29 de abril de 2010

Antes las norias eran inofensivas



A los de mi generación -y a los de alguna más- cuando se nos habla de la noria nos representamos inmediatamente una de las más representativas atracciones que uno podía encontrarse en el recinto ferial de su localidad de residencia; la noria ha sido siempre símbolo de diversión sana y estimulante, e incluso ha ambientado más de una película famosa -vgr. "El tercer hombre"-. Hoy en día este significado ha pasado a segundo plano, y el término noria tiene mucho que ver con la polémica y el escándalo. Estos últimos días he curioseado por varios enlaces donde se reproducían momentos determinados del programa de Tele-5 que presenta Jordi González; la verdad es que no lo he visto nunca íntegro, solamente ratos muy parciales, ni sigo otros similares de las diferentes cadenas de televisión, pero me parece que en esta ocasión no andaré muy errado si caigo en la generalización.

Es posible que me falten datos, o perspectiva o haber visto más veces el programa, pero con lo que he presenciado me basta para confirmar que estamos ante un espacio donde impera la manipulación, la sal gorda, las medias verdades y el mal gusto; que personajes como Jimmy Giménezx Arnau, María Antonia Iglesias, Karmele Marchante, Mila Ximénez, Miguel Angel Rodríguez o Enric Sopena sean los que marquen el ritmo del programa y se conviertan en fuentes de creación de opinión pública dice muy poco del nivel cultural de nuestro país, y del sentido común añadiría yo.

En las encuestas sobre los programas más vistos suelen aparecer los informativos y documentales a la cabeza del ranking, pero tengo la impresión de que a la hora de la verdad hay quien disimula su voto y si este tipo de bodrios permanecen en pantalla es, sin ninguna duda, porque resultan rentables. Y, al menos a mí, me parece una pena.

Viendo y escuchando a todo ese "paisanaje" uno se pregunta si de verdad nos merecemos ésto, y lo peor de todo es que a la vez se plantea que es posible que la respuesta a tal pregunta sea afirmativa ... nos lo merecemos porque nos conformamos con tanta basura, porque nos faltan arrestos para cortar con la curiosidad y el morbo, para buscar alternativas bien al programa, bien a la propia "caja tonta", porque nos hemos acomodado a lo fácil, a lo sencillo, a lo que no nos hace pensar.

Y repito, así anda buena parte de la ciudadanía, pensando que sabe de todo cuando no tiene ni idea, o, en todo caso, sólo sabe lo que le han querido contar ... en versión chusca.




9 comentarios:

Mariapi dijo...

Este tipo de programas me parecen auténtica pornografía, esa exposición de las intimidades, chabacana, me escandaliza...alentando el morbo, para tenernos bien atontados y amodorrados...Es un modo de aquello tan antiguo "panem et circensis". Disculpa si es un algo ácido el comentrio, pero esa lele y esos periodistas(?) me superan. Un saludo, Modestino, gracias por sacar temas interesantes.

Modestino dijo...

El comentario más que ácido lo veo realista. Es preocupante que estos tipos sean capaces de crear opinión.

lolo dijo...

Ese el problema, yo creo. Crean opinión y hay mucha, mucha gente que se conforma con la que le dan estos medios. Sin una mínima capacidad de crítica es difícil darse cuenta de cuánto manipulan.
Lo van a tener mal los que nos siguen, porque las ideas express llevan mucho camino andado.
Gracias, Modestino.

Me voy a leer tu Santa María del Mar.

Anónimo dijo...

A mí no me parece mal que las televisiones además de películas, series, fútbol etc, hagan programas de tertulias como el de tele5, intereconomia y otros.
En general, las personas buscamos o evitamos información según nuestros gustos, por lo que es sano escuchar argumentos de otra gente que no piensa como nosotros.
También considero que deberían participar personas relacionadas con el tema, no como ahora que los "tertulianos" son siempre los mismos, se hable de lo que se hable

Modestino dijo...

Completamente de acuerdo en que es sano escuchar la versión contraria, y en que tendemos a evitar la información que no nos conviene. Algunas veces he escuchado y creo que quien lo dice tiene mucha razón que a los lectores del ABC o La Razón els convendría leer con frecuencia El País y viceversa.

Lo que pasa es que, en mi opinión, "La noria" y equiparables no son tertulias, son reality show puros y duros que bvuscan solamente la polémica; otra cosa es la polémica que surge naturalmente de un deabte, que pienso puede ser muy sana.

"La Clave" era, por ejemplo, un programa-debate espectacular, muchas veces no exento de polémica, pero una polémica en la que daba gusto participar.

Que conste que hablo de "La noria" porque es el único que conozco; hay uno -no se sigue- en la 1ª que dan creo que 50 segundos a cada participante, éste me parece otra cosa, en la línea que apuntabas.

En cuanto al famoso "Gato al agua" he de reconocer que no lo he visto nunca, y no puedo opinar.

Rosaura dijo...

Me ha gustado esa llamada a la rebeldía que haces en cuanto a este tipo de programas horribles a los que deberíamos boicotear, creo que es cierto que muchos los vemos y luego nos da verguenza reconocerlo, la verdad es que el tiempo que se pasa viendo esos programas no aporta absolutamente nada, mucho mejor sería dedicarse a leer o ver una buena película en lugar de perder el tiempo con esas basuras y eso que aún los hay peores que éste, que dentro de lo muy malo, trata no solo de temas del corazón.

Modestino dijo...

Sí Rosaura, lo que pasa es que me faltyan datos d elos nombres de esos programas que me parece suelen ser de horario de tarde donde acude la gente a lucir sus miserias.

"La Noria" pretende ser un debate, pero ya he dciho que pienso está viciado de origen. E insisto, echo mucho de menos "La Clave", y estoy seguro de que tú también.

Rosaura dijo...

Tienes razón, si la diferencia entre este programa y la Clave es una muestra de nuestra situación actual es para echarse a temblar, creo que hemos empeorado mucho.
A mí me gustaba también una tertulia en la que hablaban escritores y era una gozada oirlos, creo que nos hemos degenerado...

Modestino dijo...

Me parece muy fuerte la frase esa de que hemos degenerado; estoy seguro que ahora sigue habiendo mucha gente capaz de hacer programs como "La clave", debates literarios o cualquier intercambio civilizado de pareceres.

Lo que pasa es que, desgraciadamente, vende más la sal gorda.