En la noche del sábado se completó la tripleta de equipos que ascienden este año a la 1ª División -ahora la llaman Liga BBVA-: el Granada empató a uno en Elche y por eso de que los goles marcados fuera de casa valen doble acompañará a Betis y Rayo Vallecano a la máxima categoría. Ha sido, en mi opinión, un acierto el nuevo sistema de hacer un "play-off" para el tercer ascendido, pues ha aportado una emoción y un interés especial. Me alegra que a primera regresen los equipos de siempre: ya me pasó cuando lo hicieron Sporting y Málaga, entre otros, y también ahora -será que soy un antiguo- prefiero que en el bombo estén Granada, Elche, Celta y Valladolid que Alcorcón, Cartagena o Numancia, con todo el respeto y el mérito para estos conjuntos. El ascenso del Granada es especialmente relevante, pues los nazaríes fueron uno de esos equipos que en mis primeros años de aficionado pululaban casi siempre por la división de honor y hace 35 años que dejaron de hacerlo; además yo asistí al último partido del Granada en primera, disputado en La Romareda en junio de 1976 y en el que la victoria del Zaragoza por 2-0 (goles de García Castany y Rubial) enviaba al pozo de segunda a un equipo que había iniciado la Liga aspirando a más, con Miguel Muñoz en el banquillo, un míster que lo había ganado todo con el Real Madrid y que años después sería, antes de llegar Luis Aragonés y Vicente del Bosque, el seleccionador nacional con mejor currículum del siglo pasado.
Aunque ya con anterioridad controlaba algo la 1ª División, fue en la Liga 1966-67 cuando comencé a seguirla con cierta constancia: entonces completé mi primer álbum de cromos y estuve al día de títulos, ascensos y descensos; el Granada C.F. acababa de subir a primera, tras imponerse también en una promoción al Málaga y su plantilla comenzó a ser conocida por mí. En ese Granada C.F. novato y modesto destacaban por encima de todos cuatro jugadores: el portero Ñito, un tinerfeño que aguantó bastantes años como meta titular de los andaluces y respondía como nadie al prototipo de portero temerario y algo alocado, el central Barrachina, un altísimo stopper que ficharía al finalizar la temporada por el Valencia, donde jugó muchos años y fue internacional, el ariete Miguel, el típico delantero tosco, luchador y con visión de gol y el extremo izquierdo Vicente, también canario, que había jugado en el Barça y estaba dotado de una técnica exquisita: fue durante mucho tiempo santo y seña del equipo granadino. También destacaba la defensa compuesta por Zubiaurre, un guipuzcoano que había jugado en el Zaragoza y falleció hace pocas semanas, Barrenechea y Lorenzo, que era de esas que se recitaban de memoria, los interiores Santos, del que recuerdo lo llamativo de su localidad de origen, Cabezón de la Sal y Almagro, un todo-terreno que jugó también en el Celta y Elche, dos jugadores fichados del Oviedo, el volante defensivo Datzira y el interior de ataque Flores y el veterano paraguayo Agúero, un extremo muy técnico y hábil que había jugado en el Real Madrid y el Sevilla. Ese año el equipo acabó perdiendo la categoría en otra promoción, esta vez frente al Betis, regresando de nuevo a primera dos años después: los nombres de Tinas, Lara, Urueña, Ferrando, Noya, ... se añadían a los citados y a partir de ahí el Granada inició una historia firme en la máxima categoría que duró ocho temporadas.
