1 de febrero de 2015

Balance literario de enero


Con el año nuevo he mantenido la vieja costumbre de leer bastante; fundamentalmente he ido terminando libros ya comenzados antes de la Nochevieja, ... algunos bastante antes. Creo que los siete que aparecen detallados en el post son libros que recomendaría, aunque posiblemente a públicos distintos. La trilogía de Posteguillo me parece una garantía de entretenimiento y  cierto enriquecimiento cultural y el ensayo de Luis Romero sobre el asesinato de Calvo Sotelo un trabajo muy serio y un relato apasionante. He tenido un buen comienzo con Henry James, he vuelto a gozar con Orwell y he quedado impresionado con la forma de escribir y tratar los temas de alguien con quien comparto generación como Miguel Mena. Buena novela la policiaca correspondiente y una pequeña joya de Enric González completan el balance.

Ya iba siendo hora de que leyera algo de Henry James; me lo habían recomendado desde hace años diversos lectores de confianza y se trata no sólo de uno de los escritores modernos  de alto nivel, sino también con notable influencia en otros. He preferido empezar por una de sus novelas cortas, "Washington square", con un argumento interesante que ya ha sido llevado al cine en varias ocasiones, siendo la versión más famosa la que dirigió William Wyler en 1949 con Olivia de Havilland y Montgomery Clift en sus papeles principales.Una relato bien escrito, con personajes bien trabajados cuyo carácter nos va descubriendo James poco a poco. Pienso que el autor estadounidense -se nacionalizó británico al final de su vida- ha sacado mucho partido a un tema tan manido como el de la rica heredera ingenua y poco agraciada a la que corteja un "cazadotes"; no cae ni en la cursilería ni en la tentación moralizante y nos ofrece una entretenida e interesante visión de un pequeño drama familiar. Ahora queda como tarea más próxima leer "Los papeles de Aspern", el relato que con más fuerza y convicción me han recomendado y atreverme con alguna de las obras más extensas de Henry James, lo que al parecer tiene momentos algo más arduos.

No suelo leer un libro por segunda vez, posiblemente por alentar un cierto temor a no tener tiempo para los nuevos; pero siempre hay ocasión para una excepción, algo que me parece voy a repetir con más frecuencia. Así, en un par de ratos volví a pasármelo en grande con la legendaria "Rebelión en la granja" de George Orwell, una magnífica e inolvidable alegoría de la revolución rusa y sus consecuencias que ya había devorado al poco tiempo de llegar a Cataluña, hace ya 37 años, una lectura que me entusiasmó y me abrió bastantes horizontes, posiblemente porque la crítica al régimen comunista no venía de pensadores o periodistas conservadores, sino de un personaje tan especial como Orwell.. He de reconocer que conforme iba leyendo el libro recordaba perfectamente casi todo lo que pasaba por mis ojos, aunque pienso que con la perspectiva del tiempo y tantos años cumplidos he asimilado aún más toda la fuerza crítica y toda la ironía que hay detrás de esta pequeña obra maestra. Divertida, sugerente, inteligente, demoledora, ... son muchos los adjetivos que se me ocurren para calificar a la novela de Orwell, sin duda una lectura obligada para cualquiera con afición a leer.

