En los inicios de los 70 se oía esta canción triste, sentimentalona, dulce, melancólica, ... en ella se hablaba de amor, como tantas veces, de un amor aparentemente desgraciado, pero conforme avanzaba la interpretación quien cantaba parecía recobrar la esperanza, y si al principio daba su vida por no volver a encontrarse con la persona amada, al final ese mismo ofrecimiento se hacía por el reencuentro. El tema lo interpretaba el gran Roberto Carlos, que ya apareció por estos lares con su gato triste y azul, pero quien la había compuesto era Martha Vieira Figueiredo Cunha, una brasileña de Bello Horizonte a quien se conocía como Martinha.
Martinha fue apodada por el propio Roberto Carlos con el sobrenombre de "Queijinho de Minas" y cantaba con buen gusto y con dulzura; con la misma dulzura que trasluce "Eu daría minha vida":
Hoy daría yo la vida por no verte más,
te lo juro por mi vida, quiero ya olvidar.
Hoy daría yo la vida por no verte más
te lo juro por mi vida quiero ya olvidar.
Yo no sé más nada, sólo amar y estar contigo,
y por más que intento olvidar, no lo consigo.
Hoy daría yo la vida por no verte más,
te lo juro por mi vida, quiero ya olvidar.
Digo al mundo entero, nunca más veré
aquellos ojos tristes que yo tanto amé.
Pero late en mí un corazón enamorado
que habla siempre así.
Hoy daría yo la vida por tu amor de ayer,
hoy daría yo la vida por volverte a ver.
6 comentarios:
Uauuuu, Modestino, por Dios! Me encanta siempre ver en tu blog algo escrito en mi lengua, claro, y me apetece inmediatamente contestar, pero esta Martinha no la conocía, aunque la música tal vez sí, no estoy segura. Algún día te explicaré que es eso de la melancolía de portugueses y brasileños, que tu dices: no tiene nada que ver con tristeza o desánimo, es una manera de ver las cosas, muy divertida muchas veces, incluso. :)) Empiezo hoy (lo estuve reservando con enorme auto-controle :)) porque sabía que hoy iba a tener tiempo y sosiego, el último de PD James: promete, me parece! :)) Un abrazo!
Hace un tiempo que me regalaron el último de P.D. James, a ver si consigo empezarlo ... antes he de terminar unos cuantos.
Oh, el Saudade .... te debo un post dedicado al fado.
No sé si será fijación, Modestino... pero no puedo remediar el recuerdo de la voz de Roberto Carlos.
annemarie... ¿la melancolía será algo similar a la morriña de los gallegos?
Me encantaría leer ese post sobre el fado. A ver si te animas,Modestino.
Un afectuoso saludo desde Tarraco.
Tengo la sensación de que la melancolía esa no es más que un planteamiento vital y, como dice Annemarie, no es lo mismo que la tristeza o el pesimismo.
Modestino, Sunsi,
yo no sé que es la morriña de los gallegos, pero no me extraña que sea lo mismo. Yo no soy muy de saudades y etc, pero me gusta ver las cosas desde la distancia y con sosiego. :))
Yo creo que la morriña es otra cosa, tiene mucho que ver con la añoranza de la tierra propia cuando se está lejos; es algo que a todos nos pasa y que, por lo visto se acentúa en el caso de los agllegos, no se si por forma de ser o porque se trata d eun pueblo históricamente emigrante.
Esa melancolía equiparable al sosiego es algo mucho más positivo.
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