9 de marzo de 2009

Mal de ojo a la defensa










Real Zaragoza 2 Hércules C.F. 2






Se había tocado a rebato en todos los medios de comunicación zaragozanos y el ambiente previo al partido frente al Hércules era próximo al de los grandes días. El encuentro frente a los alicantinos era considerado decisivo para la suerte final de esta carrera de obstáculos en que se ha convertido la búsqueda del retorno a 1ª división. Para más "inri", ninguno de los rivales próximos había ganado en sus enfrentamientos del sábado lo que suponía que una victoria zaragocista haría que el equipo recuperara una de las ansiadas posiciones de ascenso. Al final, una vez más, nuestro gozo en un pozo y la labor quedó a medio hacer.

El desencanto producido por el empate, no nos puede hacer olvidar una primera parte más que digna, con unos primeros veinte minutos para enmarcar. A base de presión, anticipación, velocidad y ganas el Zaragoza desarboló a su rival y estuvo a punto de marcar dos o tres goles más, incluso el árbitro anuló un tanto marcado por Pulido de cabeza al saque de una falta que desde la tribuna pareció legal. El ritmo fue bajando, pero el Zaragoza siempre se impuso al Hércules, aunque Delibasic estuvo a punto de empatar en un mano a mano con López Vallejo que acabó con un tiro demasiado cruzado del croata.

En este primer tiempo destacaron dos hombres por encima de todos, el goleador Ewerthon, que dio una lección de cómo debe de jugar un punta y se mostró enchufadísimo y Leo Ponzio, quien mostró una agresividad y una capacidad de cortar balones hasta ahora desconocida en el medio centro aragonés; con ellos se notó el crecimiento de sus dos compañeros de línea, Gabi y Arizmendi, quienes estuvieron acertadísimos en todo menos en el disparo. Buen trabajo también, aunque inferior, de Caffa y Songo'o.



Pero ya en esta primera parte tuvo, en mi opinión, la gran sombra de la inseguridad defensiva. Sinceramente resulta complicado encontrar una explicación para justificar el desastre del sistema defensivo zaragocista a lo largo de toda la temporada: de Ayala se dice que ya tiene muchos años, de Pavón que le falta carácter, de Chus y Pignol que no tienen suficiente calidad, de Paredes y pulido que rinden por debajo de sus posibilidades .... puede que haya algo de todo esto, pero yo empiezo a pensar que además hay brujas, alguien ha echado mal de ojo.

La segunda parte confirmó los peores temores, Ayala, para colmo, se lesionó y el Hércules comenzó a hacer daño, especialmente cuando entraron Fernando Sales y Sendoa, un veterano de lujo y un joven prometedor, que entraron por las bandas aragonesas como el cuchillo en la mantequilla. Delibasic, a quien Pulido no cubrió bien en toda la tarde, llevó a la zaga blanquilla por la calle de la amargura y en tres minutos los alicantinos le dieron la vuelta al marcador. El Zaragoza, a base de pundonor, y es algo encomiable, se lanzó arriba y consiguió el empate en una falta tan magistralmente sacada por Zapater, que enmendó así un mal partido defensivo, como mal defendida por meta y defensa visitante.

El Zaragoza pudo haber resuelto el partido en el primer tiempo, se puede quejar de un gol dudosamente anulado, pero igual de cierto es que en la segunda mitad el partido fue del Hércules, que, aunque a la hora de la verdad no tuvo excesivas oportunidades, el público se echaba a temblar en cada uno de sus ataques y que demostró ser un equipo muy serio, bien armado y con unos jugadores arriba -los citados Delibasic, Sales y Sendoa, más Rubén Navarro, Tote y Tuni- de primera división.

Marcelino volvió a darle bastantes minutos a Ander Herrera, de nuevo el primer cambio, demostrando el chaval que tiene unas condiciones especiales para el fútbol, que sabe latín y es muy listo jugando, pero que aún tiene que madurar y que no sería bueno cargar sobre él más responsabilidades de las aconsejables.

Es una pena el empate, fundamentalmente porque hubiera sido buenísimo regresar a puestos de ascenso, pero no caben lamentaciones, y solamente debe pensarse en que aún quedan muchos puntos en juego. El sábado se juega en Mendizorroza frente al Alavés, un equipo que nunca se nos ha dado bien y un tipo de partido de los que solemos perder, pero empieza a ser cuestión de vida o muerte.









Fotos: www.zaragocistas.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Las veces que he visto jugar al tal Sendoa, me ha precido que es un jugador excelente. Los zurdos suelen tener siempre algo especial; quizá por eso son tan buscados y deseados por los equipos. No sé si fue una casualidad que su entrada ayer coincidiera con la remontada herculana, pero algo tiene el agua cuando la bendicen....

Ojalá ganéis el sábado: por vosotros y por los míos, que tanto necesitan la derrota del Alavés... Por cierto, ¿recuerdas cuando, hace ya años, en los estadios de Euskadi y Navarra cantaban aquello de 'Somos tres, somos tres, sólo falta el Alavés'? Pues ahora tendrían que añadir un verso a esa cancioncilla: 'Sólo falta el Alavés..... y la Real'. Y como se descuiden un poco, también faltará el Osasuna. En fin, allá se las compongan.

Modestino dijo...

Sendoa ya nos amargó la vida en una eliminatoria de Copa -de esas a partido único en octubre de 2005 cuando jugaba en el Alicante -entonces en 2-B- acabamos ganando tras 12 o 13 pénaltis. Por cierto que mientras se disputaba el partido estábamos tú y yo cenando con dos ilustres letrados y amigos -uno alto y calmoso y otro bajo y cabezón- en el Restaurante Forum de Tarraco, tras lo que nos tomamos un pelotazo creo que en la calle Reding.
Ayer el chico amargó la tarde a Zapater y el gol de Delibasic fue medio suyo.
También Fernando Sales se merendó a Pignol, aunque el francés habría hecho internacional a Canabal.
Creo que ayer vi a un equipo que jugará en primera, ...ya no nos queda sitio.

Modestino dijo...

Rectificación: El segundo del Hércules lo fabrica Farinós, no Sendoa.