21 de abril de 2009

Coches tuneados



Tengo que empezar diciendo que se muy poco del tema, que imagino que esto del tunning tiene sus ventajas, sus valores y, a la vista está, sus partidarios. Todo el respeto del mundo para las aficiones y los gustos de cada cual. Pero quien suscribe no puede evitar sacar conclusiones y, cuando ve alterada su paz ciudadana por los ruidos de un coche, generalmente pequeño, que circula a notable velocidad, habitualmente con un joven al volante que parece conducir muy seguro de si mismo y que obliga a escuchar a quien quiere y a quien no una especie de música máquina que invade la calle por la que paseas, asumir una opinión poco favorable de quien ejercita estas costumbres.

Y es que puede ser que las formas de actuar de quienes así actúan no sean más que una manifestación externa de los derroteros por los que camina nuestra sociedad y de lo poco que se cultivan las mentes de un sector de jóvenes de hoy día. A mí, con toda sinceridad, el espectáculo de un individuo mostrando bíceps y tatuajes y con más patillas que pelo al volante de un vehículo ruidoso me suena, así de primeras, a horterada notable. Y, junto a ésto, me parece toda una muestra de exhibicionismo, porque en un país libre uno, con los límites que la ley y el respeto al prójimo exige, puede hacer lo que quiera, pero no deja de suponer cierta torpeza -vamos a llamarlo así- obligar a todo ser humano a fijarse en las propias "miserias".

Pero hay cuestiones más graves; es habitual, de manera especial en los viernes y sábados, que las noches de las ciudades españolas se vean "amenizadas" por el ruido de estos vehículos que atraviesan las calles a velocidades notables y con la música a toda pastilla; quien actúa así no solamente pone de manifiesto que una notoria falta de civismo, sino que, lo que es peor, les importa un pimiento que con su conducta altera la paz de quienes descansan en sus casas, entre los que se encuentran enfermos que sufren, niños pequeños que se despiertan, ciudadanos que entran a trabajar con el alba y están gozando de su merecido descanso, personas con el sueño alterado, .... ese desprecio al resto de las personas se convierte, desde mi punto de vista, en la mayor agravante de esta manera de hacer. El problema no es tan sólo el ruido o la velocidad, sino también lo que su conducta da a entender, la indiferencia y el pasotismo ante los perjuicios ajenos.

Reitero que estamos en un país libre y cada cual puede hacer de su capa un sayo con su tiempo libre, fomentar las aficiones que le plazcan y manipular su vehículo como se le antoje, pero me parece mal síntoma la proliferación de situaciones como las descritas; aunque tampoco nos tiene que extrañar si nos paramos a pensar que en ocasiones la opinión pública viene orientada por Jordi González, Patricia Conde, Boris Izaguirre o el Gran Wyoming.


11 comentarios:

sunsi dijo...

Y por Belén Esteban... Ana Rosa Quintana y "Dónde estás corazón"...

Por mí, Modestino, como si se quieren tunear las cejas... El problema es que "tunean" el sueño, la armonía de las calles, la poca salud de los enfermos... y el refugio de los pescadores que se levantan antes de amanecer... Que si fuesen como el rosario de la aurora, silenciosos y devotos... Y , como Loreal, "porque yo lo valgo". Y si no te gusta, te pones tapones, carroza.

Eso sí, mientras la gente normal trabja, ellos duermen y ojo los despiertes...

Paciencia...

Un saludo

Modestino dijo...

Pues en eso de crear opinión pública iba a añadir a Almodovar y Zerolo, pero no se sí es políticamente correcto.
Comparto lo que dices Sunsi, aunque no se sí es que nos hemos hecho mayores;).

Brunetti dijo...

Algunos de mis clientes tienen coches tuneados, así que..... ¡un poquito de respeto y comprensión para estos curioso personajes, Modestino, que me gano la vida con alguno de ellos!

Un abrazote simpático, amigo.

Modestino dijo...

No, si no dudo que haya gente estupenda entre este tipo de fríkis, pero la imagen del típico macarra exhibiendo coche ruidoso me parece criticable.
Pero hay cosas peores y toda afición es respetable.

Máster en nubes dijo...

Creo que somos un poco carrozas, yo desde luego. Lanzo unas miradas asesinas a esos pedazos de burros que con las ventanas abiertas te hacen oír máquina, bacalao, etc. Aquí en mitad de la sierra y la paz bucólica también los tenemos.

Yo no obligo a nadie a escuchar a Pasión Vega o Van Morrison, pero me tengo que tragar el bacalaom sí o sí...

Modestino dijo...

Pero somos unos carrozas muy llevaderos.;).
Yo crítico fundamentalmente la total ausencia de contar con el prójimo.

Anónimo dijo...

Hay jóvenes que estudian un ciclo formativo de FP de eletromecánica, porque les gusta todo lo relacionado con los coches y su ilusión es tener uno y poderselo adaptar a sus gustos.
Yo creo que son más peligrosos los macarras que conducen Audi y BMW que no hacen ruido, pero te empujan fuera de la carretera.

FRANK dijo...

Tengo entendido que los que tunean sus coches los cuidan como a sus hijos. Algunos coches tuneados me parecen bonitos y otros supercutres. Pero, estoy de acuerdo que a los locos y ruidosos al volante no habría que dejarles conducir.

Modestino dijo...

Me temo que cometí el error de generalizar; posiblemente hubiera sido mejor hablar de los abusos del túning. Todo ni respeto para esos entusiastas a los que se refiere el anónimo, y mis disculpas si es preciso.
Es verdad que hay usuarios peligrosos al volante de Mercedes, Audis y BMW...especialmente jovencitos a los que sus padres han dejado imprudentemente su coche. A ellos también pretendía aplicar mi tesis de la indiferencia ante el riesgo ajeno.

Experto en tuning dijo...

La verdad es que el tuning es como cualquier otra afición. Siempre se debe respetar a los demás y no molestar a los que no comparten tus gustos.

Maru dijo...

Esta nueva moda de los coches tuneados lleva a algunos a arruinar por completo sus vehículos por no dirigirse directamente a quien entiende mejor el tema