16 de agosto de 2011

Ojos ilusionados


Cuando el pasado día de San Lorenzo salía de la Misa mayor en compañía de las personas que ocupaban conmigo sitio en la procesión que acompaña al Santo desde la Catedral me encontré con unos amigos en compañía de sus tres niños, quienes por lo que vi observaban el panorama de danzantes, participantes y autoridades con interés, con esa mirada de asombro e ilusión que solamente saben poner los más pequeños. Me acerqué a ellos y comprobé que andaban expectantes ante la figura del general de la zona, quien equipado con su uniforme de gala se encontraba a mi derecha. Aprovechando mi buena relación con éste le avisé para que saludara a esos jovencísimos admiradores, a quienes se dirigió con cariño y simpatía mientras éstos le miraban embobados, con unos ojos como platos.

La anécdota no tiene más enjundia ni trascendencia, todos en nuestra infancia construimos mil sueños a base de uniformes, sables y fajines, pero contemplar esos ojos iluminados por tan sencilla situación me conmovió, me hizo desear recuperar esa capacidad de asombro, de ilusionarme con escenas tan intrascendentes como la referida, no por tal ausencia de entidad sino porque en esa mirada infantil fluía la ingenuidad, la sencillez, esa candidez que vamos perdiendo y que nos puede llevar a las puertas de un carácter agrio, una visión desencantada de la vida o unos planteamientos ácidos.

El pasado día 10 deseé fervientemente recuperar el garbo para mantener una mirada joven, para que ante la realidad de unos años que inexorablemente limitan facultades y potencias, sea capaz de mantener la juventud interior suficiente para seguir asombrándome.


8 comentarios:

Driver dijo...

Tras la mirada de un niño encontrarás cuantos elementos te son imprescindibles para navegar.
Un casco ligero.
Velas limpias.
Un timón repleto de sentido común.
Una botavara ágil como la mente.
...
Tres cuartas partes del Globo son mares.
Navegados por mentes jóvenes.

Modestino dijo...

Qué bien lo sabes decir, amigo Driver. Me hubiera gustado compartir "chichi" y licores el día 13. Otra vez será.

Driver dijo...

Como dicen en mi pueblo:
"Hay más días que longaniza".
Repetiremos seguro, y contigo.
Es cuestión de no coincidir con San Lorenzo.
...
Hubo paella en la Llarga, alquiler de patín acuático, vino, chistes..., y gran parrillada donde Sunsi, con una importante mezcolanza de gentes e ideas.
Como colofón, misa dominical en El Loreto, "el hangar de Dios".

Por cierto, salió un "concepto modestinero", comentado con profusión por los presentes.
El concepto de "gente de bien".
Un "invariante" en la matemática de las relaciones, una constante que se repite en la Civilización Occidental.

Imprescindible punto de referencia en el devenir.

Fue una reunión de "gente de bien".
La próxima será contigo.

veronicia dijo...

A veces me llevo ojos de repuesto; los míos están cansados... paso un rato con mis sobrinos (santoremedio); agua con tierra es café, las muñecas son nuestros hijos y tomamos el té imaginario...
Si viéramos un general de gala nos daba algo...(igual lo tocábamos para ver si era de verdad y si nos habla seguro que le preguntamos por aviones y tanques...)porque sinceramente alucinan al ver la pareja de la guardia civil bajar del Patrol...

Esta tarde puede ser que haga de Gormiti o de princesa

Susana dijo...

Qué buena reflexión. Como dice la Biblia, hay que ser como niños. Un beso.

Modestino dijo...

El concepto de gente de bien es universal. Loreto me trae recuerdos notables, ... y la playa larga.
Veronicia, de la Guardia Civil aún impresiona más el tricornio.
Susana, es un buen consejo ese de la Biblia.

sunsi dijo...

Me parece, Modestino, que hay un tramo muy largo que va desde esos ojos que cuentas al momento en el que los redescubres. Se suele recuperar, si no has dejado de creer en la necesidad del asombro,cuando llegamos a las cuatro o cinco decenas. Probablemente los que solo llevan dos o tres digan "tierra trágame" y les entre vergüenza ajena porque están todavía instalados en adulteces.
Me ha encantado este post. Me siento identificada con él.

Gracias, jurisconsulto.

Con tu permiso, un beso especial para Veronicia.

Modestino dijo...

Todos nos instalamos en adulteces en algunas ocasiones.