Uno de los certámenes musicales que han sobrevivido en el tiempo es el Festival de Eurovisión. Hace muchos años que no lo veo e intuyo que ha perdido la trascendencia e interés que tuvo en en las primeras décadas de la segunda mitad del siglo pasado. Si desato la memoria, la última vez que recuerdo haberme "tragado" entero el certamen fue en la desangelada sala de televisión del Parque de Artillería de Valencia .... y de mi servicio militar han pasado ya 34 largos -aunque rapidísimos- años.
Mis primeros recuerdos del Festival se remontan a los tiempos en que nos representaba Raphael -"Yo soy aquél", "Hablemos del amor", ...- que allá por 1966 era lo más brillante que teníamos en España en lo que entonces se llamaba canción ligera. El cantante de Martos elevaba las prestaciones que años anteriores habían ofrecido Conchita Bautista, José Guardiola, Los TNT y alguno más, aunque nunca superó posiciones discretas. El primer festival del que guardo memoria fue el celebrado en Viena en 1967, donde triunfó una inglesa que cantaba descalza y se llamaba Sandie Shaw con una canción que dio la vuelta al mundo y en España se tradujo como "Marionetas en la cuerda".
Un año después, en Londres, Massiel daba la campanada y se imponía con "La,la, la", un tema compuesto por el Dúo Dinámico y al que renunció por querer interpretarlo en catalán Joan Manuel Serrat. El triunfo de la cantante madrileña supuso en esa España del desarrollo y la televisión pública exclusiva un éxito que se transcendentalizó casi tanto como la llegada del hombre a la Luna o la coronación del Everest. Efecto colateral del premio fue la celebración del Festival en España en 1969: el evento tuvo lugar en el Teatro Real de Madrid y dio protagonismo a nombres ilustres del momento como Arthur Kaps, Laura Valenzuela y, por supuesto, la cantante valenciana Salomé, que con un tema denominado "Vivo cantando" volvió a ganar, esta vez compartiendo trofeo con una francesa llamada Fridda Boccara, quien interpretó una deliciosa balada que, como era frecuente en los paises de habla francesa, hablaba de niños, pájaros, parques, árboles, ..., la holandesa Lenny Kurr, cantando "The trovadour" mientras gastaba la guitarra española y la inglesa Lulu, con vestido y peinado que competían en cursilería e interpretó un tema pegadizo titulado "Boom bang a bang".
Desde entonces ha llovido bastante. Tras Salomé otros cantantes representaron a España: Julio Iglesias, con "Gwendolyne", en torno a la cual se contaron cuentos increíbles, Karina y Mocedades, que quedaron segundos, en el caso de los bilbaínos habiendo merecido el triunfo, Jaime Morey, un cantante de lo más relamido, Peret, que con dos gitanas llamadas la "Chelo" y la "Payoya" cantó en todos los sentidos , contrastando con la explosión de calidad y modernidad del grupo Abba y su "Waterloo", Micky, Braulio, ... y Betty Missiego que llegó en cabeza a la última votación, que correspondía al jurado español, que en tan elegante como quijotesca decisión dio los votos al ganador, los israelitas Gali Atari & Milk & Honey con su "Hallelujah". De la década de los 80 vienen a mi cabeza los nombres de Remedios Amaya -0 votos con "¿Quien maneja mi barca?"-, Bravo, todo un descubrimiento su "Lady, lady" y Paloma San Basilio, que interpretó "La fiesta terminó" y mereció mejor suerte.
A vuela pluma vienen a mi cabeza dos elegantísimas y guapísimas cantantes que dieron el triunfo a Luxemburgo en 1972 y 1973: Vicky Leandros -"Apres toi"- y Anne Marie David -"Tu te reconnaîtras"-. Me gustó mucho un bellísimo tema de amor del representante belga en 1978, Jean Vallée, titulado "L'amour ça fait chanter la vie". Fue emotivo el éxito de Irlanda en 1970 con una adolescente llamada Dana -"All kinds of everthing" y en 1980 con Johnny Logan -"What's Another Year?"-, quien por cierto repetiría triunfo siete años después. Posiblemente uno de los "grandes momentos" del Festival fue el ya referido triunfo de Abba. Llamativa la escultural alemana Katja Ebstein, tercera clasificada en 1970 y 1971 -"Wunder gibt es immer wiede" y "Diese Welt" Y por supuesto el nivel de los representantes de Italia, a pesar de que no solían obtener grandes resultados: Doménico Modugno, Iva Zannichi, Massimo Ranieri, Gianni Morandii, Nicola di Bari, Al Bano y Romina Power, Sergio Endrigo. ...
Evidentemente eran otros tiempos, otros gustos, otra música.
4 comentarios:
Hola. también hace años que no veo el Festival porque perdió su esencia y creo que ya no tiene razón de ser. Cuando cantó Julio Iglesias, Rafael o Massiel sí era un acontecimiento. Me gustó recordar la historia y el pasado del festival en tu reseña. Seguimos en contacto
Me sigue fascinando, será por lo kitsch...
A mí también me fascina. Debo de ser un friki, porque desde hace más de 10 ó 12 años procuro no perderme la retransmisión del Festival, aunque sólo sea por la espectacular puesta en escena y por los geniales comentarios del gran José María Íñigo.
Por si fueran pocas esas las razones, he de reconocer que hasta aprendo geografía, con tantísimos países que hoy día pertenecen al circuito de Eurovisión.
Así que mañana sábado, ¡Pizza y cerveza!
Larga vida al Festival!
Yo llevo unos diez años casi fuera de juego. Solamente recuerdo a Pastora Soler, la cutrez del Chiquilicuatre y poco más.
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