El domingo nos despertamos con la noticia del fallecimiento de "Miliki"; hay muertes que dejan indiferente, otras que se toman de distinta manera según las valoración que te merezca el finado, incluso con controversia y opiniones encontradas. En el caso de Emilio Aragón padre no ha habido discusión, todos, en mayor o menor medida, hemos sentido el adiós de alguien que nos supo hacer disfrutar en su tiempo, haciéndolo además con la sencillez y la naturalidad de quien ha convertido su vida en la constante búsqueda de la sonrisa ajena, porque a Miliki, como a Gaby y a Fofó, a los que imagino allá arriba dándole la bienvenida con el "Hola, Don Pepito", no había más que mirarles a los ojos para saber que hacían el trabajo con el corazón, que su felicidad era conseguir la de los demás. Era el único superviviente de los tres payasos de la tele que a partir de 1973 supusieron un auténtico fenómeno sociológico en España; creo que los de mi generación y, más si cabe, los de las inmediatamente posteriores, hemos sentido un "agujerito" especial en el alma con el adiós de este hombre, un vacío interior que tal vez se explique porque Miliki y su troupe nos traen el recuerdo de cuando todo parecía más simple y, en cierta manera, su personalidad consigue sacar de nuestras entretelas ese niño que todos conservamos dentro.
Me acuerdo perfectamente de la conmoción que supuso la muerte de Fofó en 1976; los españoles somos sensibles y nos encariñamos fácilmente con la gente, especialmente cuando vemos bondad, generosidad y sencillez en alguien. Los "payasos de la tele" aparecieron casi sin avisar; venían de una larga época trabajando en Argentina, Venezuela y otros países de la zona y sin más armas que unas ropas de apariencia ridícula, el dominio absoluto de la escena y un saber hacer fuera de lo común se metieron en el bolsillo a niños y mayores. Quienes habíamos llegado al uso de razón por entonces no podemos ni queremos olvidar el ¿cómo están ustedeeees? o esas canciones que incluso hoy en día siguen protagonizando cumpleaños, celebraciones, excursiones, juegos y guarderías: "La gallina Turuleta", "Hola, Don Pepito", "Susanita tiene un ratón", "Dale Ramón", "El coche de papá", "Mi barba tiene tres pelos", la de la niña que no podía jugar, esa de que "mi familia, sí señores, somos músicos de honores ..." y, por descontado, el inmortal "Feliz, feliz en tu día, amiguito que Dios te bendiga ...". Todo el trabajo de Miliki y cía era un dechado de imaginación, creatividad y buen gusto, un auténtico y genuino soplo de aire fresco, una forma de hacer que ha desaparecido de la televisión.
Miliki no era, precisamente, un pardillo ni un hombre dedicado en exclusiva a hacer de payaso por tradición familiar; la vida artística y profesional de Emilio Aragón fue mucho más allá y así se dedicó a la música, lanzando, al grupo Monano y su Banda, y sobre todo, colaboró decisivamente con su hija mayor, Rita Irasema. Con ella sacó discos como "La vuelta al mundo en 30 minutos" (1986), "El flautista de Hamelín" (1987), "Vamos a marcarnos una canción" (1991), "¡Superdiscoguay!" (1992), "¿Estás contento? ¡Sí señor!" (1994) y grabó programas de televisión: "!TVE ya no es la única cadena en España!", realizando espacios infantiles tanto en Telecinco, "Superguay", como en Antena 3, "La merienda" y "La guardería". En 1987 dirigió la película "Yo quiero ser torero!", junto al dúo Sacapuntas, y otra vez con Rita creó el espectáculo "El circo del arte". En 1996 Aragón desempolvó su pasión por escribir y publicó sus memorias, "Recuerdos". De 2001 a 2009 publicó "La máquina de los coches", "Juan Olores", y "Con alma de niño". En 2008 escribió "La providencia" con el seudónimo de Emilio A. Foureaux -nombre de su padre-, una novela destinada al público adulto sobre un militante de la guerrilla en la revolución cubana que huye de Fidel Castro y en el pasado mayo se editó su segundo libro para adultos, "Mientras duermen los murciélagos", otra novela de huidas, en este caso de unos comediantes a través de la Europa nazi. Sus últimos discos los grabó en 2008 y 2009, destinados y dedicados a quienes fueron su público fiel: "A mis niños de 40 años" y "A todos mis niños". Sin duda ha muerto un gran hombre, descanse en paz.
