3 de noviembre de 2010

Una negrita en el camino

Hace unos días me dirigía a trabajar por el camino habitual; ya comenzaba a hacer frío y como tantas veces se acumulaban el sueño propio del momento, las perspectivas más o menos complicadas del día y las neuras y demás preocupaciones que uno suele llevar puestas casi de manera permanente. Tras cruzar el paso de peatones existente en la confluencia de las calles San Jorge y Avenida de la Paz de Huesca fui rápida y sorprendentemente adelantado por una niña de color muy pequeña -como mucho tendría dos años- que se puso delante mío, elevó los brazos como en posición de baile y con una sonrisa de oreja a oreja me dijo "¡Hola!", todo ello con una simpatía y una soltura tan gratas como admirables. La niña llevaba el pelo adornado con trenzitas terminadas en cintas de colores y supuso, posiblemente, el primer momento grato del día ... y vete a saber si el único.

En la tele de los setenta no eran infrecuentes anuncios de tono cursi y sentimentalón, como el de "El Almendro", que vuelve a casa por Navidad; en ese mismo estilo se encontraba el de los momentos "Nescafé", y puede que el saludo de la niña pueda equipararse a uno de esos momentos mágicos tan sencillos e intranscendentes como deliciosos que nos ofrece la vida de vez en cuando. Y es que en ocasiones tienes la tentación de pensar que los niños no deberían crecer, que la inocencia es un tesoro demasiado bonito para perderlo y que los Reyes Magos tendrían que existir.

A quien esto escribe le falta gracia y espontaneidad para contestar la simpatía de la pequeña con el cariño que se merecía; le dije "Hola" y le dediqué una sonrisa, pero no hubiera estado de más alguna carantoña más agradecida. Detrás de la criatura llegaba su madre, a quien las ocurrencias de su hija quedó claro le parecían el pan nuestro de cada día: es, evidentemente, una mujer afortunada.


21 comentarios:

veronicia dijo...

Esos arrebatos infantiles a mi también me alegran el día, pero yo soy un poco más atrevida y por la calle si veo que un niño o un bebe me mira le sonrio o le hago una mueca para reirnos juntos...
Un abrazo,Modestino y el deseo de que hoy encuentres en tu camino un niño que te haga reir!

Modestino dijo...

Mujer ... una mueca, una sonrisa sí que suelto. Uno es tímido, pero dentro de un orden ;).

Mariapi dijo...

Modestino, estos días me da vueltas la idea de que "no deberían crecer"... parece inviable...pero que siempre haya niños en la familia.Son un bálsamo, como dice mi madre son "quitapenas".
Enhorabuena por saber captar la belleza de la espontaneidad infantil. Gracias por compartir esa sonrisa con nosotros.

Modestino dijo...

Sí... un bálsamo, me parece que has usado la palabra más atinada.

annemarie dijo...

Tu hablas de las neuras y de las preocupaciones, pero los niños muy pequeños tienen una capacidad asombrosa para entender los estados de ánimo de cada persona - es imposible ocultarles nada, son como mediums emocionales. :)) La simpatia y la soltura de la niña de las trenzas creo que no las hubieras visto nunca sin una actitud semejante de tu parte.

El unico momento grato del dia? Bah! :)) Y los momentos de que tan agradablemente disfrutamos todos, todos los dias, aqui en tu blog? :)) Un abrazo!!

Modestino dijo...

Ya cuando escribía eso del "único momento grato del día" era consciente de que exageraba, pero tal vez lo puse así para recalcar los bonito del hecho ... ¿lo dejamos en el momento más grato del día? ... ¿o tal vez en uno de esos momentos gratos que nos regala el día? ;);)....

tomae dijo...

Definitivamente estos encuentros son un regalo.

Mi personal experiencia diaria, no me impiden, reír y jugar un poco en esos encuentros; después hay madres-padres que te acompañan, y otros que son algo más tiesos...

Driver dijo...

Creía saber algo de la vida, hasta que con 39 y 42 tuve hijos.
Entonces empecé a redescubrir conceptos universales.
Aprendiendo de ellos.
...
Siendo relista mi trato es éste.
Yo te alimento, intento educarte y te protego.
Y ellos me enseñan: la alegría, las posibilidades de la vida, la carencia de prejuicios y la incansable curiosidad.
Como verás un trato desigual.
A favor mío.

