Dedicado a todos aquellos que alguna vez me echaron una mano en la barra de un bar
Estoy seguro que hay muchos placeres más elevados; desde los más sublimes éxtasis espirituales hasta la lectura de un clásico o la visión de una joya del cine, pasando por la contemplación de obras de arte como la Capilla Sixtina, la Catedral de Burgos, el cuadro de Las Meninas o las pirámides de Egipto, contemplar las maravillas de la naturaleza en Ordesa, el Amazonas, Yosemite o el lago Leman o o pasear por ciudades hermosas como Praga, Viena o Budapest. Pero también existen otras formas más rudimentarias de disfrutar y una de ellas es una buena cerveza; por supuesto, el placer no está únicamente en la bebida, es todo el conjunto de circunstancias, el ambiente, el toque social, los ritos que conlleva, la frecuente conexión con una relación de amistad.
Una buena cerveza sienta mejor en un ambiente adecuado; mi recuerdo más reciente es la que me tomé en el pub "Lago Ness" de Zaragoza mientras veía en un ambiente tremendo el Chelsea-Barcelona, pero cabría hablar de muchas otras experiencias; en todas las capitales españolas han proliferado las cervecerías, decoradas al estilo inglés, alemán o irlandés, y es cuestión de cada uno saber escoger aquellas cuyos dueños han logrado hacer un lugar donde se está a gusto. La temperatura de la cerveza, la presión de la misma, la forma del recipiente y hasta los frutos secos que la acompañan pueden convertir en delicia de dioses algo a priori tan prosaico. Si la iluminación es adecuada, el aire sano, sin un ruido ensordecedor ni un silencio de cementerio, la decoración agradable y la música ambiente grata esos momentos cerveceros pueden llegar a ser inolvidables.
Y es importante la compañía; puede haber ocasiones aisladas en las que, tal vez por melancolía, preocupación o simple cabreo, nos apetezca beber en solitario, pero normalmente una birra es ocasión de alternar, desde celebrar acontecimientos, compartir diversiones o aficiones hasta desahogar confidencias o consolidar enamoramientos. La cerveza, ¿por qué no?, puede ser la callada y chispeante testigo de manifestaciones memorables de ayuda mutua, amor o amistad. Hay cervezas ocasionales y breves, de amigos que se encuentran inesperadamente, tal vez después de muchos años, otras prolongadas y repetidas, cuando hay quien o quienes necesitan alargar la compañía; cervezas habituales, programadas, cuyo momento uno espera con agrado y cervezas casi necesarias, posiblemente cuando lo menos importante es precisamente la cerveza.
Bendita sea la cerveza de los viernes, la del partido del sábado, la de las noches calurosas del verano y la del aperitivo posterior a la Misa; las que se toman en la Feria de Abril, las de las Peñas del Pilar y San Lorenzo, las de "Santa Bárbara" en Goya y las de la Plaza Cataluña; la cerveza suave, la fuerte, la que se toma como un rito y la que se bebe de un trago; la cerveza con limón que en Cataluña llaman "Champú" o la que lleva gaseosa, que es una "clara"; la modesta caña y la cerveza belga y supercara, la mítica "caña con limón" de los "Espumosos" de Zaragoza, que sólo sabía bien si el camarero la había pedido con "sonsonete". Cuantos recuerdos y cuantos momentos!!!.
Y si entramos en la publicidad nos embalaremos con "Mahou 5 estrellas", o eso de "buenas, las 2, Zaragozana y Ambar-2" o "Salpícame una Cruz Campo!", o con los divertidos anuncios de "Budweisser", los imaginativos de "San Miguel" o los elegantes de "Estrella Dorada". Y ¿quién, en una caluroso día de agosto, cansado y empapado, no ha tenido ganas de atracar un banco al darse cuenta que ha salido de casa sin dinero y acaba de contemplar en anuncio de la rubia Voll-damm?.
21 comentarios:
Jo, Modestino, parece que nos hemos puesto de acuerdo hoy ¡te prometo que no te había leído y tenía la entrada ya preparada!
Ay, la cervecita qué cosa más rica es... Aquí hay un sitio que se llama Maes de Flandes donde dan una cerveza que se llama "muerte súbita" que no te puedo ni contar ;-)
No podía ser otra la canción que ilustrara tu comentario de hoy: inolvidable esa chevecha que se chube a la cabecha. No recordaba que la cantaban Los Tres Sudamericanos. ¿Era Palito Ortega quien la popularizó?
