En las misma semana han fallecido el presidente del "Banco de Santander", Emilio Botín y el Presidente de "El Corte Inglés", Isidoro Álvarez.. Es un buen momento para recordar que la muerte no hace distinciones, que como decía un viejo amigo es "la gran igualadora". Aún recuerdo el ripio de quien era hace unos 25 años párroco de la iglesia del Serrallo de Tarragona: "Muere el rey, muere el Papa, muere el que no tiene capa, de la muerte nadie escapa" ... y así es.
Botín era un banquero y Álvarez un empresario; no conocí a ninguno ni tengo datos fehacientes sobre su vida personal y profesional, aunque parece que muy mal no lo debieron hacer para mantener en pie dos entidades tan importantes. No me considero nadie para juzgar ni a uno ni a otro, ni a nadie y, por supuesto, respeto la opinión que pueda tener cada cual sobre ellos ... muy especialmente la de quienes les conocieron en profundidad y la de quienes sin conocerlos manejan datos objetivos con imparcialidad. Lo que me ha llamado la atención, ... más bien me ha puesto los pelos de punta es la gratuidad que en redes sociales y foros, frecuentemente desde la "audacia" del anonimato, se han dedicado a manifestar la alegría que les daba su fallecimiento, a insultarles con todo tipo de epítetos de los más "delicados" y a presumir que fueron responsables de todo tipo de tropelías y delitos, por supuesto sin pruebas ni conocimientos y con no poca frecuencia con llamativas faltas de ortografía. Me parece preocupante, a ver si a este paso terminamos pasando de la "casta" a la "chusma".
8 comentarios:
Pues si. Es vergonzoso. Yo digo que es envidia. Perdona las faltas. Es que escribo desde la tablet. Un beso.
Es cierto que eran buenos gestores y que a nivel personal a sus familiares les debe doler su muerte, pero también se entiende que haya personas que lo estan pasando muy mal y ven como algunos aprovechando sus contactos cada vez son más ricos y se permiten menospreciar al que solo tiene su trabajo para vivir honradamente.
Es lógico que sientan satisfacción al pensar que, al menos al final, todos somos iguales.
A mi no me parece logico, me parece triste. Y no se si los que dicen barbaridades son de los que lo estan pasando mal -algo que podria atenuar su actitud- o sencillamente carecen de elegancia y les sobra brutalidad. Botin era banquero y puede que los bancos sean en algunos casos sospechosos, pero si lees la vida de Isidoro Alvarez no ves mas que una persona excepcional.
Me duele el estilo que he visto y me preocupa que este extendido.
No creo que los ricos tengan que ser necesariamente malos ... pero a lo mejor soy un ingenuo. Un saludo!
Susana, la envidia siempre ha sido deporte nacional, aunque en este caso no tengo nada claro que sea ese el problema, mas bien me parece que se ha acentuado la vision critica, algo que me parece sano, pero que considero puede llegar a ser nefasto cuando no se controla y no se comprueba nada pues entonces llega la la agresividad y hasta el disparate.
Decía yo el otro día que en España sólo se entiende que gane mucho dinero un futbolista, porque láser lo que hace un futbolista está al alcance de cualquier ignorante, pero saber qué hace y a qué dedica la jornada el presidente de una gran compañía no se lo pueden imaginar esta gente tan "ilustrada". Este es un país en que decimos en el que admiramos al que le ha hecho rico la lotería pero no el trabajo. Sí, Modestino, es la envidia, la ignorancia y el rencor, que es más fácil de potenciar que sus contrarios. Masa, chusma, qué más da. En fin.
Sí, rencor veo bastante ... se ha perdido buena parte de la capacidad de convivir pluralmente y en concordia, imagino que será tarea compleja analizar razones.
Si en este país dedicásemos toda la creatividad, inventiva e ingenio que se tiene para montar imágenes supuestamente graciosas y divertidas a las pocos minutos de fallecer esta gente, al desarrollo en investigación, a trabajar por la difusión de la cultura, etc. España sería la envidia de todo el orbe terráqueo. La avalancha de wassaps con montajes visuales que recibí tras la muerte de Emilio Botín lo acredita.
Imaginacion no nos falta. :)
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