5 de enero de 2013

La mejor selección polaca de la historia


El Campeonato del Mundo de Fútbol de 1974, celebrado en lo que entonces se llamaba Alemania Occidental, pasó a la historia por el triunfo final de la selección anfitriona, la Alemania de Beckenbauer, "Torpedo" Muller, Maier, Breitner, Overath y cía que, por cierto, las pasó canutas por el camino -derrota ante vecinos del Este incluida- y por la formidable aparición de la "naranja mecánica" holandesa, que con Michels y Johan Cruyff al mando, dio toda una lección de fútbol total, aunque al fin y a la postre ésta quedara sin premio. Pero no sería justo que el protagonismo de quienes terminaron disputando la gran final dejara en el olvido el magnífico papel desempeñado por la selección polaca, un conjunto que entrenaba Kazimierz Górski, un legendario ex-futbolista del Legia de Varsovia, y que después de 36 años fuera de las fases finales realizó un fútbol extraordinario y terminó obteniendo el tercer puesto.

A Polonia no le tocó un grupo fácil, pues además de la modestísima selección de Haití, auténtica cenicienta del grupo y a la que los polacos le endosaron un humillante 7-0, le tocó lidiar con dos clásicos del fútbol de selecciones: Italia y Argentina. Los transalpinos mantenían a varios de los subcampeones de Méjico-70 -Fachetti, Mazzola, Zoff, Rivera, Riva, Bonisegna, ...- amen de alguna nueva figura -Causio, Chinaglia, Capello, ...-, mientras los argentinos llevaron a Alemania un equipo con un centro del campo de ensueño: Babington, Wolff, Brindisi y una delantera eléctrica formada por el "Ratón" Ayala, Mario Kempes y Houseman; con este potencial en sus rivales los polacos no eran favoritos, aunque a la hora de la verdad se convirtieron en los mejores de un grupo en el que terminaron primeros. Polonia venció a Argentina por 3-2 en un encuentro que dominó siempre y en el que pudo haber endosado una goleada de escándalo a su rival, una selección anárquica en la que fallaron estrepitosamente sus veteranísimos defensas Sa y Perfumo. En el partido decisivo vencieron 2-1 a Italia, que solamente pudo marcar en el minuto 85 y terminó eliminada a las primeras de cambio; de nuevo Polonia fue una máquina y dominó siempre a unos italianos demasiado veteranos y poco imaginativos.

La selección polaca funcionaba como una máquina casi perfecta y el conjunto primaba sobre las individualidades; no obstante había dos jugadores que destacaban sobre el resto, dos auténticos "superclase": el volante y capitán Kazimierz Deyna y el goleador Grzegorz Lato. Deyna era un jugador excepcional, un centrocampista ubicado en la retaguardia del medio campo, pero que era capaz tanto de cortar el juego rival como de organizar el ataque polaco y rematar las jugadas, de hecho marcó tres tantos a lo largo del Mundial. Ver jugar a Deyna era un espectáculo: elegante con el balón en los pies, dominador del juego, con capacidad de hacer pases a 100 metros, de ver el compañero desmarcado y de serenar el juego cuando hacía falta y poseedor de un disparo notable. El capitán polaco tenía 26 años en el torneo alemán y su formidable rendimiento provocó que tuviera un buen número de ofertas de las mejores ligas europeas; pero en aquella época Polonia permanecía esclava del poder soviético y no era nada fácil que se permitiera a un futbolista salir del telón de acero; fue la gran desgracia de este jugador, que pudiendo formar parte del Bayern Múnich, Liverpool o Real Madrid tuvo que conformarse con continuar en el Legia de Varsovia. Solamente en 1978, ya con 31 años, se le permitió fichar por el Manchester City, si bien su periplo por la Premier League fue decepcionante: 40 partidos en tres temporadas, la oportunidad había llegado tarde para él. De Inglaterra fue a Estados Unidos, a un fútbol menor, donde jugó en un par de equipos de San Diego; por entonces los problemas económicos y el alcohol habían minado sus condiciones. El 1 de septiembre de 1989, cuando regresaba de entrenar a un grupo de niños, fallecía a los 41 años en un accidente de tráfico en San Diego; cuentan que el maletero de su coche se abrió a causa de la violencia del impacto, liberando decenas de pelotas de fútbol que rebotaron huérfanas en el asfalto.

Lato fue ante todo un goleador, un hombre que tenía esa especial habilidad para meter la pelota dentro que solamente poseen unos cuantos privilegiados; pero además tenía otras cualidades: era rápido, escurridizo, sabía llevar la pelota y no era nada torpe con el balón. En Alemania Grzegorz Lato marcó siete goles y fue el máximo goleador del torneo, además el extremo del Stal Mielec era de esos jugadores que tienen la virtud de marcar goles decisivos, de hecho los suyos fueron determinantes para el avance de la selección polaca en Alemania-84, culminando su actuación marcando el único tanto del encuentro para el tercer y cuarto puesto en el que Polonia arrebató el bronce al Brasil de Rivelinho, Jairzinho, Luiz Pereira, Dirceu, Leao, Leivinha, etc. Lato tuvo el mismo problema que Deyna, y no se le permitió salir al extranjero hasta que cumplió 30 años, si bien no militó en ningún equipo de campanillas, conformándose con jugar en el Lokeren belga, el Atlante mejicano y el Hamilton, un desconocido conjunto canadiense. Fue en dos ocasiones máximo goleador de la Liga polaca (1973 y 1975), marcando 111 goles en 272 partidos.

