9 de octubre de 2014

La fresca de la mañana


Hace quince días que estrené edificio nuevo en mi trabajo; una de las consecuencias de mi nueva situación es que cada mañana tengo que encaminar mis pasos a la otra punta de Huesca y el viaje que durante 13 años ha rondado los 12-15 minutos, ahora supone media hora aproximadamente. El aumento de la distancia tiene la gran ventaja de que me va a venir muy bien ese doble paseo diario, pero he descubierto que no es la única.

De mi casa en el Paseo de las Autonomías hasta la "Estación Intermodal" el panorama no difiere en exceso de lo vivido hasta ahora: paisaje urbano, gente que se dirige al trabajo y niños camino del Colegio, aunque echaré de menos la llamativa densidad de colegiales que a esas horas caminan por la calle San Jorge, la del parque o la de Cardedera. Pero cuando enfilas la calle Zaragoza en dirección al sur el ambiente pierde en parte su estilo de ciudad y se respira un aire más sano, apenas se ven coches, se nota frecuentemente una grata brisa, ves campo, árboles y zonas de cesped y en torno tuyo ves pasar gente haciendo footing, personas mayores que dan un sano paseo matinal y ciudadanos sacando a pasear a sus perros. 

Es una ocasión de valorar y agradecer ese aire limpio que consigue que llegues a trabajar con un impulso añadido que viene muy bien. Y a la vez pienso en el metro, en los tubos de escape de los vehículos, los humos de las fábricas, los atascos madrileños, los pasos de peatones que se hacen eternos y tantas cosas más y me parece un privilegio llegar a trabajar a pie y con la "fresca de la mañana".



8 comentarios:

Susana dijo...

Estás ganando en salud seguro. Un beso.

Modestino dijo...

Sí, supongo que el colesterol, el azúcar y demás "bichos" deberían ir a menos.

sunsi dijo...

En el fondo, Modestino, vivir en una ciudad pequeña te permite lujos como el que explicas en el post. Me alegro mucho. Saludos, jurisconsulto... Y bona nit.

Modestino dijo...

La ventaja de las ciudades pequeñas es indudable, y a veces no valoramos lo que tenemos. Y es bueno recordarlo cuando surge la tentación de "volar" a Madrid.

Carmen J. dijo...

Pues no sé yo lo de la fresca de la mañana un día de enero por aquellas tierras. Te vas a constipar!

Driver dijo...

Te iba a escribir un comentario fresco, acorde con el tono de tu post, aderezado con gotas de rocío matutino y esa brisa de la mañana que te limpia las meninges de las telarañas nocturnas, pero...
Estoy en un atasco de mil pares de demonios, y no me sale nada, amigo.

Brunetti dijo...

Y si encima la mañana amanece nublosa o lluviosa (el culmen de la felicidad), ni te cuento, compadre.

(Aquí cada uno barre para su casa).

Salud!

Modestino dijo...

En invierno hará más frío sin duda, pero en Huesca capital no es para tanto, hace frío hacia el Pirineo, eso sí.