Hay autores que uno no vuelve a leer tras la primera experiencia, otros que escoges de vez en cuando y un grupo de entre los que decides no perderte una novela; en materia de género policíaco tengo el firme propósito de terminar la saga del inspector Martin Beck que hace más de tres décadas sacaron a la venta la pareja sueca formada por Maj Sjöwall y Per Wahlöö: hay un total de diez entregas y RBA, en su acertada decisión de reeditar viejos éxitos, ya va por la séptima; lo mismo ocurre con la serie "Berlin noir" del escocés Philip Kerr, que comenzó siendo una trilogía y ya ha llegado a siete volúmenes: tras haber leído los cinco primeros este verano decidí continuar con el quinto. A fe que ni unos ni otro me han decepcionado.
"El abominable hombre de Shaffle"
Maj Sjöwall & Per Wahlöö
RBA. Barcelona (2011)
244 páginas
Resumen:
Cuando un veterano agente de la policía sueca muere asesinado en un hospital, el comisario Martin Beck cree encontrarse ante un caso de fácil resolución. El cuerpo del difunto, que presenta profundas heridas de bayoneta, ha debido ser el blanco de un maniaco que se ha ensañado a conciencia con su víctima. Pero Beck irá atando cabos a medida que la investigación del brutal asesinato avance, topándose de repente con un historial de abusos y brutalidad policial que no deja precisamente en buen lugar a la víctima. Los expeditivos métodos del agente Nyman convierten a cualquiera que haya pasado por una de sus celdas en un potencial asesino en busca de venganza.
Es conocido que Sjöwall y Wahlöö son los padres de la novela policíaca sueca actual, lo que no es precisamente poco; una vez más estos dos escritores no decepcionan y nos presentan una aventura del Inspector Martin Beck que se caracteriza, fundamentalmente, por dos caracteres: estar perfectamente construida y haber sido redactada con una sencillez absoluta. Efectivamente, "El abominable hombre de Shaffle" es una novela policíaca que no se anda con requiebros ni virguerías, pero que reune todos los elementos adecuados para ser considerada magistral.
Destaca igualmente el tono de crítica social habitual en estos autores, describiendo problemas como el desempleo de principios de los setenta en Suecia, las diferencias de clases, el abandono de los más mayores, las limitaciones de determinados derechos y, por encima de todo en esta ocasión, los abusos policiales. Junto a ello, Sjöwall y Wahlöö aportan un personaje tan rico como el de Martin Beck, junto a los de sus colaboradores Ronn, Kollberg, Larsson, Melander, ... un equipo policial que ya son habituales en esta serie policial magnífica.
Si he de poner alguna pega a la novela sería que el final es demasiado brusco, los autores cortan de pronto la narración y uno esperaría alguna escena más a modo de epílogo, pues no acabas de aclararte la situación en que queda cada cual, aunque a veces no se trata más que de respetables recursos literarios de los escritores. De cualquier manera si Dios me da salud no tengo ninguna duda de que completaré la serie de diez novelas.
"Si los muertos no resucitan"
Phillip Kerr
RBA. Barcelona (2009)
512 páginas
Resumen:
Un año después de abandonar la Kripo, la Policía Criminal alemana, Bernie Gunther trabaja en el Hotel Adlon, en donde se aloja la periodista norteamericana Noreen Charalambides, que ha llegado a Berlín para investigar el creciente fervor antijudío y la sospechosa designación de la ciudad como sede de los Juegos Olímpicos de 1936. Noreen y Gunther se aliarán dentro y fuera de la cama seguirle la pista a una trama que une las altas esferas del nazismo con el crimen organizado estadounidense. Un chantaje, doble y calculado, les hará renunciar a destapar la miseria y los asesinatos, pero no al amor. Sin embargo, Noreen es obligada a volver a Estados Unidos, y Gunther ve cómo, otra vez, una mujer se pierde en las sombras. Hasta que veinte años después, ambos se reencuentran en la insurgente Habana de Batista. Pero los fantasmas nunca viajan solos.
La serie "Berlin Noir" de Phillip Kerr puede definirse, por encima de todo, por la personalidad de su protagonista, Bernie Gunther, un personaje de una fuerza y una entidad sobresalientes, perfectamente construido y capaz de llenar por sí solo una novela; hay que añadir, en honor a la verdad, que Gunther es además un personaje cínico y amoral, algo que no me puedo resistir a comentar y que me crea en ocasiones cierto complejo de culpabilidad en cuanto aceptar la condición de héroe principal de alguien así. Bernie Gunther vulnera leyes y principios continuamente, haciéndolo como si no pasase nada, casi regodeándose en ello, a pesar de lo cual no puedes evitar ni que te caiga bien, ni que te alegres cuando las cosas le salen bien ni sentirte identificado con él: ¡qué le vamos a hacer!.
Los libros de Kerr destacan por la excelente ambientación, con un conocimiento notable de la época y de la historia, al menos si del III Reich se trata; también cabe hablar del tono irónico y desmitificador de los relatos que además de un crear estilo propio quitan hierro a sucedidos francamente duros y, finalmente, de la agilidad y excelente elaboración de los diálogos, que hay que seguir atentamente porque resultan provocativos y oxigenantes. Pienso que estas características convierten al escocés en uno de los escritores punteros de la nueva novela policíaca de nuestros días.
También tengo que decir que "Si los muertos no resucitan" no me ha parecido de las mejores entregas de la serie que protagoniza Gunther: tal vez uno se quedó tan prendado de los tres primeros que se ha vuelto algo exigente con Kerr; de cualquier manera no es esta una afirmación dirigida a desaconsejar el libro, ni mucho menos: tan solo a establecer un criterio de prelación, absolutamente subjetivo y personal por supuesto, dentro de una serie que me parece formidable.
6 comentarios:
Desde luego Maj Sjöwall y Per Wahlöö da igual lo que sea que de las diez novelas pienso como sea leer las diez.
Lo malo ya no va a ser que Dios me tenga que dar salud para leer las tres que te quedan a ti; es que yo aún estoy en la primera Roseanna, así que o me tiro a ver las adaptaciones cinematográficas (que creo que va a ser que no porque le quitaré emoción...) o a seguir paciente y ordenadamente la serie. Esperando que no la descataloguen..
Dudo que los descataloguen, pues RBA los está reeditando.
El pasado año visité Berlín y me di el gustazo de tomarme una cerveza en uno de los (espectaculares) salones del Hotel Adlon, un mítico lugar por el que, según parece, ha pasado la historia misma de Alemania.
Al salir, te encuentras de bruces con la Puerta de Brandenburgo. Podría mentirte diciendo que en aquel momento me sentí como Bernie Gunther, pero la verdad es no pensaba precisamente en él.
Un excelente destino, Berlín.
Y el Adlon conservaba el esplendor de antaño? ...
No lo conocí antaño, pero te puedo asegurar que en la actualidad es una maravilla. La planta baja es como una pequeña ciudad donde encuentras de todo: tiendecitas, bares, restaurantes, pero con un gusto exquisito.
Si, como espero, vuelvo a Berlín, preguntaré precios para hospedarme en el Adlon, aunque mucho me temo que el presupuesto sólo me alcanzará para pagarme el desayuno....
Y yo que pensaba que te habías hospedado allí ... Kerr lo describe lleno de lujos, placeres ... y algún vicio.
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