7 de junio de 2011

Leonard Cohen, Premio Príncipe de Asturias de las letras

El otro día se anunció que este año el Premio Príncipe de Asturias de las Letras había sido concedido al cantautor canadiense Leonard Cohen, algo que tiene su "algo" de curioso ya que, al menos entre los profanos, Cohen es bastante más conocido por su obra musical que por el resto de sus facetas, siendo que salta a la vista que lo que ahora se premia es su quehacer como poeta y novelista. Hace ya un tiempo traje por aquí "Suzanne", posiblemente su canción más célebre, aunque debo confesar que me parece que peco de cierta temeridad hablando de un personaje al que conozco más bien poco. Pero no puedo evitar hablar de Cohen por ser alguien que me llama la atención y porque entiendo que se trata de un galardón al que el nombre de Leonard Cohen otorga una especial relevancia. En cuanto me enteré de la decisión del jurado puse su nombre en relación, no sabría decir porqué, con el de Paul Auster, quien hace pocos años recibió la misma distinción, y como entonces, estoy seguro de que ahora también habrá  gran expectación el día de entrega de los premios, especialmente en el momento en que Cohen se dirija a estrados y pronuncie su discurso de agradecimiento, y es que  el canadiense es, ante todo, un personaje original y creativo, capaz de decir palabras que vayan mucho más allá de la diplomacia y el compromiso. Seguro que el día "D" en el Teatro Campoamor de Oviedo habrá expectación por ver y oir a este excéntrico canadiense que en 2004 cumplira 80 años, que ya es decir.

Cohen es un hombre original, único, especial. De entrada es judío, algo que tiene no poca relevancia y eso que quienes saben de él aseguran que es un judío absolutamente atípico, que está mucho más cerca de un monje que de un banquero, de un ácrata vividor que de un magnate de las finanzas. Rebuscar sobre Cohen en la red hace que te enfrentes con artículos bastante poco inteligibles, de esos que imagino se escriben para expertos, de los que dan demasiadas cosas por supuestas. También se asegura que se trata de un hombre que se ha metido en el bolsillo a todo el mundo, con la excepción de su propia patria, tal vez por eso de que nadie es profeta en su tierra. se comenta que un equipo de periodistas españoles viajaron en busca de datos sobre la historia del artista en Montreal, el interlocutor aseguraba que era mejor que se preocuparan de hablar sobre Celine Dion, ya que al parecer al cantante se le tachaba de mujeriego, bohemio e iconoclasta.

La religión tiene cabida en el mundo de Leonard Cohen; se cuenta que en la primera década del nuevo siglo pasó cinco años en un monasterio budista, y que la razón de que terminara su encierro hay que encontrarla en la estafa de que fue víctima por parte de quien era su representante y mujer de confianza, Kelley Lynch, quien fulminó en su beneficio todo lo que el canadiense había ahorrado para su jubilación, de manera que con más de 70 años a cuestas hubo de reemprender el marathon de los conciertos para reponer su vacía caja fuerte. Aseguran que Cohen es aficionado al "frasco" y a alternar con el sexo opuesto, y queen sus canciones suele aparecer ese aspecto "golfo" de su vida. Pero todo esto es accidental: la calidad de su música y de su poesía supera cualquier otra consideración, y no hay que dudar que la fama viene más de ésto último que de los aspectos polémicos que le acompañan.

Quienes entienden del tema destacan en su producción literaria dos novelas: "El juego favorito" (1963), editada en España por Edhasa, y "Los hermosos vencidos" (1966), que publicó en Ediciones B; Diego A. Manrique califica a ambas como novelas audaces, y debe de ser así: la primera relata la adolescencia y la juventud de Lawrence Breavman, hijo único de una vieja familia judía de Montreal, hechas "de colores deslumbrantes y de repentinos momentos de zozobra y oscuridad", el autor ha sabido narrar los descubrimientos y las desilusiones, la belleza, la pasión y la inquietud de esos años definitivos en la formación de cualquier hombre. "Los hermosos vencidos" es una novela de perdedores, con historias entremezcladas y continuas reflexiones a raíz de las mismas, así como un tono irreverente que se intuye. No he leído nada de Cohen, y me parece que su estilo debe de ser lo suficientemente enrevesado como para no poder evitar caer en la pereza ante el planteamiento de comenzar alguna novela suya.

A Cohen se le ha llamado "guardián sentimental del alma", una frase que debería explicar quien la hizo, pero que da a entender una sensibilidad especial. Algunos han puesto al canadiense a la altura de Bob Dylan, aunque parece claro que sus estilos musicales son bien distintos. Curiosamente el cantante folk de Minessota es siete años más joven que Cohen, aunque comenzó a destacar en el mundo de la canción bastante antes que éste. A Dylan le dieron en su día el Príncipe de Asturias de las artes, ahora le dan a Leonard Cohen el de las letras, aunque muy posiblemente la razón del galardón haya que encontrarla también en la calidad de las letras de sus canciones.

Reitero que mi conocimiento de Leonard Cohen es muy limitado, me gusta "Suzanne" y alguna canción más, no me apetece en exceso comenzar a leer sus escritos y en su día me inclinaba a pensar que existía cierto snobismo en torno a sus seguidores, algo que ahora veo de forma bien distinta.  De lo que sí estoy seguro es de que estamos ante un personaje relevante, que su fama no es gratuita.


17 comentarios:

paterfamilias dijo...

No tenía ni idea de esta faceta de Cohen. Como tú sólo lo conocía por sus canciones destacando de entre ellas "Take this waltz"

Modestino dijo...

