No cabe duda que la Mona Lisa de Leonardo da Vinci es uno de los cuadros más perfectos de la historia; a mí ya desde pequeño me llamaba la atención el personaje que aparece reflejado en el mismo: esa mujer tenía para mí un halo de misterio, algo de magia, si uno mira a los ojos a la Mona Lisa observa una frialdad serena, una mirada directa, casi como si tuviera vida propia. Y por eso mismo siempre he tenido curiosidad por saber quien era, en la idea de que no había datos concretos sobre su posible identidad. Al parecer existe una tesis dominante que considera que se trataba de una tal Lisa Gherardini, esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo , de ahí el nombre de "La Gioconda" con que también se le conoce; pero no existe seguridad al respecto, y por eso me he permitido el lujo de jugar a la elucubración acerca de quién podría ser esta mujer a la que inmortalizó uno de los más grandes genios que ha pisado la tierra. Y es que una cosa sí que tengo bien clara, no se trataba de una mujer cualquiera, tenía que ser alguien de personalidad arraigada, una mujer tan llamativa como relevante, una persona destacada en su época y en su ambiente, y además alguien investido de un misterio indudable. No tengo ni idea de si esta mujer, cuando posaba para el gran Leonardo, era consciente de que su rostro quedaría inmortalizado para siempre, aunque no se porque intuyo que estamos ante alguien bien seguro de sí mismo, con conciencia, justificada o no, de su propia importancia. El renacimiento fue un tiempo especial, diferente, y la Mona Lisa encaja perfectamente en una época así.
Desde el primer momento observé en la Mona Lisa algo inquietante, no me la imagino como una mujer dulce y sensible, sino más bien oscura, misteriosa y con tendencia a la intriga; y es que esa sonrisa no parece abierta y agradable, sino más bien de esas que ocultan segundas intenciones, porque apostaría a que no resultaba fácil averiguar el fondo de su pensamiento, más bien lo contrario. A esta mujer me la imagino metida de lleno en cualquier tejemaneje de los Borgia o de personajes similares, urdiendo complejas tramoyas conspiratorias y traspasando los límites precisos para obtener sus propósitos. A mí me encaja perfectamente ambientada en uno de esos palacios renacentistas llenos de entradas secretas, cuartos oscuros y pasillos larguísimos, ocupando una posición dominante y haciendo y deshaciendo a su antojo, aunque en la trastienda, siempre en una segura situación de retaguardia.
Aunque también nos la podemos imaginar como una mujer misteriosa, encasillada en el mundo de la quiromancia, la visión del futuro o la magia, en una condición entre bruja y echadora de cartas. Por lo menos yo le veo un halo en este sentido, no se si por esa inquietante mirada a la que hacía referencia o por el tono oscuro de su indumentaria. No se porqué tiendo a pensar que es posible que la Gioconda tuviera que espabilar para eludir la amenaza de la hoguera; y todo ésto lo digo con el máximo respeto, y sobre todo como una mera elucubración, que vete a saber si la pobre Mona Lisa era una mujer piadosa, temerosa de Dios, esposa fiel y madre amantísima, que todo puede ser y ahora, tras enterarse de estos "desvaríos" me maldice desde la nube en la que goza del descanso eterno.
Y también hay lugar para imaginaciones menos retorcidas, y así tampoco consideraría un dislate el planteamiento de una Gioconda culta y creativa, un personaje propio del renacimiento, a la altura de su ilustrísimo retratista, una mujer adelantada a su tiempo, amiga de pintores y literatos, protectora de artistas y poetas noveles, incluso capaz de crear rimas y pinturas. Porque,desde luego, además de misteriosa e inquietante, su mirada es inteligente, profunda, digna de alguien con capacidad de crear e imaginar. Eso sí, no sabría explicar la razón, pero este cuadro siempre me ha dado que pensar.
