El pasado martes falleció. a consecuencia de un infarto de miocardio sufrido mientras volaba de Londres a Los Angeles el viernes anterior, Carrie Fisher, actriz a quien inmortalizó su papel de princesa Leia en "La guerra de las Galaxias", saga donde intervino en cuatro de sus películas: "Una nueva esperanza" (1977), "El imperio contraataca" (1980), "El retorno del Jedi" (1983) y "El despertar de la fuerza" (2015). Ayer nos enterábamos de la muerte de su madre, la también actriz Debbie Reynolds, quien había sufrido un ictus cerebral, posiblemente a causa del stress producido por el inesperado adiós de su hija. Debbie Reynolds fue en "Cantando bajo la lluvia" la inolvidable Kathy Selden, esa actriz de teatro aún desconocida, que primero menosprecia ante Don Lockwood (Gene Kelly) el arte del cine y luego sale de una tartacomo una de las bailarinas del coro que va a la fiesta a la que asiste el propio Lockwood. Reynolds forma parte en dicho film , junto a Kelly y Donald O'Connor, de una de las más maravillosas escenas de baile de la historia del cine. Sirvan estas líneas para homenajear a una y a otra.
Hoy no voy a elaborar el currículum de madre e hija, ya hay una larga lista de enlaces digitales donde nos cuentan los detalles de sus vidas personales y profesionales. Hoy me limito a reflexionar sobre la fugacidad de la vida. Las películas de George Lukas no solamente constituyeron un hito en la historia del cine, fueron posiblemente el más llamativo acontecimiento cinematográfico de su época. Sus personajes principales -Darth Vader, Han Solo, Luke Skywalker, la princesa Leia, ...- forman parte de la vida, de las ilusiones de las generaciones de entonces. Por eso, la muerte de Fisher tiene un algo más que la simple desaparición de una artista famosa: es una manifestación del paso del tiempo, una llamada a la nostalgia y a la reflexión, un regreso fugaz y más bien efímero a la infancia, la adolescencia, la juventud, ... esos tiempos en los que miras el presente y vives, inconscientemente, como si todo fuera a durar siempre ... sin envejecer.
En ocasiones como ésta, tenemos la oportunidad de regresar con la cabeza y el corazón al pasado, y ¿por qué no?, volver a disfrutar de la belleza de entonces, aunque sean momentos que no regresen y al mirar hacia el futuro ya no ves un panorama extenso. Pero hay que pensar, ¡siempre!, en positivo y agradecer las ocasiones vividas, pensar, como dijo Lauren Bacall, que "fue bonito mientras duró" y seguir aprovechando nuestras oportunidades.
Descansen en paz Carrie Fisher y Debbie Reynolds, mientras permanecen vivas en el baúl de los momentos bonitos la princesa Leia y Kathy Selden.
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