Entre los gustos futbolísticos de mis años mozos ocupaba un lugar importante ese formidable Ajax de principios de los 70, un equipo diseñado por Rinus Michels en el que, bajo la batuta de Johan Cruyff, un grupo homogéneo de magníficos jugadores, todos ellos menores de 30 años, practicaban un fútbol tan moderno como eficaz, tan bello como espectacular. Ganaron tres Copas de Europa seguidas y solamente el éxodo de sus mejores hombres a equipos punteros de España, Alemania e Italia impidió que lo siguieran haciendo unos cuantos años más.
Cruyf era, sin discusión posible, la gran estrella del club de Amsterdam, pero junto a él brillaba un extremo zurdo de auténtico lujo, Piet Keizer, un futbolista con una planta impresionante -1,84 m.- que desarrollaba por la zona izquierda un fútbol rápido, eléctrico, con una técnica depurada y una brillantez llamativa. Keizer era como el hermano mayor del clan y el capitán del equipo. Había nacido en 1943, dos años antes que el siguiente en edad, el lateral diestro Suurbier y cuatro o cinco que el grueso de los futbolistas franjirrojos, mientras llevaba casi nueve años a los benjamines del grupo: Arnold Muhren, Johan Neeskens y Johnny Rep. Salta a la vista que la calidad sideral de Cruyff ensombrecía cualquier otra estrella, pero aunque ahora solamente le recordemos unos pocos, en su momento cuando se hablaba del Ajax el nombre de Keizer aparecía siempre inmediatamente después al del astro recientemente fallecido.
Keizer no respondía al patrón clásico de los extremos de la época, pues era un jugador alto, en el que primaba la técnica y la habilidad sobre la rapidez. Eran tiempos de extremos "pequeñitos" y escurridizos como Amancio (Real Madrid), Chiarugi (Milán), Libuda (Shalke 04), Holzenbein (Eintracht de Frankfurt) o Francis Lee (Manchester City) y, como en tantas otras facetas del fútbol, los holandeses fueron también innovadores en este tema. Tenía una zurda prodigiosa, como un guante, una facilidad para el quiebro notable y un disparo duro y certero. Fue sin duda uno de los mejores jugadores de su generación, la misma de Frank Beckenbauer, Eusebio, Martin Peters, Carlos Alberto, Gianni Rivera, Gigi Riva, Wolfgang Overath, Héctor Chumpitaz, Roberto Perfumo, Ove Kindvall ...
Fue internacional con Holanda en 34 ocasiones, que no son pocas si tenemos en cuenta que entonces se jugaban menos partidos internacionales. Debutó con 19 años frente a la selección de las Antillas holandesas y marcó once goles con la camiseta naranja. Keizer estuvo entre los jugadores que formaron parte de la inolvidable selección holandesa del Mundial de 1974 en Alemania, si bien no fue titular del equipo que entrenaba Michels, quien prefirió colocar en el extremo izquierda a Rob Resenbrink, gran figura entonces del Anderlecht belga y cuatro años más joven que él. Holanda había estado ausente de los dos mundiales anteriores y es posible que la oportunidad llegara algo tarde a Piet Keizer, quien a lo mejor de haber estado presente en los partidos decisivos del Torneo, sería ahora recordado con el fervor que sin duda merece.
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