26 de diciembre de 2009

"Atraco perfecto" (1956)

SINOPSIS: Johnny Clay, un ex convicto, ha decidido dar el último golpe de su vida: llevarse la recaudación de un hipódromo. Selecciona meticulosamente a los que serán sus colaboradores, y planea la estrategia del asalto con precisión insospechada... Stanley Kubrick es, según dicen los que saben, uno de los directores de cine más influyentes del siglo XX; es curioso que Kubrick sea uno de los "míticos" cuando solamente dirigió 13 películas en los 70 años que vivió, pero encontraremos una explicación si nos damos cuenta que entre éstas se encuentran "Senderos de gloria" (1957), "Espartaco" (1960), "Lolita" (1962), "Teléfono rojo. Volamos hacia Moscú" (1964), "2001, una odisea en el espacio" (1968), "La naranja mecánica" (1971), "Barry Lyndon" (1975) y "El resplandor" (1980). La enorme calidad de estas películas justifican, evidentemente, una carrera, y no siendo, como he repetido tantas veces, un experto en cine creo que no es un dislate afirmar que estamos hablando de películas que además de su enorme nivel cualitativo suponen en muchos casos un antes y un después en la historia del cine. Las películas de Kubrick recibieron en total 14 nominaciones para el Oscar, 4 de ellas al mejor director ("Teléfono rojo. Volamos hacia Moscú", "La naranja mecánica", "Barry Lyndon" y "2001, una odisea en el espacio"), aunque solamente recibió uno a los mejores efectos visuales por la última citada.

Pero hay una película, anterior a todas ellas, que en su momento no tuvo excesivo éxito, incluso cuentan que era exhibida junto a otra, pero a la que el tiempo ha terminado haciendo justicia convirtiendo en míticas alguna de sus escenas. Me refiero a "Atraco perfecto", un film que había pasado a un principante como quien escribe y que pude ver en su día gracias a Tommy, que no solamente me la aconsejó, sino que me facilitó el DVD que me permitió disfrutar de ella. La película está basada en la novela "Clean Break" de Lionel White y pienso que tiene derecho a figurar en cualquier antología del cine negro.

La película utiliza un sistema narrativo no lineal, y desde los distintos puntos de vista de todos los protagonistas, aunque su protagonista indudable es Johnny Clay, un ex-presidiario al que encarna magistralmente Sterling Hayden, un actor que también destacó en películas de la importancia de "La jungla de asfalto" (1950) de John Huston, "Johnny Guitar" (1954) de Nicholas Ray, y El Padrino (1972) de Francis Ford Coppola, donde encarna el papel del capitán McCluskey, sin olvidar su intervención en la ya citada "Teléfono rojo. Volamos hacia Moscú".

Junto al personaje de Clay, el resto de protagonistas del atraco son personajes alejados del mundo del hampa, ciudadanos corrientes que tienen como punto de conexión el ser unos perdedores que se hayan necesitados de dinero: Randy Kennan, un policía corrupto, Mike O'Reilly, un hombre que necesita imperiosamente el dinero para su esposa enferma y George Peatty, un tipo poco consistente que ve por todos lados pretendientes de su atractiva mujer Sherry. Al primero lo encarna Ted de Corsia, un secundario poco habitual ("La dama de Sanghai" (1948), "Un lugar en el sol (1951) y "Duelo de titanes" (1957)), a O'Reilly, Joe Sawyer, que tuvo su papel en "Gilda" (1946) y al tercero Elisha Cook Jr., con una larga carrera en el cine, siempre en el papel de villanos o personajes cobardes y neuróticos: "El halcón maltés" (1941), "El sueño eterno" (1946) y "Raíces profundas" (1953), entre otras.

