¿Quién puede predecir a donde se dirige Europa?; corren malos tiempos y esa ilusión de la Europa unida que nos animaba hace unos cuantos años parece que se ha escapado por la ventanilla. Asistimos a una versión decadente y crítica de occidente y en ocasiones uno siente hasta envidia de otros continentes, otros mundos que a años luz de nuestro progreso y nuestro bagaje histórico y cultural dan muestras de una vitalidad y un afán de superación que se echa de menos por estos lares. La crisis económica es capaz de llevarse por delante expectativas, proyectos e ilusiones, pero puede ser un error centrar nuestros problemas en algo tan prosaico como el equilibrio financiero y los mercados laborales, me temo que hay un problema mucho más de fondo y que lo nuclear -y lo peligroso- de la crisis es la pérdida de valores, la deserción de aquellos principios sobre los que se edificó la cultura europea y que han alimentado durante siglos el espíritu de sus ciudadanos.
Hay que mirar hacia el futuro; salta a la vista que hay cosas que no funcionan y ya va siendo hora de que alguien haga algo para intentar arreglarlas: el gran problema es que no se si hay resortes suficientes para hacerlo. Las corrupción política, la violencia puesta de manifiesto de diversas formas, el relativismo moral, ... son lacras que combinadas con tiempos de recensión económica conforman una mezcla explosiva. Pero no cabe enfrentarse al futuro sin echar una mirada hacia atrás con el ánimo de encontrar aquello que hemos podido abandonar equivocadamente: las ideas, posturas y planteamientos vitales que a lo mejor conviene recuperar, adaptar a nuestros tiempos para volver a enarbolarlas con plena convicción. Hace un tiempo escuchaba comentar a alguien que Europa se edificó sobre tres columnas fundamentales: la filosofía de los griegos, el derecho de los romanos y la religión cristiana, tres pilares que han ido descoloriéndose y no me parece que eso sea bueno.
No tengo ni idea la importancia que tiene en nuestro sistema educativo actual el estudio de los grandes filósofos griegos, pero me temo que no excesiva y no me extrañaría que, dependiendo de los lugares, los alumnos saldrán mejor informados de la vida de Sabino Arana, Clara Campoamor o Francesc Macià que de las enseñanzas de Platón y Aristóteles; yo recuerdo haber tenido que leer en COU "La República" y la "Ética a Nicómaco" y puedo asegurar que me vinieron muy bien. Profundizar en los griegos nos ayuda a madurar el raciocinio y, partiendo de ellos, a estructurar mucho más adecuadamente lo que fue viniendo en siglos posteriores. Es evidente que estamos hablando de hace muchísimo tiempo, de antes de Jesucristo, pero no se trata de defender una ideología, sino de potenciar individuos con la "cabecica" ordenada. Sócrates, Platón, Aristóteles, ... nos dan los rudimentos, nos ofrecen una capacidad de pensar, de estructurar ideas y llenan de aire fresco, de orientación y lógica el pensamiento de las personas. De la misma manera que no seremos capaces de crear ciudadanos cultos, con sensibilidad para el arte sin inmiscuirles a fondo, por ejemplo, en nuestro siglo de oro, sin fomentar la lectura del "Quijote", de Lope, de Calderón, sin acompañarles a ver -a fondo, al detalle, ...- los cuadros de Velázquez, de Zurbarán, de El Greco, ... dificilmente incitaremos la aparición de nuevos líderes con la cabeza amueblada ignorando a los filósofos griegos.
Definía Ulpiano a la Justicia como el "dar a cada uno lo que en Derecho corresponde"; es evidente que el derecho ha evolucionado muchísimo a lo largo de la historia, que acontecimientos tan importantes como el Código Napoleónico han tenido una influencia importantísima en lo que son los ordenamientos jurídicos occidentales hoy en día, pero para entender lo que es el Derecho, así con mayúsculas, es preciso retroatraerse a la tradición de Roma, acudir a las fuentes y, sobre todo, a las instituciones y las figuras jurídicas surgidas en Roma. Hoy en día hay muchos que recelan del Derecho, les suena a amalgama de normas destinadas a hacer caer a los ciudadanos en la trampa, se ve a los juristas como complicados leguleyos que enredan y trapichean para llevarse el gato al agua con ausencia de criterios morales y sentido de la equidad: me temo que algunas razones hemos dado a quienes piensan así, pero hay que valorar y recuperar el derecho como arma de Justicia, como elemento de conciliación, vindicación y restauración de situaciones, algo que no es posible sin acudir a las fuentes, sin buscar en nuestros ancestros, sin recuperar los fondos y las formas que en su día sirvieron para convertir un imperio poderoso en civilización avanzada, para acotar los poderes terrenos y la ambición humana en beneficio de los intereses y derechos fundamentales de los hombres.
