6 de marzo de 2009

Restaurante "Las Torres", Huesca


Creo que ya he comentado por aquí la enorme calidad de la oferta gastronómica de Huesca. Creo que hay pocos lugares en España que puedan competir con la amplia gama de posibilidades que ofrece la capital del Altoaragón, donde puedes comer de maravilla con todo tipo de platos, precios y formas.

En la ciudad tenemos dos Restaurantes con estrella Michelín; uno de ellos, sin desmerecer en absoluto al otro, el que más me gusta a mí es el Restaurante "Las Torres", ubicado en la Calle María Auxiliadora y que está a la altura de los mejores establecimientos del país.

Si hablamos de "Las Torres" no estaríamos siendo justos si no mencionáramos a quien fue el auténtico alma de la casa, Fernando Abadía, un auténtico mago del mundo de la cocina que falleció tras rápida y cruel enfermedad hace pocos años, pero cuya impronta permanecerá siempre en en lugar. Su enorme capacidad creativa y su conocimiento profundo del mundo culinario fueron clave para convertir al Restaurante en el buque insignia del sector en la provincia. Afortunadamente, la cocina sigue en buenas manos, pues a Fernando le sucedió su discípulo, David Fernández, hijo de un buen amigo y excelente profesional de un sector bien diferente, y a quien conocí la semana pasada.

He comido dos veces en "Las Torres" en estos últimos siete días; la primera de ellas tuvo un sentido especial para un zaragocista atormentado e irredento como yo, pues lo hice con Víctor Fernández, a quien acompañaba su letrado, compañero mío de Facultad. Fue una comida deliciosa, también en lo humano, y confirmé la enorme calidad humana del antiguo entrenador del Zaragoza, con quien compartí confidencias y recuerdos. Pero como estamos en un hilo relativo a la pitanza, me referiré al menú, que fue excelente. Después de unos aperitivos riquísimos, combinamos dos platos de verduras: un cardo con almejas que respondió a la exigencia de quien como yo alega tener a dicho producto entre sus favoritos y unas alcachofas con foie que fueron, posiblemente, lo mejor del día, que ya es decir. En segundo lugar opté por la raya, servida con alcaparras y que elegí por eso de la novedad: estaba francamente buena, aunque aún mejor aspecto, y por lo visto realidad, presentaba el mero que se zampó el entrenador del Barrio Oliver. El postre lo protagonizaron unas fresas con calvados y helado de mango sencillamente maravillosos. Todo ello regado con Ribera de Duero y con la mejor atención y toda la discreción del mundo.

El pasado martes estuve en una comida organizada por unos amigos que hacen una cada año en "Las Torres"; yo asistía por vez primera y el resultado volvió a ser de matrícula de honor. Se comenzó por unas ostras, que no son mi debilidad precisamente, pasando luego a tomar una nécora y unas anchoas rebozadas que jugaban la Liga de Campeones. Tras los pescados vinieron un steak tártaro de ciervo y una costilla del mismo animal que es lo mejor que he tomado en carnes en muchos años. EL postre fue el mismo de la vez anterior y la compañía, también excelente.

Otro de los atractivos del sito es la variedad del menú; no tienen unos platos que permanecen muchos años en el tiempo, con lo que cada vez sueles encontrar novedades. De "Las Torres" recuerdo platos excelentes, como unas carrilleras de ternera, un plato de foie con trenza de Almudévar, un lomo de ternasco con especias y confitura de cebolla roja y un pez de carne similar a la del besugo cuyo nombre no consigo recordar.

No es un sitio barato, porque la calidad no suele costar poco, pero el precio, en mi opinión, es absolutamente razonable. En muchos sitios de Madrid o Barcelona, si fueran capaces de servir una comida así, te darían un sablazo notable.



Fotos: www.lastorres-restaurante.com; blogs.abc.es

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo tu tesis de que el nivel gastronómico de Las Torres (y de Huesca, en general) está entre los más altos del país. Y los precios, absolutamente discretos en comparación con las 'clavadas' a que estamos acostumbrados en la costa, donde el servicio suele ser pésimo y los productos normalmente congelados (cuando no caducados).

Salud y buen yantar, amigo.

P.D. Esa comida y posterior sobremesa con Víctor Fernández la interpreto como un (merecido) premio a tus desvelos zaragoh!cistas: ni siquiera él sufre una millonésima parte de lo que lo haces tú. Y el domingo, ni te cuento, hermano. Ya te puedes ir encomendado.

sunsi dijo...

Allí celebramos la Primera Comunión de Carlos y de María.

Les haces justicia.

Un saludo

Modestino dijo...

El domingo hay partido decisivo, Brunetti. El Hércules está muy fuerte y Ruben Navarro ya ha marcado siete goles en La Romareda con distintos equipos .... pero ha habido toque a rebato de prensa, peñas y afición y habrá ambiente de apoyo .... po lo que hay esperanzas. A ver.....

Yo ya he comido unas cuantas veces en Las Torres y, efectiivamente, nunca me han fallado.

Anónimo dijo...

Me imagino que la presencia de Víctor tuvo que ser emociante para un zaragocista como tú ¡¡¡¡¡¡¡

Modestino dijo...

Era una comida gestada en el 25 aniversario de mi promoción y ya se había suspendido varias veces. Sí, estuvo muy bien, sobre todo porquehablar conVíctor es muy sencillo: es un tipo culto y muy abierto, me trató desde el primer momento como si nos conociéramos de toda la vida.

Suso dijo...

¡Eres la leche!

Máster en nubes dijo...

Jo,te había dicho que echaba de menos tus entradas gastronómicas ... y hala, toma entrada ;-). Envidia de la buena me ha dado, Modestino, que vayas a esos restaurantes tan buenos... Tomo nota del menú... a ver si innovo algo...

Modestino dijo...

Como habrás imaginado, el hilo era una rápida respuesta a tu deseo, aunque ya tardaste en entrar, eh?.;).
El sitio vale la pena, y el precio es razonable para quienes no son Mr. Hucha.

Modestino dijo...
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