23 de abril de 2010

Día del libro



Hace ya mucho tiempo que San Jorge ha sido declarado día del libro; de entrada, como el de la madre, el del padre o el de los enamorados no deja de ser sino un reclamo comercial más para hacernos rascar el bolsillo; en el caso de Cataluña se ha instaurado, además, la costumbre de la flor y así mientras las mujeres regalan una libro a los hombres, éstos corresponden con una rosa ... no se si permanece esta costumbre que suena a muy poco correcta políticamente, además de cierto tinte hortera.

Pero a quienes nos gusta la lectura, cualquier cosa relativa a los libros pasa por encima de todo, y un día en el que los libreros salen a la calle tiene que ser necesariamente un día grande, lleno de atractivos y con el libro, ese amigo, como protagonista. Y ya que hablamos de libro, tal vez ya va siendo hora de que en esta casa hagamos un homenaje al librero de verdad, es decir no a quien vende libros como podría hacerlo con manzanas, peines o maletas de viaje, sino al profesional que ama el libro, que disfruta vendiendo, que sabe distinguir el grano de la paja, que aconseja y valora lo que vende porque lo ha leído, y sabe además lo que necesita cada uno, sin restringir lecturas ni géneros, sin miradas estrechas y excluyentes. De la misma manera que uno necesita un médico o un peluquero de confianza, también es una suerte tener ese librero que no te va a fallar, que te ayuda a elegir entre tanta oferta y a discernir lo que de verdad vale la pena.

Un día como hoy vienen a la cabeza tantos títulos, y uno se plantea qué libro escogería si tuviera que hacer un regalo que no exigiera actualidad, y dudaría entre las joyas de Delibes ("El camino", "Cinco horas con Mario", "La hoja roja", ...), "La reina de las nieves" de Martín Gaite, "Los bravos", de Fernández Santos, los maravillosos cuentos de Aldecoa, ... o cualquiera de los libros estrella de esa generación irrepetible de posguerra: Martín Santos, Carmen Laforet, Ana María Matute, Sánchez Ferlosio, ....; también me plantearía acudir a un clásico de la literatura universal, como "El gatopardo", de Lampedussa, "Los novios", de Manzoni, "David Copperfield", de Dickens o "El conde de Montecristo", una de las obras maestras del gran Dumas.

Y regresando a España, empezando por supuesto con el "Quijote", soy capaz de encontrar libros que en su día me parecieron apasionantes, como cualquier episodio nacional de Galdós, o "Fortunata y Jacinta", o "El escándalo", una novela magistral de Pedro Antonio de Alarcón que me temo no sea lo suficientemente conocida, o las piezas de los clásicos, como los poemas de San Juan de la Cruz y Lope de Vega o las piezas teatrales de éste último, Calderón o Tirso, o, mucho más modernas, las deliciosas obras de Casona como "Nuestra Natacha" o "La dama del alba", las geniales de Jardiel Poncela, "Eloisa está debajo de un almendro", "Los ladrones somos gente honrada", ..., de Miguel Mihura, "Ninette y un señor de Murcia", "Tres sombreros de copa", ...-y, pienso que por encima de todos, la obra, verdaderamente maestra en su totalidad, de Antonio Buero Vallejo: "Historia de una escalera", "El concierto de San Ovidio", "El tragaluz", "Un soñador para un pueblo", ... Y podría seguir hablando de los artículos de Larra, las leyendas de Becquer, las novelas de ambientes concretos de Baroja, Torrente Ballester o Doña Emilia Pardo Bazán o la poesía de Antonio Machado, García Lorca, Pedro Salinas, Gerardo Diego, ...

Entre los autores de habla inglesa ya conocía a maestros como Morris West ("El abogado del diablo", "La salamandra", ...), Graham Greene ("El poder y la gloria", ...) y A.J. Cronin ("La ciudadela", "Las llaves del reino", ...), pero he ido descubriendo a Wallace Stenger, Paul Auster, Richard Ford, Richard Yates, John O'Hara, Scott Fitzgerald o Sinclair Lewis. Pero tampoco estaría mal regalar narraciones cortas, entre las que destacaría la edición recopilatoria de los de Stevenson que acaba de publicar Mondadori, las "Cinco novelas cortas" de Chejov que sacó hace un par de años la barcelonesa editorial Alba o cualquier edición de los cuentos de Roald Dahl, simplemente magistrales.