Desde el primer momento observé en la Mona Lisa algo inquietante, no me la imagino como una mujer dulce y sensible, sino más bien oscura, misteriosa y con tendencia a la intriga; y es que esa sonrisa no parece abierta y agradable, sino más bien de esas que ocultan segundas intenciones, porque apostaría a que no resultaba fácil averiguar el fondo de su pensamiento, más bien lo contrario. A esta mujer me la imagino metida de lleno en cualquier tejemaneje de los Borgia o de personajes similares, urdiendo complejas tramoyas conspiratorias y traspasando los límites precisos para obtener sus propósitos. A mí me encaja perfectamente ambientada en uno de esos palacios renacentistas llenos de entradas secretas, cuartos oscuros y pasillos larguísimos, ocupando una posición dominante y haciendo y deshaciendo a su antojo, aunque en la trastienda, siempre en una segura situación de retaguardia.
Aunque también nos la podemos imaginar como una mujer misteriosa, encasillada en el mundo de la quiromancia, la visión del futuro o la magia, en una condición entre bruja y echadora de cartas. Por lo menos yo le veo un halo en este sentido, no se si por esa inquietante mirada a la que hacía referencia o por el tono oscuro de su indumentaria. No se porqué tiendo a pensar que es posible que la Gioconda tuviera que espabilar para eludir la amenaza de la hoguera; y todo ésto lo digo con el máximo respeto, y sobre todo como una mera elucubración, que vete a saber si la pobre Mona Lisa era una mujer piadosa, temerosa de Dios, esposa fiel y madre amantísima, que todo puede ser y ahora, tras enterarse de estos "desvaríos" me maldice desde la nube en la que goza del descanso eterno.
Y también hay lugar para imaginaciones menos retorcidas, y así tampoco consideraría un dislate el planteamiento de una Gioconda culta y creativa, un personaje propio del renacimiento, a la altura de su ilustrísimo retratista, una mujer adelantada a su tiempo, amiga de pintores y literatos, protectora de artistas y poetas noveles, incluso capaz de crear rimas y pinturas. Porque,desde luego, además de misteriosa e inquietante, su mirada es inteligente, profunda, digna de alguien con capacidad de crear e imaginar. Eso sí, no sabría explicar la razón, pero este cuadro siempre me ha dado que pensar.
25 comentarios:
Tengo para mí que este cuadro es un divertimento de altos vuelos.
Una síntesis de composición que encierra un juego de efectos.
Todos los genios tienen un cuadro misterioso que atrae tu mirada de forma potente.
Aparentemente es un notable retrato. Y entoces, cuando estás relajado, sugiere una estructura interna de composición espectacular que te deja tocado.
Subyace una proporción que toca alguna zona del cerebro que directamente, produce una sensación muy potente.
Puro placer en la composición sugerida. Obligando a tu mente a participar del juego.
Provocando "piachere".
Hay un tipo de inteligencia, la emocional, quien tiene mucha inteligencia en esa faceta "lee" con más facilidad las emociones de los demás.
De la Mona lisa se ha escrito mucho... pero la ciencia y la informatica han desarrollado un programa para reconocer emociones así que al final pasaron el cuadro por ese programa informático diseñado para explicar científicamente su expresión.
Y sí Modestino los resultados fueron que estaba feliz al 83%,pero también en otras proporciones disgustada temerosa y enojada. ¿Qué podria disgustar enfadar y hacer temer a una dama de tal posicion posando durante dias para un retrato?
Driver, ya ves que hoy me ha dado por emularte con una especie de cuento ... si se le puede llamar así.
¿Tucrees, Veronicia, que la Mona Lisa era una dama de posición?.
Amigo, Modestino, hoy me ha gustado especialmente tu post y esas hipótesis que planteas sobre su posible personalidad me parecen muy perspicaces...e intrigantes.
A mí nunca me ha transmitido "buenas vibraciones" ¡si hasta se llegó a elucubrar con que era un hombre!
En mis dos visitas al Louvre nunca he podido contemprarla con tranqulidad, siempre la he encontrado "sitiada" por hordas de japoneses!:-)
¡Muchas gracias y felicidades por tu creatividad en esta entrada!