Hay que reconocer el mérito a los que son capaces de abarcar varias facetas, ... y hacerlo bien claro, como en su época Leonardo da Vinci ...

... que también me acuerdo los discos que grabaron en su día Perico Fernández y Lobo Diarte ...;).

Driver dijo...

Tu entrada me ha recordado las capacides de profesionales que tocan varios palillos.
El jurista Fermat fue uno de ellos.
Allá por el XVI, Fermat se dedicó a jugar con los números, planteando el que sería sin duda uno de los mayores problemas de la historia de las matemáticas.
X^N + Y^N = Z^N, no es posible a partir de 3.
Es decir, la suma del cubo de dos números enteros, nunca será el cubo de un tercero.
...
Es tal la complejidad de la demostración del Teorema, que hicieron falta más de tres siglos para demostrarlo, quedando agotados en la cuneta las mentes más preclaras de la historia del cálculo.
Hubo que desarrollar nuevas herramientas y aunar el esfuerzo de decenas de mentes para por fin demostrarlo a final del sigo XX.
¡Y en el XVI, un jurista francés, entre sentencia y sentencia intuyó esta verdad universal!

La historia de los esfuerzos que implican la demostración, es la historia de la capacidad del hombre para superarse.

Hay varios libros, que sin gran artificio matemático, cuentan esta increíble historia de un jurista lógico.

Merece la pena conocer esta historia de luces y brillos.

Modestino dijo...

No había oído hablar de Fermat ... una historia que contradice esa presunta incapacidad de los juristas para las ciencias ... al menos la de algunos.

que dificil la vida sin ti dijo...

¡Buenos días! Yo a Cohen no le he leido pero su faceta como cantante me encanta.
Destacaría "First we take Manhattan", al menos así empezaba la canción...
¡Muchas gracias por completar con tanta riqueza su figura, amigo Modestino!
YA SABES CUANTO ME GUSTAN Y ME ILUSTRAN TUS RESEÑAS TAN TRABAJADAS...
Un abrazo
Asun

Driver dijo...

Aquí te dejo un enlace donde podrás admirar la mente de este singular jurista:

http://www.portalplanetasedna.com.ar/fermat.htm

Modestino dijo...

Eres un pozo sin fondo, amigo Driver.

Suso dijo...

Si estamos hablando de "Las Letras" me parece un exceso dárselo a Cohen.

Hay un tal Philip Roth, que le da mil vueltas como escritor.

Y si hay que buscar uno igual , tenemos nuestro Cohen español , Joaquín Sabina, que le imita bastante bien y tiene versos que alcanzan el corazón de millones de lectores....porque también ha escrito sus libros de versos.

Cohen, bueno, como hilo musical no está mal.

Modestino dijo...

Philip Roth es autor que tengo poco explorado, solamente he leído "Conjura contra América ", que tengo la impresión que es obra menor.
En estos premios pienso que frecuentemente influye también el toque de originalidad, es posible que premiar a Cohen venda más que haberlo hecho a Roth.

Brunetti dijo...

Coincido plenamente con Suso. Darle este premio a Cohen se me antoja puro snobismo.

Además de Roth, se me ocurren ahora mismo, sobre la marcha, otros dos monstruos de las letras americanas cuya producción y calidad literarias son incomparables con las que acredita el cantautor/poeta canadiense: Don DeLillo y Cormac McCarthy.

Me niego a creer que, entre la gente de letras, tenga más predicamento o aceptación concederle el premio a Cohen que a Roth, sinceramente.

Modestino dijo...

Don de Lillo -imagino que nada que ver con Juanma Lillo- es otro autor que hace tiempo quería tocar.

tomae dijo...

Tampoco conocía esa faceta de Cohen, Modestino...y ante los merecimientos del premio (también los hubo en Deportes) puede que estemos ante un Príncipe de Asturias más democrático

Nacho dijo...

A simple vista el premio parece un desatino...
Cohen destaca por su inimitable voz (además de su parecido con Al Pacino.... o es Al Pacino el que se parece a Cohen...?) Ése es su verdadero activo, que no es poco!, lo demás es endosarle un premio con calzador, ¿reconocer el mérito a cualquier precio...?
Quizá tiene algo que ver el guiño que hace a Lorca y a Granada.
Pero polémicas aparte, Cohen es muy a menudo un placer. Como en el caso de la canción que ha nombrado Asunción (el título es tal cual), una delicia.

sunsi dijo...

Una sorpresa cuando me enteré. Me gusta mucho Cohen, el cantante de voz grave, perfecto como música de fondo que ayuda a crear un clima para escribir. Lo llevaba a clase para que los críos redactaran. Pero un Príncipe de Asturias de Las Letras... Pink Floyd tampoco está mal. Me parece, como poco, desafortunado.

Un saludo, Modestino

Modestino dijo...

Hay bastante unanimidad en considerar excesivo y oportunista el premio dado à Cohen. Yo me pregunto ¿qué se ha buscado, premiar una trayectoria o incluir en la entrega de galardones un personaje con reclamo?.

veronicia dijo...

Modestino seguro que lo que le piden que firme no va a ser un libro... tal vez un vinilo original.

(A Sabina el Principe de Asturias no le dará el premio ,por verguenza, pero seguro que le ha llevado una replica alguna de esas veces que cenan en palacio)

Modestino dijo...

¿Sabina cena en palacio?, de Lo que se entera uno ... y encima seguro que alardea de republicano.