No puedo terminar sin dedicar unas líneas a la novela negra y policíaca, esa debilidad que todos conocen; podría hablar horas y horas, pero me he hecho el propósito de seleccionar un hit parade de diez, que son las primeras que me vienen a la cabeza de entre las que me han gustado, sin que quiera decir que son las mejores: "El halcón maltés", de Dashell Hammet, "El sueño eterno", de Raymond Chandler, "La quinta mujer", de Hening Mankell, "La forma del agua", de Andrea Camilleri, "El caso Saint Fiacre", de Georges Simenon, "Una cierta justicia", de P.D. James, "Las distintas guaridas de los hombres", de Susan Hill, "La promesa" de Harlan Coben, "Cuerpo a cuerpo", de Eugenio Fuentes y "La playa de los ahogados", de Domingo Villar.

Será hoy una nueva ocasión de pasear, ver libros, leer el resumen del dorso, desear comprar un buen número y, seguramente, regresar a casa con muchos títulos y propósitos de ahorro cumplidos o incumplidos.




8 comentarios:

Brunetti dijo...

Para mí, San Jordi es el día más maravilloso del año.

Salud!

Mariapi dijo...

Modestino, estoy por encadenarme al sillón, y no salir en todo el día...con la lista que propones, peligra el patrimonio familiar...y soy compradora compulsiva de libros en período de rehabilitación...(es broma) Gracias por las sugerencias, un saludo.

Anónimo dijo...

En Barcelona hoy es un día en el que te levantas y te apetece salir a la calle. En todas las esquinas hay vendedores de rosas, las librerias sacan las novedades a la calle y la gente pasea con un sosiego especial.
Como las mujeres ya nos compramos los libros que nos apetece leer, hoy agradecemos muchísimo que nos regalen una rosa.Nos aprovechamos de que muchos hombres el día de Sant Jordi es el único que no se sienten ridículos de ir por la calle con una flor en la mano.
Para agradecerte todas las propuestas de lectura que compartes, me permito regalarte una rosa. Puedes elegir cualquier color, te aseguro que hay rosas de todos los colores, incluso azules.
Para los que vivis en Aragón, hoy también es un día importante.
Que lo disfrutes.

Modestino dijo...

A mí me gustan las rosas amarillas, pero acepto cualquiera y te agradezco el regalo.

Yo he compardo un libro: "Dublinesca" de Enrique Vila-Matas, no he leído nada de él y ya va siendo hora.

veronicia dijo...

Para mi tambien el dia del libro es una escusa perfecta para gastar en libros, sin remordimientos... Pero Modestino con lo de regalar libros me pasa una cosa y es que no estoy segura nunca de acertar con los gustos... asi me decanto por los libros de relatos, o los clasicos. (Perdon pero en este ordenador no funcionan los acentos)

Modestino dijo...

No te preocupes por los acentos, además eso de "clasico", así sin acentuar, suena como muy aragonés.

Josep dijo...

Es muy difícil establecer una fecha concreta que marque el inicio de la esta tradición popular de regalar rosas el día de Sant Jordi. Debe ser muy antigua, ya que se tiene constancia de la celebración de la Feria de rosas de Sant Jordi desde el siglo XV. Esta misma antigüedad busca una relación entre la tradición popular y la el simbolismo del amor cortés que representa la rosa, aunque la costumbre de regalar flores existe desde antes del Cristianismo y los romanos celebraban alrededor del mes de mayo una fiesta floral dedicada a la diosa Flora.
La fiesta que ahora conocemos tiene su origen en la época de la Diputación del general y está ligada a la nobleza y los estamentos dirigentes que el día de Sant Jordi celebraban una misa en la capilla del Palacio de la Generalitat, donde también se hacía la citada Feria de rosas.

Aunque la fiesta actual mantiene estas dos tradiciones medievales: regalar la rosa y visitar la capilla de Sant Jordi, la fiesta ha ido incorporando más elementos y, sobre todo, es una fiesta extraordinaria expresión de la cultura popular.
El Día del Libro es bastante más reciente. Según algunas fuentes, se celebró por primera vez el 7 de octubre de 1926. Poco después, en 1930, se cambió la fecha al 23 de abril, para conmemorar que ese mismo día pero del año 1616, aunque según diferentes calendarios, murieron los escritores Miguel de Cervantes y William Shakespeare.
Por Sant Jordi se vende un porcentaje muy apreciable de la producción literaria anual, y en cuanto a rosas sn aproximadamente unos seis millones.
un saludo.

Modestino dijo...

Informadísimo comentario. Gracias, Josep.