Inglaterra siempre ha sido cuna de magníficos actores -Lawrence Olivier, Charles Laughton, Alec Guiness, ... y muchisimos más-. Por esta razón siempre es una pérdida notable para el mundo de la gran pantalla el fallecimiento de un actor inglés como John Hurt, a quien un cáncer de páncreas ha llevado a la tumba a los 77 años de edad. Como tantos compatriotas suyos que han trabajado en el cine, Hurt surgió del teatro, y fue grande en las tablas como lo sería después en el cine y en la tele. Llaman la atención las frases de su viuda tras su muerte: "El actor más sublime y el más caballeroso de todos los caballeros, con el corazón más grande y el espíritu más generoso". "Llegó a tocar nuestras vidas con alegría y con magia, y el mundo será un lugar extraño sin él" No cabe duda de que Hurt fue un auténtico "primer espada" y tuvo esa gran capacidad de adaptarse a papeles tan distintos como el de astronauta, el de preso el de hombre deforme o el de Calígula.
Todos son unánimes en considerar "El hombre elefante" (1980), de David Lynch, como el mejor trabajo de John Hurt, y sin duda tiene mérito lucirse en un papel de las características de Joseph Merric. En el film comparte cartel con actores del nivel de Anthony Hopkins y Anne Bancroft y su trabajo mereció una nominación al Oscar al mejor actor principal, galardón en el que tuvo como rivales nada menos que a Jack Lemmon, Robert de Niro, Robert Duvall y Peter O'Toole. Al final la estatuilla fue para de Niro por su papel en "Toro salvaje", pero el trabajo del actor fallecido estaba a la altura de las mejores interpretaciones de la historia del cine. Se trata sin ninguna duda de una historia impactante, de un argumento donde se mezclan el drama, el terror, la heroicidad y su toque de romanticismo. Sacar adelante con éxito este film era una empresa complicada y Lynch lo logró plenamente, para lo cual no fue poca la colaboración de este actor inglés.
El otro gran papel de John Hurt fue el de Max, el preso adicto a la heroína de "El expreso de medianoche" (1978), la película de Alan Parker basada en un hecho real que tanto impactó en su día. También en este film fue nominado para un Oscar, el de mejor actor de reparto, siendo esta vez Christopher Walken quien impidió el éxito con su inmenso trabajo, también relacionado con aquélla droga, en "El cazador". Sin duda, fue un año en el que el "Sanedrín" de la Academia tuvo predilección por las películas duras. Antes de su gran entrada en Hollywood tuvo un papel de cierta importancia en "Un hombre para la eternidad" (1966), la película sobre Tomas Moro con la que Fred Zinnemann consiguió seis Oscars y en la que le correspondió encarnar nada menos que a Richard Rich, el ambicioso joven cuyo perjurio le costó la cabeza al canciller inglés.
Otros trabajos notables del actor fueron "Alien, el octavo pasajero" (1979), "La puerta del cielo" (1980), "Spaceballs" (1987), con Mel Brooks, "El prado" (1990), "Rob roy" (1995), "Contact" (1997), "La mandolina del Capitán Corelli" (2001), "El perfume" (2006) y "Los crímenes de Oxford" (2007), sin olvidar sus papeles importantes en "Harry Potter y la piedra filosofal" (2001) e "Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal" (2008). Con su muerte, todos estos trabajos -y unos cuantos más- han pasado a la inmortalidad. Descanse en paz.
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