Si pienso en Estudio 1 -¿no se podría recuperar?- automáticamente me viene a la memoria Fernando Delgado. Somos una generación afortunada . Había programas de televisión en los que aprendías. Estudio 1 era teatro de verdad llevado a la pequeña pantalla.
Por asociación de ideas he recordado "la Clave". Bastante posterior. Pero era interesante. También aprendías.
Me parece que el número de cadenas ha aumentado la oferta en detrimento de la calidad.
Un saludo y gracias.
Un blog serio. Hoy , en el mío, hay un desmadre... Si te quieres reír un rato pásate por la jaula de grillos. Se nota que hace calor y que hay gente con necesidad de vacaciones.
Fernando Delgado consideraba "Doce hombres sin piedad" como uno de los trabajos de los que estaba más satisfecho. Tras su desaparición, ya sólo quedan tres supervivientes de aquel magnífico reparto: los entonces jóvenes Pedro Osinaga y Sancho Gracia y el incombustible Manolo Alexandre. Muchos años después, Delgado representó la función en teatro, aunque creo que sólo pudo verse en Madrid.
De cine tengo pocos recuerdos de este gran actor. Me viene a la memoria, y realmente no sé por qué, su papel de cacique estrafalario en "El bengador gusticiero y su pastelera madre", la segunda, y afortunadamente última, película dirigida por Antonio Fraguas de Pablo, en arte Forges. También le recuerdo como confesor en una impresionante escena de "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto". Y tantos y tantos Estudios 1, y Novelas, y Teatros de Siempre...
Lo de la fama lo comenté porque hay otros actores de era época de la tele que luego siguieron sonando más: José María Podero, Jesús Puente, José Bódalo, Manuel Aleixandre,... pero a lo mejor es sólo una impresión subjetiva.
A Buero Vallejo me gustaría dedicarle una entrada exclusiva: "Historia de una escalera", "El tragaluz", "El concierto de San Ovidio", "La fundación", "Un soñador para un pueblo", ... pienso que son auténticas joyas de la literatura española.
Me encantaría ver programas viejos de "La clave" o "Estudio-1", tengo "Calígula", con J. M, Rodero, pero no he conseguido más por ahora.
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