Los dos personajes femeninos están perfectamente interpretados; la novia de Clay, Fay, corre a cargo de Coleen Gray, una actriz de la que se afirma que sus grandes dotes interpretativas fueron desaprovechadas y cuyos principales trabajos, junto al presente, fueron "El beso de la muerte" (1947) y "Río rojo" (1948), mientras que la ambiciosa y traicionera Sherry Peatty la interpreta Marie Windsor, a la que llamaron "reina de las bes", por su frecuente presencia en películas de cine negro de serie B, habitualmente en papeles de mujer fatal y seductora.

La película tiene suspense, intriga y algunos elementos de humor negro. Kubrick logra unas cuantas escenas magistrales, entre las que destacan la consumación del atraco durante las carreras de caballos, con el franco-tirador apostado en un lateral del hipódromo y, por encima de todo, la escena final en el aeropuerto con la maleta, el dinero y ese maldito caniche al que al final acabamos odiando casi todos los espectadores. Kubrick nos presenta seres humanos, con sus buenas intenciones y sus vicios, con sus virtudes y defectos, no hay maniqueísmo, no hay buenos y malos, y eso es de agradecer de vez en cuando.






2 comentarios:

Tommy dijo...

Me cabe la responsabilidad de no dejar este magnífico post (como siempre, amigo, un gran trabajo de investigación para quien, con la modestia propia de quien se llama Modestino, insiste en decir de sí mismo que no tiene grandes conocimientos de cine) con cero comentarios. Hay van algunos.

En este blog, en donde tantos amantes de la novela negra participan, es obligado señalar que la adaptación de la novela de Lionel White fue llevada a cabo por el propio Kubrick y por el escritor Jim Thompson, cuyas extraordinarias novelas ("1280 almas", "Un asesino dentro de mí", "La huida"...) le colocaron, según los amantes del género negro clásico, en un honroso -y justo- tercer lugar del ranking inmediatamente después de Hammett y de Chandler.

Sterling Hayden, que sin duda fue elegido para protagonizar "Atraco perfecto" tras haber hecho lo propio en "La jungla de asfalto", repitió con Kubrick, como bien dice Modestino, en "Teléfono rojo...", en donde encarnaba al militar que desencadena la guerra nuclear. El personaje se llamaba "general Jack D. Ripper", o sea, algo así como Jack el destripador en inglés. Todos los personajes de "Teléfono rojo..." tienen nombres alegóricos, la mayor parte con simbologías sexuales. Hayden fue la primera elección de Spielberg para interpretar al pescador Quint en "Tiburón", porque al parecer las semejanzas entre actor y personaje eran más que notables. La contratación de Hayden fue imposible, y el personaje fue a parar al británico Robert Shaw, que ya había rodado "El golpe" para los mismos productores de "Tiburón".

Y ya que, vía YouTube, Modestino ha revelado la decisiva intervención del perrito en el final de la peli, hay que decir que no se trataba de un simple apaño para no disgustar a la censura de la época, que no hubiera consentido que el atracador se escapara con el dinero, sino que es coherente con toda la obra de Kubrick, muchos de cuyos protagonistas se caracterizan por fracasar en la consecución de los objetivos que persiguen: Johnny Clay se queda sin el botín, Espartaco muere crucificado sin lograr su sueño libertario, Barry Lyndon acaba en la miseria tras ser rechazado por la nobleza y la nueva burguesía, Humbert Humbert ("Lolita") muere en prisión tras matar a quien cree culpable de su fracaso amoroso, el carácter contemporizador y pacifista del presidente Muffley ("Teléfono rojo...) no puede evitar la guerra nuclear y Alex ("La naranja mecánica") casi es asesinado después de que el escritor al que había dejado inválido al principio de la peli le reconociera mientras silbaba "Cantando bajo la lluvia".

Modestino dijo...

Impecable y elocuente, Tommy: no me has defraudado.

Por cierto, en algún comentario de la peli de entre los que encontré en la red atribuía el fracaso final del plan a causa del caniche a las exigencias morales de la época ... haces bien en dejar las cosas claras.