El Real Zaragoza, como venía ocurriendo en los últimos años, tuvo que recomponer más de medio equipo este verano; los aficionados nos impacientamos y nos fuimos desanimando conforme veíamos que pasaban las semanas y los refuerzos venían con cuentagotas, que jugadores cuyos fichajes parecían cerrados -Javi Fuego, Armenteros, Sidney, Mario Bollatti, ...- se quedaban en el camino y que muchas de las nuevas adquisiciones parecían de segunda fila. Los técnicos del club también buscaban gente para reforzar a un equipo que había realizado una flojísima temporada en 2ª B y Ander Garitano, ese excelente interior zurdo que llegó un día del Athletic y a quien como entrenador le pudo la responsabilidad, trajo entre otros a un medio centro defensivo del Jaen, Jose Mari y a un extremo del Badalona, Víctor Rodríguez; ninguno de ellos había pasado de la 2ª B, llegaron a Zaragoza sin que muchos se enteraran y viajaron de relleno a la concentración del primer equipo, demostrando tanto a Manolo Jiménez que de hecho no llegaron a debutar con el filial y se han convertido en titulares de un Zaragoza que si bien empezó renqueante a tomado el pulso a la competición y ya comienza a dar a su afición unas expectativas que hacía años no tenía, por mucho que ya sabemos que en esto del fútbol "hoy sí mañana, no".
Víctor Rodríguez se formó en la cantera del Barça, siendo coetáneo de Jordi Alba, aunque ni uno ni otro terminó triunfando allí a la primera, Alba se marchó al valencia, donde triunfó tras pasar un año en el Nastic de Tarragona, regresando al Nou Camp a golpe de talonario, mientras Víctor, al que se asegura se le dio la baja por ser demasiado pequeñito, hubo de buscarse la vida en el fútbol catalán de segunda fila. El barcelonés supo encontrar su segunda oportunidad y desde su debut de la segunda jornada en Cornellá se ha convertido en un fijo en el equipo tipo de Jiménez. Todo el mundo está encantado con un hombre que posee un formidable dominio de balón, es rápido, inteligente y juega un fútbol directo, no tiene miedo a disparar y centra como los ángeles, habiendo dado ya cinco asistencias. Jugadores que habían venido tras largas negociaciones y con inversión de dinero como Wilchez, Bábovic o Javi Álamo calientan banquillo o grada, mientras este joven catalán que entró por la puerta trasera no sólo es titular, sino que se ha convertido en una de las figuras del equipo y su nombre comienza a cotizarse en el fútbol nacional.
El caso de Víctor es toda una lección para quienes piensan que solamente cabe montar un equipo a golpe de talonario; en cuanto un jugador destaca aparecen diversos clubs que pretenden hacerse con sus servicios, algo que encarece el mercado, sobrevalora a los jugadores y lleva a más de una desilusión. Víctor, como José Mari y otros jugadores que ahora destacan en primera -no hay más que ver las plantillas de equipos como Rayo, Celta o Valladolid- han demostrado que para formar un conjunto con posibilidades basta con saber buscar gente con calidad, profesionalidad y ganas de triunfar, y de eso hay por toda España bueno, bonito y barato. Al Zaragoza históricamente le ha ido bien buscar en los rincones, desde los casos de Marcelino, que llegó del Lugo y Lapetra, fichado del Guadalajara, pasando por jugadores como Rico, Rubial, "Pichi" Alonso, Señor, Herrera, Aguado o Belsué, siempre ha solido acertar con futbolistas semi-desconocidos ... hasta que la filosofía de Agapito Iglesias provocó que se optará por invertir millones en Aimar, Luccin, Matuzalem, Ayala o Pavón, nombres que acabaron constituyendo rotundos fracasos e hipotecando gravísimamente al club.
Ahora queda confiar en que Víctor siga demostrando lo que vale, que permanezca muchos años en el Real Zaragoza -toquemos madera- y que esta filosofía se extienda y aprendamos de una vez que se trata de jugar al fútbol no de hacer negocios frecuentemente ruinosos ni de llenar la nómina de pijos y snobs.
2 comentarios:
Que éste fin de semana marcara cinco goles el zaragoza! yo no recuerdo cuando fué la última vez...
Las canteras de los clubes y sobre todo las de Madrid y Barça no da a basto para sacar todo lo que tienen, lo ideal sería tener un futbol base que nutriera al primer equipo pero si no puede ser... al menos tener buenos oteadores que aprecien la calidad de un jugador.
La última vez que marcamos 5 goles en Liga fue en mayo de 2005 frente a Osasuna (5-1) y la última vez que remontamos un 0-2 fue en diciembre de ese año frente al Athletic (3-2).
La cantera del Zaragoza ha sido despreciada y desaprovechada casi siempre. La del Barça ha dado unos frutos extraordinarios, mientras que el Real Madrid apenas ha dado oportunidades a sus canteranos: Raúl -que empezó en el Atlético- y Casillas son excepciones.
Publicar un comentario