Para entender los mejores años del Granada en 1ª División hay que hablar de dos nombres propios: el presidente Cándido Gómez, "Candi" y el míster Joseíto Iglesias; el primero aterrizó en el club en 1967, con el equipo en 2ª, mientras que Joseíto, un zamorano que en sus tiempos de jugador ocupaba el extremo derecho del Madrid de Di Estéfano, Puskas y Gento, con los que ganó cuatro ligas y cuatro Copas de Europa, fue en diversas épocas el míster carismático, llegando a clasificar al equipo en 5ª posición la temporada 1971-72. "Candi", que había jugado al fútbol profesional como portero, fue un hombre tan hábil como ambicioso y fue un gran negociador, capaz de construir un buen equipo con jugadores jóvenes y desconocidos de divisiones inferiores y jugadores desechados por otros equipos de primera. Así llegaron al Granada por cuatro duros el lateral leonés De la Cruz y el ariete tinerfeño Barrios, por los que luego pagó buen dinero el F.C. Barcelona y el vasco Lasa, un extremo a la vieja usanza que maravilló en Los Cármenes durante dos años y fue luego vendido al Athletic de Bilbao, donde el legendario Dani acabaría llevándole al lateral derecho, puesto en el que jugó con el Real Zaragoza sus dos últimos años en la élite. Lasa y Barrios formaron una delantera mítica junto a Enrique Porta, un aragonés al que no quiso el Zaragoza -eterno error de los maños- y que llegó a ser Pichichi de primera con 20 goles, Fontenla, un buen interior gallego que llegó del Zaragoza en 1970 y el citado Vicente. El equipo titular lo completaban el meta Izcoa, un portero de la escuela vasca que también procedía del Zaragoza, el lateral Toni, que venía del Sevilla y el canterano Falito, así como el volante Jaén, un excelente medio de cierre que también jugó en Sevilla y Córdoba. El también ex-zaragocista Chirri, el lateral Martos y el paraguayo Juárez son otros jugadores que contribuyeron a aupar al Granada al quinto puesto.
Mención aparte merecen los auténticos dueños del centro de la defensa del Granada: el argentino Aguirre Suárez y el paraguayo Fernández; Candi también supo comprar barato en Sudamérica y allí encontró a Ramón Alberto Aguirre Suárez, central del Estudiantes de la Plata que había terminado en la cárcel por los gravísimos incidentes ocurridos en el partido de vuelta de la Final de la Copa Intercontinental entre su equipo y el Milán: la situación del jugador fue fundamental para que llegara a España por muy poco dinero; Fernández era un defensa libre que había jugado en los años 60 con el Barça. Ambos eran jugadores durísimos, de esos que imponen respeto a base de jugar al límite de lo permitido ... y a veces por encima de él; fueron los causantes principales de que el Granada de esa época tuviera fama de equipo duro, aunque también de los éxitos del club pues eran dos defensas de auténtico lujo. La llegada de estos jugadores supuso el inicio de una época de abundancia de acento sudamericano por Los Cármenes; en 1973 la FEF abrió la puerta a que cada equipo tuviera dos extranjeros, y el Granada incorporó a un argentino, Echecopar, un interior de enorme clase al que se había negado la condición de oriundo y se pasó un año entero jugando la Liga andaluza de reservas y un uruguayo, Montero-Castillo, un volante que era uno de los ídolos de su país y cuyo juego agresivo aumentó la fama que ya tenía el entramado defensivo de los blanquirrojos. Después siguieron llegando los paraguayos "Toro" Cabral -que había estado a prueba años antes en La Romareda y solamente jugó en Granada un partido oficial-, Escobar, Maciel y Benítez, el argentino Oruezábal y los uruguayos Mazurkievitz y Milar, aunque lo cierto es que de éstos no dio resultado casi nadie.