12 comentarios:
Recuerdo el día que me regalaron el disco de "A mis niños de 40 años" , mis hijos eran muy pequeños y nos pasamos una tarde ideal cantando y bailando sus canciones.
Un gran hombre, una estupenda persona y un gran artista. Descanse en Paz.
Por cierto he oido que su canción de la niña que no podía jugar pq tenía que lavar planchar etc , la tuvo que modificar por sexista (sin palabras)
Sí, ahora a lo mejor tendrían problemas: entre la canción de la niña, eso de decir que Dios te bendiga en el feliz en tu día, ...
¡Me has emocionado Modestino, de verdad!
Fíjate si te conozco que cuando me enteré de la muerte de Miliki, estuve tan segura de que le ibas a dedicar una entrada y además mejor que la que hubiera escrito yo, que me abstuve...et voilà!
Yo fui una de esas niñas - con gruesas gafas y trenzas - que nose perdía su programa. Lo veía con el único hermano que tengo, entonces ¡tan unidos! y del que ahora por desgracia, no sé nada...en una tele birriosa y borrosa pero para mí eran los mejores y alegraron mi infancia de niña tristona.
Insisto, ¡Gracias por revivir recuerdos entrañables que casi se evocan entre lágrimas!
Y Miliki seguro que lo tendrá Dios en su Gloria porque le tengo en el mejor de los conceptos: como persona, como padre y como profesional.
¡Y alguien que ha vivido para hacer felices a tantos niños tiene que caerle a Dios, fenomenal!
Un besazo
Asun
Tanto la de cumpleaños feliz como la de " lunes antes de almorzar ..." (esta con variaciones referentes a mi profesión) las canto
No comparto eso de que mi post sea mejor que el que huvbieras hecho tú, que eres más imaginativa y audaz ... ;).
A Dios le cae bien Miliki, e imagino que casi todo el mundo, que su capacidad de querer es mayor, digo yo :).
Un abrazo¡¡¡¡
P.D. suelo hacer obituarios, aunque alguna vez alguien que conoces perdió una apuesta, pues murió el solista de Bonnie M y no hice nada.
Mil gracias por tus cariñosas palabras, amigo..
¡¡¡Que se ha muerto el negrito de Boney M!!!!
Cachisenlamar....¿¿Lo ves? Sin tus entrañables obituarios no me entero!!!
Un abrazo
Asun
Hombre, la cancioncilla de la niña que no podía jugar porque tenía que planchar o limpiar o cocinar, algo misógina sí que era, ¿no?
Desde luego, seguro que fue compuesta sin maldad, pero no creo que hoy día sirviera de ejemplo para nadie.
Qué nostalgia, Modestino, en cualquier caso.
Se fue un gran artista.
Saludos
...yo recuerdo verlos en directo en una actuación en la Plaza de Toros de Tarragona, y me sorprendió (!) verlos con aquellos vestidos rojos que siempre había visto en blanco y negro.
Y por supuesto, si no me cantan el "Amiguito que Dios te bendiga" ... ¡¡como que no cumplo!!
EPD Miliki...
Brunetti, es cierto que ahora es una canción fuera de lugar, pero prefiero esos "excesos" a otros de ahora. No muchos años después que los payasos recordarás que salieron Las Vulpes con su tristemente célebre "Quiero ser una zorra" ...
Saludos bien cordiales!
Tal vez en una plaza de toros se vieran demasiado lejos, Tomae.
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