Tengo que confesar que no recuerdo haber oído hablar de Amy Winehouse hasta que leí la noticia de que había tenido que interrumpir un concierto en Serbia por encontrarse bajo los efectos del alcohol y las drogas y, como ocurre en estas ocasiones, a partir de ahí no he parado de leer noticias que hacía referencia a la cantante londinense hasta la trágica mención de su muerte repentina el pasado 23 de julio a la edad de 27 años. Al parecer Amy era un auténtico prodigio como cantante y si hubiera llevado una vida equilibrada podía haber llegado a donde le hubiera dado la gana en esta profesión donde solamente alcanzan la gloria los elegidos, los mejores.
Poco puedo añadir por lo tanto a lo que dice la prensa acerca de la carrera musical de la malograda cantante, y si me he decidido a hablar del tema lo hago con la intención de reflexionar en torno a la agotadora avalancha mediática que, como ya ocurrió otras veces, recordemos casos como los de Michael Jackson o Marco Pantani, han traído consigo las circunstancias en que murió. Las dosis de morbo y mal gusto tienden a ser insoportables, además de que ahora parece que todo el mundo se vuelva reflexivo y moralizante. Pienso que, sin dejar de informar sobre la verdad de lo ocurrido y el estilo de vida que llevaba Amy Winehouse, habría que guardar un mínimo respeto por quien ha fallecido y no juzgar, algo que tendríamos que aprender a dejar de hacer de una vez por todas, pues tenemos una desgraciada costumbre de convertirnos en jueces de los demás, en oráculos de rectitud y criterio.
Ahora resulta fácil y cómodo decir eso de que se veía venir, el recurrente "ya lo decía yo", pero no es cuestión de poner a nadie en la picota, basta el ejercicio de reflexionar y plantearse qué se puede hacer para que estas cosas no se vuelvan a repetir, en personajes del mundo de la fama y en ciudadanos de a pie, porque tragedias de este tipo también las tenemos presentes alrededor nuestro. Las personas que parece que lo tienen todo, especialmente si, como fue el caso de Amy Winehouse, se ha llegado tan pronto a la cima, es posible que no acaben de asimilar el éxito y, a la larga, tanto dinero y tanta fama no lleve aparejado ni la estabilidad, ni la paz interior ni la felicidad. Y, además, también convendría que algunos pensaran si tal vez ha dado a la cantante algún empujoncito hacia el abismo.
10 comentarios:
Empujones le dieron muchos. Porque, hasta que se conoció su estado de salud, muchos apoyaban su comportamiento. Un beso.
En general esa es la impresión que tengo yo, aunque insisto en que es ahora cuando me empiezo a enterar del tema.
Tan sólo me gustaría hacer una observación sobre el estilo de Amy.
En muchas facetas del arte aparecen muy de tarde en tarde artistas que hacen algo realmente difícil.
Un pintor que con cuatro trazos determina la armonía de un lienzo.
Un escritor que aborda un tema manido y le da la vuelta con la agilidad con la que se voltea una tortilla de patatas.
Un constructor que le da un nuevo sentido a un material milenario con una idea muy simple.
Un jurista que condensa en dos frases cientos de legajos y jurisprudencia oscura.
Fijaos en cómo canta Amy.
Empieza como si estuviera cansada, como si la música y la letra estuvieran desfasadas unos segundos, en plan pasota, sin darse importancia y sin virtuosismo alguno.
Y cuando considera que las cierdas vocales han alcanzado la temperetura adecuada, ¡zas!, se reinventa en Soul, con el sonido más nítido y limpio que pensar se pueda.
Dominio, control y juego.
Las tres actividades reservadas a la gente que domina la técnica, como consecuencia inmediata de un gran respeto por el arte.
Estas tres características (dominio, control y juego), las podemos observar en algunos cuadros, en los entresijos de ciertas novelas y en los pasajes de determinadas sonatas.
Rotundidad.
Sí, usaré ese término.
Arte rotundo.
Yo no conocía nada ni de ella ni de su música a excepción de su estética.
Pero ahora he escuchado la canción Rehab, es preciosa (premio Gramy canción del año 2008)... Lo malo, es que al ver el vídeo subtitulado y a ella actuando entiendes como explica de forma clara y meridiana lo que es ser alcoholico.
Eres un auténtico experto, Driver: comprobado lo que dices.
Yo la verdad es que si la seguía, de hecho tengo algunos de sus existos en cd. Tenía una voz prodigiosa. Pero también decían que sus excesos acabarían con ella. No sé dónde leí que su padre dijo que su hija no llegaría a los 30 años.
Yo lo que siento es que, la gente que rodea a estas personas,quizá debieran preocuparse más por el bienestar de la actriz y no por conseguir éxitos. A veces da la impresión de que los revientan has ta morir. De todas formas yo no soy quien para juzgar nada, sobre todo porque desconozco su entorno, pero la historia se repite una y otra vez, algo pasa que no va bien... Dejemos que descanse su espíritu y recordemósla con lo mejor que ella nos daba, su voz.
...cuando la escuché por primera vez hace una vez, pensé que se trataba de alguien mayor, que había sufrido mucho, y que le había dado muchas vueltas a la vida. Eso es lo que pensé cuando escuché su voz.
Driver, sus ojos, si que son un lienzo, me enterado que no es tan fácil utilizar el perfilador (lápiz de ojos) tal como lo hacía Amy.
Tendríamos que aprender a no jugar nunca, cuestión por otra parte harto difícil ... o cuando menos poco frecuente.
Estoy con la teoría del empujón, Modestino. No se puede tenerla de gira de conciertos cuando ni se tenia en el escenario..Me da que explotaron esa faceta..la canción famosa del Rehab..no,no,no, parece que se nos queda que la que no quería Rehab era ella, que no podian con ella, esa rebeldía tenía su punto, encajaba demasiado bien con el estilo de su música.
No se puede juzgar pero mi impresión es que en los últimos tiempos estaba mas para reposo y clínica, si o si, que para giras y conciertos..pero aunque suene duro puede que llegado un punto preveyeran que iba a valer mas muerta que viva..No se por que me da que se la dejaron ir..
Sorry, no hay acentos en este teclado. Buen Domingo.
Tu reflexión es dura, pero me temo que completamente realista. Cuesta creer que el interés egoista, la ambición económica llegue a tanta maldad, pero en esa espiral andamos.
Feliz domingo a tí también.
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