P.D.: hablando de placeres indescriptibles, ya verás cuando tengamos el ascenso a Primera en el bolsillo.
¿Que te parece si en vez en la Plaza Cataluña que ahora está llena de turistas, nos bajamos a la Barceloneta y la tomamos oyendo el mar?.
Hoy en Barcelona hace un día ideal para tomar una cerveza fresquita.
Yo, como tú y Máster también adoro la cerveza.
Saborear una cerveza con los tuyos es cosa que dificilmente se puede igualar.
También me gustan las ciudades que nombras, nuestro viaje de novios lo hicimos por varias de esas ciudades.
un abrazo,
Qué razón tienes Modestino... Nada como esas cañas al salir del trabajo o esa cerveza en la Plaza Mayor de Salamanca, con buena compañía y mejor conversación.
Refrescante el post, y me quedo pensando en todos los momentos y compañías que pueden ser disfrutados al lado de una cervecilla...
... se nota ya el verano!!
;))
Y qué decir del efecto deshinibidor, refrescante, tranquilizante, a modo de ansiolítico, que genera la cerveza en determninadas situaciones,privadas y públicas, de la mañana y de la tarde. Esa nube mental que tanto es de agradedecer en determinados momentos potencialmente conflictivos.
Neuroestimulante post Modesto.
Bueno, he de admitir que éste es un post con reclamo. Me alegra haber acertado¡¡¡.
Yo también he disfrutado de la cerveza en la Plaza Mayor de Salamanca que comenta Rocío y la de la Barceloneta de Anónimo: y si todos nos ponemos a pensar, seguro que siguen saliendo sitios.
Por cierto, Tommy, confirmo que la popularizó Palito Ortega: vaya tipo¡¡¡.
Cuesta de la Enriqueta de Teruel. Una pintada en el muro: "CONTRA PEREZA, CERVEZA"
Estupenda y refrescante entrada, ahora que se huele el verano.
Dan ganas de ir a por una, Modestino.... salud.
¿Por qué no nos tomamos una cerveza y hablamos un rato?... Para mí cerveza es sinónimo de relax, tranquilidad, ir sin prisa, tomarse todo el tiempo del mundo para ver el partido, charlar, reír... Y que esté muy fría.
Gracias por este momento tan refrescante.
Saludos
Yo soy de cerveza con gaseosa, con más gaseosa que cerveza o, todavía mejor, la cerveza con limón de los espumosos que comentas, que deben tener una fórmula secreta porque no he probado ninguna que se le parezca y está buenísima, reconocozco que muchos pensarán que es adulterarla pero la verdad es que el resto de cervezas me saben amargas, no lo puedo evitar.
Reconozco que tomar una de esas cervezas que me gustan a mí en una terraza frente al mar y a ser posible con una ración de algo hace que se te pasen todos los males y mires la vida de forma más positiva.
Confío en que entre hoy en tu blog alguien que conozco muy bien y tú también y es absolutamente incondicional de la cerveza.
Hola Modestino. Excelente y muy apropiado artículo; personalmente no sólo soy un amante de la cerveza, sobre todo la belga y las de trigo alemanas, me encanta degustarlas y probarlas, con mis amigos y mi cuñado, apreciando las diferencias de sabor, color y matices de cada novedad; sino que, también, colecciono copas de cerveza (tengo más de 60 diferentes) hasta el punto que una de las cosas que más ilusión me hace es que me traigan copas de otros países o lugares. Incluso he llegado a ir a ferias (como La Alimentaria de Barcelona) con la finalidad de degustar nuevas especialidades, es impresionante la variedad, en cada país o región tienen su propia cerveza.
Te recomiendo “El Berlín” en Zaragoza y una cervecería que hay al bajar el Arco de Cuchilleros (desde plaza Mayor) en Madrid.
La cerveza que te recomienda Marter en Nubes es una sensacional cerveza de frambuesas; la suelen tener en Carrefour y vale 1,59 €; merece la pena que la pruebes.
Esta entrada Frank la ha convertido en una auténtica "Enciclopedia de la cerveza", lo que hace subir el interés y lo agradezco.
