11 de marzo de 2010

"Bella sin alma", Richard Cocciante (1975)



Mi primer recuerdo de esta canción es de cuando yo hacía COU (Curso 1974-75); eran tiempos de ciertos cambios en los gustos musicales y comenzaban a sonar algunos jóvenes italianos que vendieron discos como rosquillas: Claudio Baglioni, Sandro Giacobbe, ...; entre estos se encontraba también Richard Cocciante, un tipo enjuto, más bien bajito y con aspecto curioso que aunque no había nacido en Italia, se había criado personal y profesionalmente en Roma. Cocciante había nacido nada menos que en Saigón (1946), siendo su padre francés y su madre italiana.

La canción con la que arrasó en la España de la época se titulaba "Bella sin alma", y entre mis recuerdos de adolescente se encuentran los comentarios que escuchaba entre amigos y conocidos que valoraban el tema como algo tremendamente atrevido, como el no va más de la sensualidad. Al cabo de 35 años, salta a la vista que la letra de "Bella sin alma" se ha convertido casi en ingenua, pero en aquella época que mezclaba las circunstancias propias de la pubertad con la peculiariedad del tiempo y del país, ese "cuando te haga el amor, te pedirá más y más", o "ahora desnudate como ya sabes tú" o el "tú me desearás bella sin alma", nos sonaba a algunos a la manzana de Eva.

Richard Cocciante cantó otros temas de éxito del momento, como "Margherita" o "...E io canto", y su carrera ha ido perfeccionándose, contando con un triunfo en San Remo (Año 1991) con "Se stiamo insieme", habiendo interpretado duetos excelentes con Mina y Mónica Naranjo, con quien grabó en 1995 la canción "Sobre tu piel" y siendo el compositor de un musical de éxito internacional: "Notre Dame de París". No obstante, para los nostálgicos siempre será el inolvidable intérprete de "Bella sin alma"


8 comentarios:

ana dijo...

Las cosas que ahora pueden parecer ingenuas no lo son tanto si las valoras en el contexto en que fueron vistas por primera vez.

Esto lo podemos ver también en el cine, ante algunas películas. Y te deja una amable sonrisa observar esa mirada de entonces. A veces es un poco cómico vivir.

Un saludo.

Modestino dijo...

Sí, es un poco cómico vivir. Y ahora hay cosas que nos parecen normales y no deberían parecernos así, la verdad.

veronicia dijo...

Hijos como somos cada uno de nuestra época a mi me ha tocado otra llena de contradicción y también de relativismo. Me viene a la cabeza una canción titulada “como hacer el amor en un sinca mil” recuerdo cuando empezó a sonar aquella canción grabada en una cinta cassette, silencio absoluto en el coche… mis hermanas y yo nos miramos deseando desintegrarnos… vi como mi padre bajaba la ventanilla y la lanzaba a la carretera con un despectivo “Ésto no es digno de nosotros” aquella canción ante cualquier video de “reggaeton” actual suena tan ingenua… los adolescentes de entonces son los padres de hoy, asustados por el giro que han tomado los acontecimientos…

Modestino dijo...

Caramba, "Los Inhumanos"!!!, también tenían otras canciones célebres como "Duba, duba" o "Me duele la cara de ser tan guapo", aunque hay una que debe ser el acabose: "La verdadera historia de amor entre Kim Basinguer y El Fari"... vete a saber lo que cuenta.

Tintin dijo...

La educación de cada uno marca hitos y moldes.Yo recuerdo perfectamente esta canción italiana y entonces era considerada muy lanzada. No tiene porque ser malo ni bueno.Era así en algunas familias.En otras igual era normal.Pero habría otras cosas arrastradas por lo anterior...
En cualquier caso, yo hoy no me considero raro ni traumatizado, luego la anécdota de tirar la cinta de cassette por la ventanilla a lo mejor no es tan horrible como alguno puede pensar...

Modestino dijo...

Bueno Tintín, por fin uno que recuerda la canción ... si es que soy muy carroza :).

Anónimo dijo...

Recuerdo ver en directo a Richard Cocciante en la discoteca "Osca 2001" de Huesca. Actuó varias noches segidas, él solo con un piano en medio de la pista de baile. Es bajito bajito... los pies le colgaban en la banqueta del piano.

luisito dijo...

El la hizo para mí