1 de abril de 2010

3 magníficos ejemplos del género negro

"El extraño amor de Marta Ivers" Sinopsis. Iverstone en 1928. Un niño, Sam, sube a un vagón de tren en el que le espera una niña, Martha, junto a su gato para fugarse de casa. Su aventura terminará pronto porque la policía da con los pequeños, aunque a Sam le da tiempo a escaparse. En una gran mansión, vive la Sra. Ivers, la tía de Martha, a quien trata despiadadamente. Esa misma noche, en medio de una gran tormenta, la Sra. Ivers sube las escaleras de su casa para intentar sorprender a Martha, Sam y su amigo Walter, hijo del administrador de la Sra. Ivers. Los chicos se esconden y contemplan aterrorizados cómo la Sra. Ivers maltrata al gato de Martha sin motivo aparente. Martha, presa de ira, la golpea y la señora Ivers cae muerta. Todos los jóvenes dan una version accidental de la muerte de la Sra. Ivers y juntos juran no desvelar jamás el secreto. Han pasado los años, nos encontramos en 1946, Walter y Martha se han casado. Él abusa del alcohol y ella intenta recomponer su vida con su gran secreto, pero en sus vidas y después de tantos años reaparece Sam, convertido en un jugador y cuya presencia resucitará los fantasmas del pasado cambiando el orden establecido.

No recuerdo haber oído hablar de esta película hasta que me la recomendó mi amigo Tommy, pero tras verla comprendo que pusiera tanto  énfasis en lo aconsejable de su visión: te "pilla" desde el principio y no pierdes el interés en ningún momento. La escena inicial, cuando se plantea el suceso clave que va a condicionar el resto de la historia, está tremendamente lograda, me parece uno de esos momentos magistrales que nos permiten vivir algunas de esas películas antiguas.

Se trata de una película que trata con acierto una serie de cuestiones de enorme interés y muy aptas para el cine: la sospecha, el desamor, el miedo y la avaricia. Los personajes del mundo marginal, Sam y Toni, acaban mostrándose con mayor dignidad y valores que los que están bien situados socialmente, Martha y Walter. El film va marcando bien los tiempos, como si no hubiera prisa, sin precipitaciones, dejando que los sucesos vayan apareciendo y que las intenciones y los intereses de los personajes se vayan descubriendo.

La interpretación es magnífica y, en mi opinión, destaca por encima de todos una Barbara Stanwyck a quien corresponde un papel que le va como anillo al dedo: una mujer ambiciosa, fría y que no se para ante ningún obstáculo, un papel del nivel de sus intervenciones en películas como "La gata negra", "Las tres noches de Eva" (1941) o "Perdición" (1944). Junto a ella aparece un novel Kirk Douglas en un papel muy lejano a aquellos que le convirtieron en un "primer espada" de Hóllywood, pero que ya muestra sus excelentes condiciones. Buen trabajo de Van Heflin, ganador de un Oscar al mejor secundario con "Senda prohibida" (1942) de Mervyn LeRoy y que borda su papel de jugador aventurero, mientras que como partenaire de éste aparece Lizabeth Scott, una excelente actriz que no tuvo en su carrera los papeles que merecía. Interviene también en un breve papel Judith Anderson, la Sra. Danvers de "Rebeca", que vuelve a hacer de mujer perversa.


"Cara de ángel" Sinopsis: Frank Jessup es un enfermero de urgencias que acude a una mansión para atender a la señora Tremayne que, según parece, ha intentado suicidarse. Sin embargo pronto sospecha que en realidad alguien ha intentado asesinarla. Además Frank conoce su hijastra Diane, una mujer delicada y sensual, ante la que cae rendido inmediatamente.

"Cara de ángel" tiene tanta o más calidad que la anterior; dicen los que saben que la gran virtud de Otto Preminger, el director de este film estrenado en 1952, era la dirección de actores, y no hay duda de que es algo que ejerció con especial maestría en el rodaje de esta película, pues la actuación de Jean Simmons y Robert Mitchum es sencillamente formidable. La actriz recientemente fallecida está fantástica en un complicado papel de joven retorcida y manipuladora, mientras que Mitchum borda su personaje de conductor de ambulancias que oscila entre cierta condición de pardillo y una indudable ambición personal.

Hay bastante leyenda en relación a la escena en que Mitchum propina una bofetada a Simmons, existe quien mantiene que Preminger consideraba que Mitchum no se estaba empleando con la suficiente dureza y éste se sentía cada vez más cohibido ante las marcas que sus manos dejaban en el rostro de la protagonista, de manera que acabó perdiendo los nervios y, tras coger a Preminger de la pechera, le arreó una sonora bofetada seguida de un “¿Así le parece bien?”. Preminger montó en cólera y ordenó a Howard Hugues, mandamás de la RKO, que expulsara a Mitchum del rodaje de manera inmediata, pero éste, a quien el actor le caía bien y creía ver en él una especie de alma gemela, se puso de su parte y Preminger tuvo que tragar. Otra versión dice que simplemente tuvo que repetirla tantas veces que la Simmons acabó llorando de dolor.

