25 de octubre de 2011

Homenaje a Andrés Gimeno

El pasado sábado tuvo lugar en el palau Blaugrana de Barcelona un homenaje al ex-tenista español Andrés Gimeno, quien con 74 años está pasando por una garve situación económica; allí se dieron cita los grandes tenistas españoles del momento, con el gran Rafael Nadal a la cabeza, junto a David Ferrer, Feliciano López, Tommy Robredo, Alberto Montañés, Fernando Verdasco, ..., así como auténticas leyendas de la historia del deporte de la raqueta en España: Manolo Santana, Joan Gisbert, José Luis Arilla, Emilio Sánchez Vicario, Sergi Bruguera, ... Habrá quien diga que a día de hoy hay muchos españoles que se encuentran en situación límite y nadie les hace un homenaje, pero por encima de estas suscepctibilidades a mí me congratula la solidaridad de quienes acuden en auxilio del compañero en apuros. El pasado viernes leí en el diario AS una entrevista con Gimeno en la que con toda sencillez relataba sus actuales dificultades para llegar a fin de mes, comentando que siendo un hombre que nunca había estirado más el brazo que la manga le salieron mal, a causa de la actual crisis económica, unas inversiones inmobiliarias y se malbarataron unas acciones: me parece ejemplar esta forma de admitir las propias miserias. Al mismo tiempo Gimeno se mostraba como un hombre humano y entrañable al contar cómo aún no ha superado el fallecimiento hace tres años de su hija de 40 víctima de un cáncer, comentando que ha sido su mujer quien le ha ayudado a salir adelante. Al mismo tiempo, el tenista catalán refería su fe y su confianza en Dios, otra confesión poco habitual hoy en día.

Mi primer recuerdo de Andres Gimeno se remonta a una retransmisión de la vieja televisión española de los años sesenta; en aquella época existía una división entre el mundo profesional y el amateur: yo estaba acostumbrado a los partidos de Copa Davis de Santana, Arilla, ... y desconocía la existencia de un circuito profesional; no sabría decir de que torneo se trataba, pero creo recordar que el español terminó ganando. El historial de Andrés Gimeno es muy importante, habiendo ganado en una ocasión (1967) la final de dobles de Wimbledon junto al legendario tenista norteamericano Pancho Gonzales, también en dobles perdió la final del Abierto de Francia junto a José Luis Arilla frente a los entonces imbatibles australianos Roy Emerson y Neale Fraser y la del US Open (1969) junto al mítico Arthur Ashe y frente a los también norteamericanos Bob Lutz y Stan Simith. Otra hazaña de la época profesional fue llegar en 1969 a la Final del Abierto de Australia, que perdió con Rod Laver, posiblemente uno de los cinco mejores jugadores de la historia.

Hubo un momento en el que se terminó la división referido, iniciándose la denominada edad "Open"; y aquí Gimeno consiguió, a los 34 años, cuando ya parecía que no había tiempo para grandes éxitos, imponerse en la Final de Roland Garrós; corría el año 1972 y en semifinales se plantaron dos españoles: Manuel Orantes y Andrés Gimenos, que habían partido como cabezas de serie 4 y 6 respectivamente; los grandes favoritos, el rumano Nastase, el australiano Bob Hewitt y el norteamericano Smith habían sido eliminados y los rivales de los tenistas hispanos parecían asequibles y todos esperábamos una final española. A la hora de la verdad solamente Gimeno cumplió, eliminado al ruso Alex Metreveli, mientras que Orantes caía sorprendentemente ante el joven frances Patrick Proisy. En la final el francés, un jugador que siempre apuntó mucho más de lo que consiguió, ganó el primer set, pero Gimeno reaccionó con enorme fuerza y barrió de la pista al galo (4-6, 6-3, 6-1, 6-1). Andrés Gimeno se convirtió en el tenista más veterano en ganar Roland Garrós, hazaña que casi cuarenta años después aún no ha sido superada.

En esta etapa final Gimeno aún consiguió otros títulos importantes: Hamburgo (1971), frente al húngaro Peter Szoke, Los Ángeles y Eastbourne (1972), ambos frente al farncés Pierre Barthés y Gstaad (1972) frente al italiano Adriano Panatta. Ese mismo año de 1972, realmente espectacular, también llegó a las finales de Bruselas y París Indoor, que perdió ante Orantes y Smith, mientras que en 1973 perdió la de Hilversum ante el holandés Tom Okker. Esta nueva época permitió a Gimeno entrar a formar parte del equipo español de Copa Davis; había sido una lástima que su condición de profesional hubiera impedido una equipo encabezado por Santana y Gimeno, quienes hubieran sido posiblemente capaces, junto a Gisbert, Arilla, Orantes, ... de conseguir la ensaladera unos años antes. Entonces Santana ya se había retirado y Gimeno aún hizo unos cuantos buenos partidos junto a Manuel Orantes. Mi último recuerdo del jugador nacido en Barcelona tiene que ver con sus sabios, ponderados y elegantes comentarios en los encuentros de la Davis retransmitidos por TVE. Sin duda, un hombre bueno que se merecía este homenaje y este apoyo


6 comentarios:

paterfamilias dijo...

Mis recuerdos de este tenista son ya como comentarista de televisión. Suscribo lo que dices de que hay que estar por encima de susceptibilidades, pero no comparto (sin acritú) lo de que nunca estiró más el brazo que la manga. No lo sé, pero a lo mejor aquellas inversiones inmobiliarias fueron un poco arriesgadas (y no lo digo con el ventajista conocimiento que ahora tenemos de la situación). Quizá ya en ese momento no era lo más prudente. No sé.

No obstante, le deseo todo lo mejor y me alegro que cuente con compañeros de profesión como los que el sábado le acompañaron.

Modestino dijo...

El en la entrevista hacía compatible una vida austera con esas inversiones ... habria que saber en qué consistían exactamente.

De cualquier manera, me alegra que Gimeno tenga más éxiito que el pobre "Antoñete" ;).

interbar dijo...

La crisis del mercado inmobiliario se está llevando por delante a mucha gente, unos conocidos como este gran tenista, otros no pero ¿quien se ha quedado el dinero?

Modestino dijo...

Ahí está la cosa, es una pregunta cuya respuesta no se si la sabe alguien, aunque la intuyan unos cuantos.

Suso dijo...

Era padre de Viaró...muy buena gente.

Modestino dijo...

No había mas que oirle hablar para descubrir que era un trozo pan.