Esta mañana ha fallecido en Neuilly-sur-Seine, localidad cercana a París, donde nació hace 70 años, la cantante France Gall. La artista llevaba dos años luchando contra un cáncer de mama que se le había reproducido tras haber superado años antes un primer tumor. France Gall fue una auténtica estrella en el panorama francés de los años 70 y 80. Las crónicas hablan de que fue su padre, el letrista Robert Gall, quien la metió desde pequeña en este maravilloso mundo de la música. Robert Gall había escrito letras, entre otros, a artistas como Charles Aznavour o Edith Piaff, como es el caso de la tierna y bella "La mamma".
La cantante fallecida triunfó en un país y una poca de auténtico lujo en lo que a grandes solistas se refiere, pues al citado Aznavour cabía añadir nombres como Sacha Distel, Juliette Greccó, Sylvie Vartan, Gilbert Becaud, Christophe, Antoine o el recientemente fallecido Johnny Halliday. Los primeros éxitos de France Gall fueron «N'écoute pas les idoles», «La Cloche», «Les Rubans et la Fleur» y «Laisse tomber les filles». Era entonces una casi adolescente de 17 años.
El éxito definitivo de la joven parisina llegó cuando Luxemburgo la eligió como representante en el Festival de Eurovisión de 1965. Eran tiempos en el que tanto Francia como Luxemburgo solían elegir jóvenes intérpretes con voz bonita y rostro agradable, muchas de las cuales triunfaron, como es el caso de Isabelle Aubret (1962), Frida Boccara (1970), Vicky Leandros (1972), Anne Marie David (1973) y Marie Myriam (1977). France Gall interpretó «Poupée de cire, poupée de son», un tema pegadizo que no solamente se llevó el premio, sino que se escuchó por toda Europa. En concreto, consiguió 32 puntos, 6 más que los logrados por la británica Kathy Kirby. España no fue tan afortunada y nuestra Conchita Bautista, con su "Qué bueno, qué bueno" no obtuvo voto alguno y quedó última ex-aequo con Finlandia, Bélgica y Alemania Occidental.
A partir de los años 80 la estrella de France Gall brilló bastante menos, aunque tuvo también sus momentos álgidos. Las noticias que comentan su fallecimiento nos hablan de dramas familiares como la muerte de su marido y la de una de sus hijas, así como su elogiosa y constante dedicación a trabajar en favor de organizaciones benéficas.
France Gall ganó Eurovisión en una época en la que con escenarios mucho menos sofisticados, canciones más sencillas y sin apenas golpes de efecto, el Festival era seguido con una expectación enorme. Con su sonrisa, su melenilla rubia y sus "insultantes" 18 años la francesa se ganó al público, a los aficionados de toda Europa y, fundamentalmente, al Jurado. descanse en paz.
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D.E.P
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