Se trata de una película que se centra casi exclusivamente en el duelo entre los dos grandes actores citados, un Mitchum que comenzaba a aparecer como uno de los mejores cabezas de cartel de Hóllywood y una Jean Simmons en la plenitud de su carrera que probablemente cerró el mejor papel de su vida. No obstante, no podemos olvidar el buen trabajo de Mona Freeman, una actriz de carrera corta, que brilló tambien en "La heredera" (1949), de William Wyler y Herbert Marshal un excelente y ya entonces veterano actor que había destacado en films como "La loba" (1941), también de William Wyler y "Duelo al sol" (1946), de King Vidor.

"Cara de ángel" es una película imprescidible no sólo para los amantes del cine negro, ni exclusiva para quienes gustan del cine clásico, es un film que debe de ver todo el mundo.

"Más dura será la caída" Sinopsis: Un veterano periodista deportivo llamado Eddie Willis, eventualmente sin empleo, acepta una propuesta de un amigo suyo, Nick Benko, que domina un grupo de promotores de boxeo, para que actúe como agente de prensa de la operación que piensa montar con un gigante argentino que ha encontrado, llamado Toro Moreno, al que pretende hacer boxear para enriquecerse a su costa...

Humphrey vuelve a no decepcionar en esta película, que acabó convirtiéndose en la última del gran actor neoyorquino, quien fallecería al año siguiente víctima de un cáncer de garganta cuyas secuelas son nítidas en la cinta, pero que no impidieron que Boggy bordara su papel de periodista maniobrero. No obstante, no podemos hablar de una película definida por la actuación de Bogart, pues frente a él aparece un enorme Rod Steiger, un actor que siempre acertaba en los papeles de gangster o similar y que consiguió el Oscar al mejor actor en 1967 por "En el calor de a noche", tras dos intentos fallidos: en 1965, por "El prestamista" de Sidney Lumet y en 1954, en este caso al mejor secundario, por "La ley del silencio" de ELia Kazan. El duelo Bogart/Steiger es, sin lugar a dudas, uno de los principales atractivos del film.

El guión está basado en una novela de Budd Schulberg, de quien no hace mucho hablábamos aquí como autor de otro magnífico libro: "¿Por qué corre Sammy? y como autor del guión de "La ley del silencio". Entiendo que tal guión se convierte en un importante alegato en contra del boxeo; el ambiente que se describe en el film es agobiante, el deporte del ring aparece como un conglomerado de corrupción, manipulaciones y engaños, mostrándonos a los boxeadores como unos personajes utilizados que comienzan siendo explotados y acaban convertidos en juguetes rotos.

Por otra parte, y hecha la referencia al gran papel de Steiger, no puedo evitar rendirme ante Humphrey Bogart, que actúa ante la cámara con una soltura y un saber estar espectaculares; leyendo el pequeño librito que viene con el DVD me enteré de que el actor sufría ya entonces unos dolores terribles a consecuencia de su enfermedad y el propio Rod Steiger comentaba con admiración cómo Bogart se excedía en trabajar cada escena, con las repeticiones necesarias, sin la más mínima queja. EL papel de personaje frío, tramposo, directo y con su corazoncito le va como anillo al dedo.

El contrapunto femenino de Bogart es en esta ocasión Jan Sterling, en el papel de esposa honesta y responsable a la que no le gustan los manejos en los que se ha metido su "partenaire"; Sterling destacó también en películas importantes como "Belinda" (1948), de Rudolph Maté , "El gran carnaval" (1951), de Billy Wilder y "Con sus mismas armas" (1955), de Richard Wilson, donde compartía protagonismo con otro duro, Robert Mitchum. Junto a ellos desfilan dos antiguos campeones mundiales de boxeo: Max Baer, en el papel de brillante campeón del mundo y Jersey Joe Walcott, como entrenador de "Toro Moreno", el gigante argentino al que tratan de explotar.


2 comentarios:

ana dijo...

Como siempre, eres una estupenda fuente de información para el tiempo libre... a mí sólo me suena la última de Bogart... "Más dura será la caída".

Que tengas unos días de descanso y silencio. Un abrazo.

Modestino dijo...

A mí t6ambién me sonaba sólo la de Boggy, pero no hay como arrimarse a alguien que sabe. Tanto "Cara de Angel" como "El extraño amor de Martha Ivers" son excelentes.