No tengo ninguna duda de que la civilización, la cultura europea se ha edificado sobre las bases del cristianismo; muchas veces se nos ha vendido a la Iglesia como una especie de poder oscuro que ha impedido el progreso, se nos ha insistido hasta la machaconería en hablarnos de la Edad Media como una época tenebrosa, ofreciendo una visión segmentada y parcial de la historia. Pero todo lo bueno que ha traído occidente hunde sus raíces en el cristianismo; un pequeño viaje por la historia de la filosofía escolástica o por los orígenes del monacato, una lectura objetiva y profunda acerca de la influencia de los padres de la Iglesia en el pensamiento que forjó Europa, con especial relevancia a lo escrito por San Agustín o una recomendable afición a leer los místicos, empezando por nuestros San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, nos ayudarán a ver que la influencia del cristianismo en nuestra cultura es esencialmente positiva y creadora y que va mucho más allá de Trento o la Inquisición. El Evangelio contiene tantos puntos positivos, tantas claves de mejora que solamente se puede despreciar usándolo mal desde dentro o practicando el odio desde fuera.
En los tiempos convulsos que corren, no dudo que es el momento de buscar nuevas vías, de cambiar tantas cosas que ahora no funcionan, pero también es la hora de volver la vista atrás y recuperar las esencias perdidas.
16 comentarios:
Tu estupenda entrada me ha recordado a San Juan Pablo II y el empeño que puso en "recristianizar Europa"...
Él como en tantas cosas tuvo una visión ¡impresionante!
¡Muy bueno, querido Modestino!
Asun
Gran y profunda entrada. Me ha encantado
Tenemos dos cosas.
Por una parte la mayoría de los problemas están abordados y solucionados por nuestros ancestros. Una simple imitación de sus principios garantiza una evolución positiva.
Pero...
Fallamos estrepitosamente con el tema de la comunicación.
Demasido ruído en el ambiente.
Y hasta las palabras tienen interpretación política; lo cual resulta a todas luces inoperativo, inúti,y me temo, irremediable.
...
Es la hora de aprender a comunicarse de nuevo.
Todo un reto, que curiosamente se plantea en el siglo de las comunicaciones.
Aprender a comunicarse ... das en el clavo amigo.
En Europa todo lo hemos centrado en "Adorar al becerro de oro",y asi nos va.Admiro culturas orientales mas orientadas a cultivar el espiritu.
Respecto a lo que es justicia.A ver que te parece esta ."Cuando uno pide Justicia lo que quiere es que le den la razon".
Esa frase es acertadísima: es´así. En un pleito suele haber dos partes, y frecuentemente ambas convencidas ciegamente de tener razón, por lo que al final solamente quedará una de ellas satisfecha ... aunque frecuentemente no queda ninguna.
En cuanto al becerro de oro, el problema surge cuando éste se va a pique.
Es curioso observar la fragilidad de la memoria colectiva.
Ahora, en el tamaño de la capucha de un bolífrafo, podemos guardar la información de todas las Enciclopedias del Mundo.
Un volumen de información descomunal.
Pero en cambio, hemos olvidado cosas que deberíamos tener bien aprendidas.
Unos ejemplos ilustrativos.
1.
Supongamos una ciudad de cien mil habitantes. La bombardeamos durante tres años de cruenta guerra. La ciudad queda reducida a escombros.
¿Qué pasa luego?
Pues que o bien con el sistema capitalista o con el comunismo, somos capaces de levantarlas de nuevo.
¿Cómo?
Gracias a una acertada planificación, un orden y una adecuación entre los recursos disponibles y los resultados esperados.
Es decir, con sentido común.
...
Esto pasó en Europa tras la 2º G.M., y se nos ha olvidado.
...
2.Cuando el Poder Judicial no es completamente independiente, es muy fácil que la sociedad deconfíe de éste, marcando una grieta en la credibilidad del sistema que es a toda luces desequilibrante y ruinosa.
Este error se ha cometido hasta la saciedad en diferentes sociedades y épocas reciente, pagándose un preco social y económico desequilibrado para el conjunto del sistema.
...
Político que se acerca al poder, político que quiere meter la cuchara en el Poder Judicial.
Y..., ¿quién le pide explicaciones al político de los daños colaterales que está produciendo?
Más claro.
¿Dónde dormirán las conciencias judiciales de los responsables de la legalización de Bildu?
¿En los mismos cementerios que las víctimas?
...
¡Tan difícil era explicarle a una sociedad que las regla del juego no deben permitir jugar a quien no las respetan!
Un principio básico del Derecho Romano, que yo, siendo un simple camionero conozco. ¡Cojona!
...
Sigo.
Un dirigente no puede intentar contentar a todos sin hacer daño al conjunto.
Seguro estoy, que en las bases del ordenamiento jurídico se establecen unas mínimas prelaciones de orden entre el bien público y el privado.
Tuve amigos que estudiaron Derecho, y recuerdo haberles oído hablar de ello.
Siempre aparecía el sentido común y la explicación justificada en el bien común, en el sentido de la equidad, y en la independencia del que decidía.
Osea, el juez.
...
