Hoy se cumplen veinte años de la gran victoria conseguida por el Real Zaragoza frente al Arsenal en la Final de la Recopa jugada el 10 de mayo de 1995 en el Parque de los Príncipes de París; veinte años del día en el que los zaragocistas alcanzamos -futbolísticamente, que no se asusten los "trascendentes"- la felicidad completa: creo que en el mismo momento en que Nayim firmó la volea más maravillosa de la historia del fútbol fui plenamente consciente de que no volvería a ser testigo de una hazaña semejante con el equipo de mis amores como protagonista. Desde entonces el Real Zaragoza ha conseguido ganar tres títulos oficiales más, pero ya nada ha llegado a equipararse a aquello que sentí esa noche mágica cuando materialmente me abracé al televisor que mostraba que por una vez la película que protagonizaba el Real Zaragoza tenía happy end.
Han pasado 20 años y el Zaragoza se encuentra anclado en segunda división tras casi una década de desastres, fracasos, ruina y chapuzas; pero a pesar de todo, esa Recopa sigue viva en el recuerdo de tantos zaragocistas a quienes cada vez que observamos imágenes de esa final, de los dos goles blanquillos, las eliminatorias anteriores, la celebración en la Basílica del Pilar y el Ayuntamiento, ... se nos sigue poniendo la piel de gallina y se nos reproducen tantas emociones. No es vivir del recuerdo, porque el pasado sigue estando alli y, sobre todo, es historia real; el gol de Nayim y lo que trajo consigo permanece vivo y es patrimonio común del zaragocismo.
Pienso disfrutar el día, tal vez nos venga bien aparcar el derrotismo y la amargura de los tiempos presentes, abandonar esa especie de mala uva que, aunque se sustente en razones tristemente objetivas, corre el peligro de volvernos jacobinos y, tal vez, injustos. Son tiempos de paciencia y apoyo y el domingo amanece con la luz de la gloria pasada.
5 comentarios:
Después de 20 años, sigue siendo una especie de rito que los zaragocistas de pro se pregunten mutuamente dónde estaban, o cómo o con quién vieron el gol de Nayim. Y lo que hicieron seguidamente.
Recordar ese gol y situarlo cada uno en su entorno personal es una manera de conseguir que nunca sea olvidado. Al menos, mientras sigan vivos los que se extasiaron al verlo aquella tarde de mayo.
No obstante, ya sabes que siempre me gustó mucho más el gol de Esnaider. Y su forma de cantarlo y celebrarlo.
Salud!
Pues yo, amigo Brunetti, no tengo perdón. Me fui al cine en lugar de quedarme pegado a la tele viendo el partido.
Tampoco estaba en Zaragoza, dicho sea en mi descargo, sino en la vecina y querida Pamplona.
Te fuiste al cine, Tommy? ... no sería a ver "Evasión o victoria" ...
Jajaja.
No. Recuerdo muy bien que era "Quiz show", a mi gusto la mejor película de las dirigidas por Robert Redford.
Y actuaba John Turturro, un actor que me pareció bien peculiar y que creo haber vuielto a ver tan sólo en "Oh Brother" de los Coen.
Publicar un comentario