Con la venta de los mejores jugadores se corría el riesgo de perder competitividad, ante lo que Cándido Gómez tuvo que reaccionar y trabajar con las mismas armas que antes; así fichó a un nuevo entrenador, Pasieguito, un cántabro que había mantenido un buen número de años en primera al C.D. Sabadell y buscó de nuevo fichajes baratos de jugadores nacionales, así llegaron a Granada dos de los mejores activos del Sabadell: el centrocampista Castellanos, un medio trabajador y duro que acabaría años después en el Valencia y llegaría a internacional vistiendo la camiseta rojiblanca y Quiles, un extremo rápido y con una buena media de goles, también fichó a Ederra, un defensa libre navarro que jugaba en el Burgos, a Dueñas, traspasado por el Barça en pago de Barrios, Lorenzo, un prometedor interior ofensivo del Valladolid y en 1974 a José Antonio Grande, que había jugado en el Madrid y venía de descender con el Racing, junto a ellos emergían jóvenes jugadores de la cantera como los centrocampistas Angulo y Santi, el meta Puente y el lateral Calera y llegaba algún extranjero de cierto nivel como el austríaco Parits, un zurdo con buena técnica y disparo. El Granada, con algún apuro aislado, se mantenía tranquilamente en la categoría y en una ocasión en la que hubo riesgo de descenso se recurrió de nuevo a Joseíto, que sacó las castañas del fuego. Así llegó la campaña 1975-76, en la que se fichó a un entrenador de postín, Miguel Muñoz, y se hacía un esfuerzo para incorporar a un refuerzo de auténtico lujo, el sportinguista Alfredo Megido, una especie de George Best español, tan genial como conflictivo, Megido era capaz de hacer las más maravillosas jugadas y a la vez montarte un follón dentro o fuera del campo a la mínima, con los de Gijón llegó a internacional e incluso marcó un gol decisivo frente a Escocia, junto a éste llegaron el atacante uruguayo Milar, uno de los mejores jugadores de su país y el lateral del Orense García Blanco. Pero ninguno de ellos acabó de cuajar, jugadores otrora fundamentales como Chirri, Dueñas o Quilez habían perdido peso en el equipo y una racha de cinco partidos seguidos perdiendo les llevó al pozo de la segunda.
Tras un purgatorio de 35 años, con descensos a 2ª B y situaciones caóticas el Granada vuelve con todo merecimiento a la máxima categoría; otra vez pasarán por allí los grandes equipos y habrá en la bellísima ciudad andaluza ese ambiente especial que solamente se consigue en la 1ª División.
Nota: las tres alineaciones cuya foto aparece son las siguientes:
1ª: Arriba: Ñito; Tinas, Datzira, Santos, Sande, Lorenzo, Manolín;
Abajo: Lara, Almagro, Miguel, Agüero y Flores.
2ª: Arriba: Izcoa; De la Cruz, Aguirre Suárez, Falito, Jaen, Fernández;
Abajo: Lasa, Porta, Barrios, Fontenla y Vicente.
3ª: Arriba: Izcoa; Toni, Fernández, Falito, Jaen, Montero-Castillo;
Abajo: Porta, Chirri, Quilez, Santi y Dueñas.
14 comentarios:
Me alegro un montón por el ascenso del Granada.
Ayer, el Sr. Griñán, Presidente de la Junta de Andalucía y reconocido seguidor del Atleti, publicaba en su twitter que se alegraba de que el Granada "jugara de nuevo entre los mejores, con el Atleti y el Betis"
Cuando otro le recordó "que se había dejado al Sevilla, el club que más títulos ha traído a Andalucía", le respondió, que "por eso había puesto con los mejores".
Lamentable la actitud del Presidente de todos los andaluces. Se ve que la victoria en la Final de la Copa del Rey entre el Sevilla y su At. de Madrid todavía le escuece (en aquella ocasión llegó a rechazar una camiseta que, como campeón, le hizo el Sevilla en la recepción oficial con "su" Presidente.
¡Qué cosas!
¡Por una vez aunque la entrada es de fútbol, yo ya estaba al tanto de la noticia! Lo oí por la Radio y al parecer ¡Granada era un fiestón!
Bueno, Modestino, ¡Muchas gracias y felicidades por estar siempre "al hilo de la noticia"!
Afectuosamente
Asun
Cuuando uno ocupa el cargo que ocupa Griñán ha de saber estar a la altura,. lo suyo me parece de una torpeza notable.
Asun, al final te voy a convertir en una aficionada.
Modestino, lo del futbol, no me va, pero las fotos que acompañan, son un documento gráfico imprescindible...¡qué pinticas tenían aquellos jugadores! Nada que ver con los metrosexuales de ahora...
Gracias.
Me acabas de dar una idea para un post: "Cuando los futbolistas no eran metrosexuales".