Había otros jugadores de primera fila en la selección polaca, comenzando por el portero Jan Tomaszewski, un meta de una planta espectacular -1,93 m.-, ágil y seguro, que en el Mundial alemán se hallaba en el momento más dulce de su carrera; Tomaszewski había jugado en el Legia, si bien la mayor parte de su carrera militó en el Lodz, llegando a jugar un año en el Hércules de Alicante aunque con poca fortuna. El centro de la defensa era de primer nivel con un gigante fornido, Jerzy Gorgon, del Górnik Zabrze, que imponía como central fijo y un defensa libre de gran clase, Władysław Żmuda, que jugaba en el Śląsk Wrocław, fue nombrado mejor jugador joven del torneo y llegó a disputar cuatro mundiales con Polonia; en los laterales los cubrían con acierto Antoni Szymanowski y Adam Musial, ambos del Wisła de Cracovia. Queda dicho que Deyna era el eje del equipo, pero contaba con dos interiores excelentes: Henryk Kasperczak, un jugador de técnica y fuerza que me recordaba mucho al entonces cerebro zaragocista Pablo García Castany y jugaba en el Stal Mielec y Zygmunt Maszczyk un jugador finísimo que militaba en el Ruch Chorzów. Los compañeros de Lato en la delantera eran también dos futbolistas extraordinarios; el ariete Andrzej Szarmach era un jugador espigado, con una melena y un bigote rubios que le caracterizaban y que poseía un magnífico remate de cabeza; Szarmach, que militaba en el Górnik Zabrze y jugaría posteriormente en el Auxerre francés, marcó cinco goles en la fase final del Mundial alemán. Mi debilidad era el extremo izquierda del Legia de Varsovia Robert Gadocha, a quien llamaban el "Garrincha polaco", un zurdo cerrado con un juego eléctrico, un disparo potente y un guante en la pierna izquierda; Gadocha se iría luego al Nantes y terminaría, como Zmuda y Deyna, jugando en el fútbol USA.

Durante una larga época Polonia siguió manteniendo su condición de selección puntera, incluso ocho años después, en el Mundial de España repitió el tercer puesto, pero nunca volvieron a deleitar como en Alemania.

5 comentarios:

veronicia dijo...

De la seleccion de Polonia para el Mundial de 74 ni idea... pero viendo las fotos me llama la atención que a Polonia la vista la marca Adidas.
No me extrañaría de Alemania porque la marca es alemana, pero que tras el telón de acero Adidas vistiera una selección me ha resultado curioso.
He visto que la Republica Federal de Alemania vistió de Adidas, por una foto de Beckenbauer recogiendo eurocopa 1972, eso si todo en blanco y negro...

Modestino dijo...

En esa Eurocopa Alemania practicó un fútbol formidable, con un partido eliminatorio en Wembley frente a Inglaterra sencillamente magistar; fue el debut de Uli Hoebnnes como internacional y el mejor fue el interior zurdo Gunther Netzer, que luego jugaría en el Madrid y en el Mundial de 1974 estuvo ensombrecido por el gran Overtah.

En cuanto a que Polonia usara Adidas, las grandes empresas tenían su habilidad para introducirse en cualquier sitio, hasta en las puertas del infierno ;).

tomae dijo...

...sí Alemania ganó ese mundial en esa ocasión. Había una vieja estadística sobre países organizadores y ganadores del campeonato:

Sí el país organizador tenía su nombre (en español) que empezaba por vocal ... Uruguay, Inglaterra, Italia, Alemania, Argentina ... El país en cuestión ganaba el mundial.

Esta estadística se rompió en 1982 ...

PD.El Paje Amir, ... (apunta Veronicia) un viejo conocido mío y de Baltasar me ha comentado que sí le entregáis vuestras cartas a tiempo; la estadística de la Noche Mágica tarde o temprano se cumplirá.

Feliz Noche :)

Modestino dijo...

Lo de España en el 82 fue un fiasco de órdago.

kamiokatsura dijo...

No mames, jajaja. Lo de los campeones que iniciaban con vocal en castellano es simple coincidencia, hay una explicación simple de por qué ocurría eso.

Uruguay: Era la mejor selección del mundo en ese entonces y llegaba como doble campeón olímpico

Italia: Mundial comprado

Inglaterra: Mundial comprado

Alemania: Es Alemania, basta espíritu de lucha y un error del rival

Argentina: Un poco de todo, buen fútbol en momentos, suerte (Contra Brasil pudieron perder y por goleada) y situaciones raras como el 6-0 a Perú que sigue siendo muy comentado a la fecha)

Y España no ganaba ni de milagro. A duras penas rescataron el empate con Honduras.