Y digo yo,¿cual es el motivo del olvido por parte de la clase política?
Sólo el interés explica sus fragilidades memorísticas.
...
Podría seguir.
Pero elijo no calentarme más.
Porque mi siguiente conclusión es que nos tratan como a ignorantes.
Y llegado a ese punto suelo usar expresiones barriobajeras, que en el blog de Modestino no deben de expresarse.
Tan sólo un apunte legal con toque histórico.
La Ley de Contratos de las Administraciones Públicas.
Se promulgó para salvaguardar el equilibrio entre las partes (Estado y libre mercado), e intentar priorizar cuestiones como transparencia, libre circulación de capitales y bienes, y un concepto básico en una sociedad desarrollada: VIABILIDAD.
...
Pues bien, de los principios jurídicos que iluminan su concepción a la situación actual, hay la misma distancia que entre el Cristo pintado por Velázquez y un monigote que ha dibujado mi hija hoy.
Cientos de kilómetros.
...
Y ya puestos...
...
El PP va a llegar al poder, más por los errores del gobierno que por sus aciertos.
En este pais no se ganan las eleciones, las pierden los que no ganan 8que parece una perogrullada pero no lo es).
Ahora resulta que el PP se va a encontrar con un Estado en ruina, a punto del colapso, y con la espada de Damocles de una Europa vieja y cansada.
¿Quien tiene la responsabilidad sobre su trabajo mal hecho?
...
En un Estado de hombres, los que se equivocan tienen la posibilidad de morir de forma más que digna.
Dimiten.
...
Aquí no dimite nadie.
Agarrados al poder y a la silla, ejercen su derecho a acabar de destruir el pais.
...
Y para finalizar, un apunte histórico.
Por razones de índole familiar, estuve en la toma de posesión de España como presidencia de la CEE.
En el Teatro Real de Madrid.
El presidente saliente era sueco.
Un señor mayor que pintaba canas en su bien amueblada cabeza.
Y allí delante de las cámaras y en directo lo dijo, refiriéndose a las intenciones iniciales de su corto mandato, y a las políticas generales del conjunto de los paises comunitarios:
"NO HEMOS CUMPLIDO NADA DE LO QUE PROMETIMOS HACE SEIS AÑOS"
Fue un suicidio político en toda regla. Me dejó conmocionado por su sinceridad y su decencia.
...
Ese día dejé de creer en el proyecto común de Europa.
Luego me fijé en las profundas ojeras de nuestro presidente.
Y sentí lástima por su persona.
Más tarde me fijé en los miembros de la Casa Real. Y tampoco lucían un aspecto saludable.
...
Paré un taxi y le dije al conductor:
- "Llévame a casa, chico".
- "¿En qué dirección vamos?".
- "De momento acelera, y aléjate de aquí, chico".
Observaba el perfil de Madrid a través de la ventanilla.
Imaginé las columnas de humo que de forma aleatoria se elevaban en una pasado no muy lejano.
Marcando las primeras revueltas.
Magníficas reflexiones, Driver. Después de una tarde dedicada a la presentación de un libro sobre la casación civil aragonesa, leerte ha sido un tónico para el espíritu.
Completamente de acuerdo, no añado ni una coma.
...de todas formas esos Romanos, tampoco eran unos "civilizados" que digamos, a su lado los más déspotas "Dictadores" de la vieja Europa (...y no hace falta irse más que al siglo XX) quedarían como simples gladiadores del circo.
Roma fue un imperio lleno de imperfecciones y acabó corrompido y decadente, pero supo elaborar un Derecho impecable.
Europa lo que tiene es un mal publicista... pero goza de una salud envidiable para quien quiera datos; según la lista de trasparencia internacional entre los 52 primeros paises en transparencia de todo el mundo europeos son 24.España puesto 32.
No tanto una pérdida de valores como no saber valorar lo mucho muchísimo que tenemos y aportamos a la humanidad, ese es uno de nuestros males.
Despiojarnos un poco y valorarnos más.
Despiojarnos .... ya nos vendría bien ... ;) Tendríamos que estar orgullosos de nuestra historia, pero parece que nos avergonzamos de ella y a veces la desfiguramos y otras la escondemos.
Vd. dirá lo que quiera, pero creo que lo mejor de la cultura occidental, lo dió la sabiduría de los antiguos griegos. Por desgracia se nos metió por medio la cruz, su moralidad y su afán por controlar hasta las emociones de uno.
Lo que hay que hacer para salir de este agujero?? Cultura, conocimiento desligado de cualquier pretensión mística.
Odio el catolicismo, odio cualquier religión!1 Daremos un paso de gigante cuando asumamos que la vida es un accidente y que cuando se fallece.....se acabó!!!
Al final uno acaba estrellandose contra sus propios odios. Sí la vida es un accidente y todo termina al final, aquella se convierte en una tortura, en pura angustia. Solamente si estamos de paso tienen razon de ser el dolor, la enfermedad y la muerte.
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