Espectacular, Modestino. Esto no es un 'post', es una auténtica tesina sobre la historia del equipo nazarí.
Dudo mucho que haya nadie en Granada, ni siquiera entre los seguidores más apasionados, que conozca ni una quinta parte de la historia con la que tú nos has deleitado.
Por cierto, el sábado leí una entrevista al portero Puente, del que hablas en tu 'post', al que recuerdo como un tipo muy espigado y adornado siempre con un enorme mostacho. Puente jugó en el Granada y en el Elche.
Pues contaba en la entrevista que el gol más absurdo que le marcaron en su vida deportiva fue en un partido de Copa, cuando un balón sencillo se le escapó bajo el cuerpo y entró mansamente en las mallas.
¿Sabes quién le marcó ese gol? ¡El Real Zaragoza! Seguro que si te diera alguna pista más, sabrías decirnos el día en que se jugó ese partido, el goleador y el minuto de juego.
Salud!
El Zaragoza jugó eliminatoria de Copa con el Granada la temporada 1976-77, en casa ganó 1-0, gol del paraguayo Jorge Insfran ... no recuerdo que pasó à la vuelta.
Realmente increíble.
¿Cómo te puedes acordar de un tío que se llamaba "INSFRA"? ¡Pero si ese nombre es impronunciable...!
Por cierto, otra pregunta, mucho más sencilla.
A la Liga de 1ª División se le denomina, comercialmente, Liga BBVA, y no son necesarias mayores explicaciones para saber quién la patrocina.
Pero a la Liga de 2ª División se le llama "Liga Adelante". ¿Tienes idea qué eso de "Adelante"? No me suena que sea una financiera, ni un grupo asegurador, ni una cadena de supermercados, ni una colonia.....
Seguro que es la marca de algún producto, pero no tengo ni idea de cuál.
Ya ves qué duda más existencial me corroe esta tarde de lunes...
Modestino estoy por mandarles esta entrada porque ni en su web tienen algo tan elaborado.
Si no hubieras dado muestras más que suficientes de ser del Zaragoza pensaría que eres Nazarí.
Bruneti mi talisman dice;
tanto 1ª como 2ª la patrocina BBVA, a la de segunda utiliza su lema de BBVA "Adelanté"
Mil gracias, Veronicia. Y a tu "talismán", por añadidura.
Vaya, vaya, así que "Adelante" es un lema o una especie de grito de guerra comercial....
No hay nada mejor que pasearse por este blog para enterarse de todo.
Salud!
Lo malo del talisman es que despues de la Liga, la Copa del Rey, La Champion, los partidos amistosos de la Seleccion Española, la Eurocopa Sub 21... va a ver la Copa America, ésto es futbol!
(Por suerte yo libros y cine...)
Enorme análisis, Modestino.
A Enrique Porta lo podemos ver en su churrería de la C/ Arzobispo Domenech con Avda. Goya, de Zaragoza. Magnífico su chocolate y excelentes los churros.
El gol ese de "churro" que recuerda el portero Puente, quizás fue el único que consiguió Insfran, uno de los fichajes fallidos en la primera época Zalba.
Jorge Insfran era un paraguayo alto, espigado y torpón que remataba razonablemente bien con la cabeza. Llegó en el verano de 1975 y esa temporada marcó un único gol frente al Español en el viejo y demolido estadio de Sarriá.
Al año siguiente comenzó la temporada con el Zaragoza y marcó ese tanto al Granada en la Copa, pero luego fue cedido precisamente al equipo de "Los Cármenes".
Regresó al año siguiente con la idea de ser el ariete titular en 2ª división, pero al final jugó más Enrique Oviedo, un argentino bastante flojito que vino del Platense. Insfran consiguió ese año 5 goles: uno en La Romareda frente al Oviedo, dos en Castalia (2-2 frente a los de Castellón) y otros dos en la 2ª vuelta, otra vez frente al Castellón: ganó el Zaragoza 3-2.
No obstante ese año el delantero estrella fue Pichi Alonso, que con más de 20 goles resultó decisivo para el ascenso.
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