Con afecto
Asun
Yo creo que lo importante no es el personaje en si ,sino el genio que lo pinto.Lo mismo era una mujer que la verias por la calle y seria hasta vulgar ,pero Leonardo es el que hizo que todavia estes impresionado por el cuadro ."los genios son asi".Si hubiera pintado un cabra ,lo mismo tendria su misterio..
Yo nunca he estado en el Louvre, ni siquiera en París: menuda asignatura pendiente¡¡¡
Nunca había oído eso de que pudiera ser un hombre.
Por supuesto: Leonardo es uno d elos hombres más geniales y dignos de estudio de la historia.
Pero me apetecía jugar a la elucubración ...
Dicen los que saben de ésto que la Mina Lisa sonríe cuando la miras, pero si dejas de mirarla cambia de expresión.
Entonces es una picarona ... lo que quiere es marcha.
Se suele resaltar la mirada, la sonrisa. A mi me atraen las manos. Como pintura...pues es una genialidad...pero no sé decirte porqué, a mi no me cae simpática...es una aprensión injusta, pobre dama...pero lo que ven como mirada misteriosa, a mi me parece ladina...Gracias, Modestino, me encanta que hables de pintura.
Ya que lo dices, a mí también me parece más ladina que misteriosa y comparto esa aprensión.
Yo tambien habia oido decir que era un hombre.No se si cuando poso fue consciente ,-fuera quien fuera -que se iba a pasar a la posterioridad.
Siempre me llamo la atencion ,tambien el paisaje del fondo.
Amigo Modestino, te veo en buena línea.
Una vez dominado el arte del cronista, hechos tus primeros pinitos en la crítica literaria y cinematográfica, dadas las puntadas oportunas en la noble labor de la descripción psicológica de los encuentros casuales..., te veo a punto de un paso crucial en tu afición literaria.
Y como a ciencia cierta ni lo se, ni lo adivino, pues...
Se me ha quedado una sonrisa como a la Mona Lisa.
Entre expectante y contenida.
...
Sólo se que un día de estos me vas a pegar una pasada enmedio de la carretera internaútica.
Y no me va a extrañar nada, pues te veo venir.
Miro por el retrovisor y te veo llegar con doble intermitencia y dando largas.
Y por supuesto a más de ciento diez.
La velocidad zapateril.
Bueno ... demosle tiempo al tiempo Driver, que tu sigues en tu Red Bull y yo no tengo ni carnet ;).
...gran misterio ese, a saber que le hace reír a una mujer.
A tí no te hace falta carnet.
Ya tienes chófer.
¡Menudo nivel, jurisonsulto!;)
...
Aunque ahora que lo pienso, para nivel el de Cela, que tenía una señora negra que conducía para él.
Nunca sabremos si se trataba de un capricho, de una excentricidad, o seguramente de una combinación de ambas.
...
Con permiso Modestino.
...
Hermano Tomae: te informo que desde tiempos inmemoriales a las mujeres les hace sonreir una cosa de forma muy principal.
Que tú te pongas nervioso en su presencia.
Nunca lo he comprendido, pero es así.
¿Será por la sensación de poder?
El tema de la choferesa negra de D. Camilo intuyo que se debía à una innata necesidad de ser original, de llamar la atención.
À las mujeres, Tomae, les pueden hacer reír muchas cosas, la comentada por Driver es una, y también observar que ha engordado la vecina, que la mujer del amigo o primo repite vestido en una boda o cualquier ridículo de su marido.
Luego hay una cosa que siempre les hace reir.
Confundirlas con sus hijas.
No falla, chico.
Vas y dices:
"¡Perdone!, ¿puede avisar a su madre?"
Y se te queda mirando entre sorprendida y alegre.
"¡Ah!, ¡perdone!, la confundí con su hija.
Se le ve tan joven que es fácil cometer un error".
Y luego te mira como diciendo:
"Que sepas que me he dado cuenta perfectamente, chiquito".