Claro que, según como se mire, hasta podría ser todo esto una "apología de la cerveza", lo cual convertiría el hilo en algo no apto para menores. Aunque a este respecto Rosaura ya nos ha traído la gaseosa para rebajar el ritmo alcohólico.
Pero, como alguno recordais, la cerveza es una ocasión de relax, de descanso. Me gustaría que este hilo se tomara como una ocasión de buscar los aspectos positivos de la barra de un bar, que los hay más allá de la calidad de una bebida, de una ración, de una tapa ... La tradición, la amistad, la sociabilidad, ... son aspectos de la vida que también necesitamos vitalizar y que se pueden fomentar en torno a una copa.
Para mi gusto, la mejor cerveza es la de barril. Lo que sucede, al menos aquí, en la costa, es que cada vez son menos los camareros que saben tirarla: la inmensa mayoría de ellos, ignorando que se trata de verdadero arte, creen que el asunto consiste sólo en acercar la copa o la jarra al grifo hasta llenarla.
Por eso, porque no me fío de que sepan tirarla, casi siempre acabo pidiendo una cerveza embotellada. Pero no es lo mismo. Ni de lejos.
En una curiosa encuesta que leí no hace mucho, se decía que el aperitivo preferido de los españoles era la caña de cerveza con una ración de patatas bravas.
P.D. En nuestra próxima visita conjunta a Zaragoh!za tendremos que visitar "El Berlín".
Por supuesto, conoceremos "El Berlín", y si es para celebrar algo, mejor que mejor.
Las patatas bravas casi se merecen un hilo exclusivo.
Modestino hoy me has tocado. No puedo sino entrar a felicitarte por este refrescante post.
Para alguien como yo, que me considero "casi abstemio" pues lo único que he bebido en mi vida es cerveza, resulta gratificante esta oda, homenaje y apoteosis de esta magnífica bebida.
Puedes comprobar por mis palabras que es mi debilidad, la bebo en muchas ocasiones ( siempre con moderación).
Me permito recomendar una Warsteiner o una Paulaner (original o de trigo), Pero eso si, siempre de barril ,y como dice Brunetti, bien tirada.
Como anuncio os recomiendo el mejor, el de Heineken con los maridos por un lado y las mujeres por otro.
Por favor me gustaría desde este tu post, pedir no degradar a la cerveza con gaseosa o limón y rebajarla a la categría de refresco.
Esta chapuza de "bautizar" y "rebajar" esta bebida tiene su punto cómico en el día que una persona que no puedo nombrar,absolutamente abstemia,se quiso prepar una clara. Dije yo, toma¡¡ con dos....Para mi tranquilidad cogió un huevo de la nevera, separo la yema de la clara, y echó esta última a la sartén. Os juro que esto es totalmente verídico, si miento , que desaparezca de la tierra la malta y el lúpulo.
Ah¡¡ Modestino, si el Zaragoza asciende nos empujamos unas birras en el Penguin Row.
La cerveza de trigo ha sido para mí todo un descubrimiento, además es mucho más digestiva.
A pesar de tu crítica a la birra con limón, uno de los recuerdos más reconfortantes que tengo al respecto es una jarra gigante de cerveza con limón que me tomé una tarde de junio de un calor sofocante en un bar de Las Fuentes junto al pabellón "Alberto Maestro" tras un encuentro épico de fútbol-sala.
A ver sí subimos, que esto no acaba nunca.
Llego tarde,Modestino. Leo los comentarios y ya esto mareada de la variedad de cervezas que conoce este púlico. De veras que no doy crédito.
Y Frank... bueno. Lo tuyo es de Matrícula.
Aquí llego y nada , que igual digo una tontería, pero me gusta Coronitas... porque es suave. Y con limonada en porrón.
Pero la cervecita tiene sus momentos para recordar. Para mí, la época de la Academia de verano, después de no sé cuántas clases, en el Trull, que ya no existe, con los profes. Significaba "jornada acabada y cerrada"... con un calor... Coger fuerzas, intercambiar impresiones y directos a la playa... a ver si aún pillábamos algún rayo de sol.
Prece mentira... la cerveza...¡cuántos adeptos!
Un saludo cordial y animante después de este post refrescante.
El "Trull", qué recuerdos!!!...más de un partido de los que daban por el PLUS me he tragado allí, con cañita precisamente. Al lado había un Bar super cutre y salchichero llamado "Carioca".
Publicar un comentario