Llegaba hoy al trabajo por la zona más próxima a la carretera de Sariñena del Barrio de "Los Olivos"; quien me acompañaba -al volante- me ha hecho notar lo espléndidos que aparecían, ubicados a ambos lados de la calle, un par de filas de cerezos. He dirigido la mirada -mi atención- a esos cerezos y he comprobado que, efectivamente, ante mis ojos se mostraba, rauda, inmediata, sencilla, una estampa de notable belleza, que el color rosáceo de las flores dotaba al espacio de una grandiosidad imposible sin ellas.
Y una vez más ha venido a mi cabeza la bondad de la Providencia, de quien gratuitamente nos permite disfrutar de la belleza, de la grandiosidad de la naturaleza, de esa evolución gradual de las estaciones que da lugar a estampas como la que, en uno de esos "instantes que mueren", he presenciado esta mañana. Pero aunque el momento tenga vida efímera, la belleza se mantiene si eres capaz de valorar esos pequeños regalos de cada día.
6 comentarios:
Son las cosas que valen la pena. Un beso.
ODA AL PRESENTE...
Este
presente
liso
como una tabla,
fresco,
esta hora,
este día
limpio
como una copa nueva
—del pasado
no hay una
telaraña—,
tocamos
con los dedos
el presente,
cortamos
su medida,
dirigimos
su brote,
está viviente,
vivo,
nada tiene
de ayer irremediable,
de pasado perdido,
es nuestra
criatura,
está creciendo
en este
momento, está llevando
arena, está comiendo
en nuestras manos,
cógelo,
que no resbale,
que no se pierda en sueños
ni palabras,
agárralo,
sujétalo
y ordénalo
hasta que te obedezca,
hazlo camino,
campana,
máquina,
beso, libro,
caricia,
corta su deliciosa
fragancia de madera
y de ella
hazte una silla,
trenza
su respaldo,
pruébala,
o bien
escalera!
Sí,
escalera,
sube
en el presente,
peldaño
tras peldaño,
firmes
los pies en la madera
del presente,
hacia arriba,
hacia arriba,
no muy alto,
tan sólo
hasta que puedas
reparar
las goteras
del techo,
no muy alto,
no te vayas al cielo,
alcanza
las manzanas,
no las nubes,
ésas
déjalas
ir por el cielo, irse
hacia el pasado.
Tú
eres
tu presente,
tu manzana:
tómala
de tu árbol,
levántala
en tu
mano,
brilla
como una estrella,
tócala,
híncale el diente y ándate
silbando en el camino.
~Pablo Neruda~
Agradecido¡¡¡¡ :) :)
Como William Wordsworth... ;)
"Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolverme las horas de esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues siempre, la belleza subsiste en el recuerdo".
Totalmente de acuerdo.
En ocasiones el problema que tenemos es que damos las cosas por merecidas, sin darnos cuenta (ni valorar) que todo es un regalo que se nos da.
Esa es la actitud y la mentalidad a seguir.
Enhorabuena. Y gracias por compartirlo.
Un abrazo.
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