Modestino dijo...

Hoy en día Tomae, uno ha de andar con cuidado a la hora de mostrarse efusivo con niños desconocidos, pues algunos padres parece que lo ven mal , no se si por celos o desconfianza.
En el caso que nos ocupa puedo dar fe de que la madre estaba encantada con las gracias de su retoña.

veronicia dijo...

"breve historia de apoyo a las PYMES"
Los niños pequeños donde vivo se ponen de cuando en cuando salen a vender a la calle. Ponen una caja boca abajo y sobre ella todas las cosas que les "sobran"; cromos, los muñequitos regalo de los huevos kinder, pulseras hechas por ellos, cuentos reviejos...
Cuando se que tienen "una paradeta" montada me paso por allí y con cara de absoluta sorpresa pongo muchisimo interés en cada uno de los articulos... pido precios, que me asesoren para regalar... de hecho soy una perfecta clienta y "muy derrochadora"
Siempre nos despedimos con sonrisas de oreja a oreja, ellos convencidos de mi apoyo a su "empresa" y yo feliz de su felicidad

Modestino dijo...

Sí, Driver, un trato desigual que beneficia a ambas partes...;)

amiga dijo...

Hay que ver lo bien que has expresado con tan pocas palabras ese breve encuentro con la niña, tienes una sensibilidad fuera de lo normal, muy poca gente aprecia esas cosas, sigue escribiendo siempre post como estos, te hacen apreciar lo bueno que tiene la vida a veces y el cariño por los seres anónimos con los que nos cruzamos.

Modestino dijo...

Yo creo que esa sensibilidad la llevamos dentro todos, sólo que a veces la exteriorizamos más, o simplemente hay quién la lleva más a flor de piel.

Rosaura dijo...

No estoy de acuerdo, hay gente muy poco sensible, eso hace que valore más a la gente como tú.

Modestino dijo...

Hay de todo, claro ... pero yo me he llevado bastantes sorpresas viendo como tratan a sus hijos algunos hombres que van de duros por la vida.

tomae dijo...

... a eso me refería Modestino, a mí me gustan esas situaciones, pero sin duda, veo el recelo (también me ocurre a mí) de los padres...y me hace reflexionar si a tan temprana edad tenemos que educar en la desconfianza.

...ya no te digo si un "simpático abuelete" ofrece un caramelo a uno de esos niños.

Driver dijo...

No me gustaría estar en la piel de un jurisconsulto, cuando tenga que administrar justicia en un caso de maltrato de menores.
Yo me levantaría la toga, saltaría por encima de la mesa, y tras agarrar el Código Civil, lo escrimiría de canto, golpendo al maltratador en la zona donde las piernas convergen.
Y claro, entiendo que éstas no son las formas apropiadas con las que la Justicia debe actuar.
Aunque algunos de los jurisconsultos se queden con la ganas.
Dejémoslo ahí.
Mejor no preguntar.
...
Y vigilar a los hijos.
De cerca.
...
Por respeto a Modestino, retiro lo de maltratadores, y lo sustituyo por "presuntos maltratadores".
Se que no tienes un trabajo fácil.

Modestino dijo...

Te agradezco la comprensión. Pero sí, a veces uno tiene ganas de saltarse reglas y protocolos, y otras de tirar la toga.

Modestino dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Driver dijo...

A pesar de todas las miserias de la condición humana, los jurisconsultos sois muy necesarios.
Y vuestra capacidad de esforzaros para astraeros del entorno y centraros en la función pública, es cuanto menos de agradecer.
...
Sobre todo cuando os cruzáis con una negrita, y su sonrisa os hace un corte.
Elevando la condición humana a un gesto de eterna virtud.
Estos gestos nos recuerdan vuestra humanidad.
Generando confianza.

ana dijo...

Yo también pienso que los niños saben muy bien, pero que muy bien, a quién le dedican una sonrisa. Así, sin más, observando en el primer golpe, saben de sobra ante quien están.

Y a mí estas cosas, sí que me suelen parecer momentos especiales... me encanta la espontaneidad de los níños. Y los hay encantadores y totalmente repelentes... que de todo hay... jajajaja.

Saludos.