Pero el trofeo de la sonrisa es tuyo.
Con tu venia y con la de Leonardo.
A Tomae:
Según las ultimísimas noticias, Ballesteros (PSC) repetirá como alcalde de Tarragona. El pacto entre CiU y PP ha sido abortado por la dirección del partido en Barna (Oriol Pujol).
Supongo que la noticia no te agradará. A mí me es indiferente (o "inverosímil"), pero lo cierto es que está legitimado para gobernar por ser el candidato más votado. Otra cosa será que, al hacerlo en minoría, tendrá que tener mucho tiento y negociar constantemente; lo cual, por otra parte, es el verdadero arte de la política.
Salud!
Caramba Brunetti, y à que fin viene ahora esa información política de nuestra impérial Tarraco?, coincido contigo en la importancia de saber negociar, lo que suele traer consigo que los gobiernos en minoría salgan frecuentemente mejor que las mayorías absolutas, que no es raro deriven en dictadura.
Y hablando de dictaduras ya veo que ahora manda mucho el hijo del viejo virrey ... no os arriendo la ganancia.
Mi comentario tiene una explicación, Modestino (no es que me haya vuelto loco del todo): ayer por la noche, Tomae nos preguntaba a Sunsi y a mí por el Ayuntamiento de Tarragona, y aunque tarde, le he contestado ahora, con noticias frescas.
Pues eso.
..gracias Brunetti, y con permiso Modestino.
Dicen la verdadera historia de la Mona Lisa, fue una suerte de venganza que tuvo el genial Da Vinci con las mujeres...pues en sus múltiples intentos, de contentarlas con Inventos, Cuadros, Ensayos, Teorías Matemáticas y otras artes, no consiguió que ninguna le esbozara una sonrisa...dicen que en la época glosaba cuentos un tal Driverini, quien si conseguía arrancar las gracias y otras sonrisas de las bellas damas italianas... Despechado Leonardo por las glosas del cuentista, pintó ese cuadro que según las otras lenguas también lo llaman "Sorda mujer contemplando a Driverini".
Unos recientes estudios, dicen que en ese paisaje misterioso, está dibujado el tal Driverini, "esfumatao", gritando a grito pelado cuentos por si se ríe tal sorda dama.
Modestino.
Con la venia Señoría: (¿se dice así?)he de contestar el alegato de mi hermano Tomae, pues donde las dan las tomás.
Realmente la historia del cuadro es otra.
Cuentan las crónicas renacentistas que un antepasado de mi hermano Tomae, un tal Franchesco della Tomassa, fue apresado por los Médicis en una suerte de venganza por un tema de faldas.
Tras sufrir terribles torturas en el penal de Siena, el tal Franchesco entregó su alma al diablo sin confesar a qué dama de la familia de nobles Médicis había deshonrado en las fiestas de Sta. Tecla (posteriormente declarada protectora de los internautas).
Durante años nadie supo quién fue la víctima de tan lascivo antepasado de Tomae.
Más el destino quiso que Leonardo da Vinci, por una serie de casualidades, supiera el nombre de la dama de alta cuna que yación con Franchesco della Tomassa.
La curiosa Gioconda, modelo y amiga del pintor, le sacó la información a base de artificios que no vienen al cuento narrar.
Y fue ése el justo momento en el que la dama se entera del secreto tan bien guardado durante años, fue ése digo, el instante inmortalizado por el genial pintor.
Dejo constancia del hecho acaecido en nombre de la verdad y la historia.
Pues esa extraña historia del tal Driverini, no puede ser más que el producto de la calienturienta imaginación de mi hermano Tomae.
Pues hoy, al ser jueves, sé con certeza que le tocaba partida.
Y resulta evidente que le ha pegado al Chinchón con alegría y profusión inusitada.
Modestino... como dicen en mi pueblo, "ja has begut oli"!!!
Si necesitas ayuda para poner orden, me ofrezco...y ¡gratis!;-)))
Un saludo, jurisconsulto.
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