6 de octubre de 2015

Henning, fuiste el primero


Ayer falleció en Gotemburg Henning Mankell, con él se va el hombre que consiguió poner en órbita por todo el mundo la novela escandinava de intriga, a partir del boom de "La Quinta mujer" allá por los inicios del nuevo siglo,  las aventuras del Inspector Kurt Wallander primero, y una larga lista de "emuladores" después se convirtieron en lectura irrenunciable de millones de aficionados al género.

Cuando -vía mail- comentaba la triste noticia con mi amigo Brunetti, éste recordaba una frase repetida por Mankell en la saga "Wallander":  “Hay un tiempo para vivir y un tiempo para morir”, palabras que vinieron como anillo al dedo, a la vez que sirvieron de consuelo ante la certeza de que el escritor fallecido sabía asumir con paz y serenidad su destino.

Es bien cierto que los orígenes de la novela policíaca de los países del norte de Europa se remontan mucho más allá de Mankell, cuando la pareja sueca formada por Maj Sjöwall y Per Wahlöö fueron escribiendo su maravillosa decena de novelas protagonizadas por el inspector Martin Beck, redactadas en los años 60 y 70, y en las que lo importante era el trabajo de campo de los policías, pues no había pruebas de ADN, internet, ordenadores ni conferencias por skype. Pero fue sin duda Mankell quien impulsó definitivamente una forma de escribir, un estilo que en poco más de una década se ha convertido en clásico.

Recuerdo que fue una ilustre abogada penalista de Barcelona quien me recomendó leer "La quinta mujer", hasta entonces nunca había escuchado hablar de Mankell, el nombre de Kurt Wallander ni me sonaba ... a partir de ahí Henning Mankell primero, y un buen número de autores después -Arnaldur Indridasson, Steig Larsson, Karim Fossum, Jo Nesbo, ...- han sido mis libros de cabecera durante largos períodos. "La falsa pista", "Cortafuegos", "Pisando los talones", ... fueron cayendo uno por uno todos los títulos protagonizados por ese policía sueco algo desnortado, caótico, desaliñado y más bien pesimista, pero por encima de todo honesto y capaz de terminar saliéndose con la suya.

Descanse en paz Henning Mankell, gracias a él he pasado ratos inolvidables.

5 comentarios:

Brunetti dijo...

Qué pena, Modestino, el gran Mankell se nos ha muerto en su plenitud.

Nunca olvidaré que fuiste tú quien me lo diste a conocer. Incluso aún recuerdo cuándo y dónde: una tarde de otoño, mientras caminábamos por la calle Gasómetro, en Tarragona. De manera que no podía ser otro sino tú quien me informara ayer de su muerte. su muerte.

No tengo duda de que ha sido el mejor autor de la llamada "novela negra escandinava": ni Larsson, ni Nesbo ni Indridasson (aunque este último considero que es el que más se le asemeja). Mankell y su indefinible inspector Kurt Wallander han pasado a ser ya unos clásicos del género.

Como últimamente me ha dado por releer, no descarto volver a retomar alguna de sus inolvidables novelas; por ejemplo, "Pisando los talones" o "La falsa pista", aunque el título que más me ha gustado siempre de la saga es "Los perros de Riga".

En todo caso, siempre nos quedará el recuerdo indeleble de Wallander, un nombre tan hermoso que igual serviría para ponérselo a un perro que a un barco que a un caballo.

Salud!

Modestino dijo...

Me eleva la autoestima saber que te he ayudado a descubrir algún autor ... tu me hiciste descubrir unos cuantos mas: Carrere, Auster, Llamazares, ...

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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