Hace ya mucho tiempo que tengo puesto a Luis Romero entre mis escritores españoles favoritos; posiblemente no se le haya dado la relevancia que merece, pero este barcelonés fallecido en 2009 es uno de esos escritores que destacaron en la España de posguerra bajo la sombra de la editorial "Áncora y Delfín", habiendo ganado los premios Nadal y Planeta con obras excelentes como "La noria" y "El cacique". A su calidad literaria cabe añadir sus conocimientos de historia, y ya disfruté mucho hace un par de décadas leyendo "Tres días de julio", un relato novelado de lo ocurrido en España los días 18, 19 y 20 de julio de 1936. Hace pocos meses descubrí navegando por internet la existencia de "Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo" un ensayo acerca del asesinato del líder derechista española que tantos han considerado como el detonante final de la guerra civil y que fue galardonado con el "Premio Espejo de España" en 1982. He tenido que recurrir a préstamos familiares para conseguir un ejemplar del libro con el que he disfrutado a lo largo del mes de diciembre y el primer tercio del de enero. El libro de Romero ofrece un estudio magnífico sobre la situación política y social española a partir del triunfo electoral del Frente Popular en febrero de 1936, lleno de datos, documentación y, sobre todo, con notable precisión histórica. Considero que el gran mérito de Luis Romero cabe valorarlo en tres aspectos: el libro está formidablemente redactado, lo que non es novedad en el autor, éste se ha documentado hasta el detalle, mostrando una riqueza de fuentes llamativa y ha tenido el acierto de ponerse por encima de posiciones subjetivas para mostrarnos los hechos tal como ocurrieron sin tomar posturas personales ni mostrar asomo alguno de ese partidismo y hasta revanchismo que se observa en ocasiones. Puedo añadir que la lectura de lo ocurrido en este país en aquellos tiempos me ha recordado, en algún aspecto, a situaciones contemporáneas y que el libro lleva incluidas una serie de fotos de la época muy interesantes. Un excelente trabajo digno de desempolvar.

Con "La traición de Roma" he cerrado la trilogía sobre Publio Cornelio Escipión "El Africano" del profesor universitario Santiago Posteguillo; los dos primeros volúmenes se titulan "El hijo del cónsul" y "Las legiones malditas" y aunque los terminé hace ya bastante tiempo, haré un comentario global de la trilogía, ya que no hablé de ellos en su día. Me han parecido unas novelas realmente magníficas, sin ninguna duda lo mejor que ha pasado por mis manos en materia de novela histórica; Posteguillo combina una excelente capacidad narrativa con una notable precisión de datos históricos, cuidando al detalle personajes, episodios y ambientes. Son libros para disfrutar, leer con calma e incluso aprender, por mucho que no cabe olvidar que estamos ante una novela histórica, es decir, ante relatos que tienen su parte de ficción, por mucho que nos hable de personajes reales y acontecimientos históricos. Me ha encantado como el autor relata las batallas -la narración de la batalla de Zama, donde "Africanus" vence al mismísimo Aníbal, es portentosa- y las sesiones del senado romano. Los grandes protagonistas son sin duda Escipión y Anibal, aunque el general cartaginés aparece mucho menos en la tercera entrega, aunque la historia -larga, pues son tres tomos de más de 800 página- incluye personajes históricos magníficamente retratados como la familia del propio Escipión, los generales de Aníbal, Quinto Fabio Máximo, cayo Lelio, Marco Porzio Catón, Tiberio Sempronio Graco, los distintos reyes de Asia Menor y, por supuesto, el comediógrafo Tito Maccio Plauto. Posteguillo incluye el algún momento, especialmente al final,cierto tono edulcorado y sentimentaloide, pero es inevitable que  una novela adorne algo la historia.

Miguel Mena es un escritor madrileño afincado en Zaragoza del que ya leí -y comenté- en su día "Todas las miradas del mundo", una novela te tono policíaco que me gustó bastante; también tengo en mi anaquel de pendientes "Foto movida", con el mismo inspector de policía protagonista que la anterior y ambientada en la movida madrileña. Hace unas semanas vi en la "Casa del Libro "Alcohol de quemar", su última novela con un tema de fondo que me atrajo mucho: un joven que perdió a toda su familia próxima en un incendio provocado intenta reconstruir el suceso y conocer a quienes lo protagonizaron; al tratarse además de una obra breve, esperé poco para empezarla y me duró escasos días. Es una novela bien construida en la que el escritor consigue enhebrar perfectamente una historia que elabora en distintos estadios de lugar y tiempo con un acierto que no es fácil de lograr. Pero junto a su calidad literaria, "Alcohol de quemar" es un relato que impresiona, que hace pensar, ... a mi me removió interiormente, me hizo identificarme con el protagonista, un personaje francamente humano, y atizó mi conciencia. El libro lo voy a recomendar a muchos, aunque el tema es francamente duro.

De una breve tirada me leí "Una cuestión de fe", un librito de 67 páginas y tamaño octavilla escrito por el periodista Enric González; se trata de una breve muestra de sentimientos y anécdotas en relación al equipo de su vida, el Real Club deportivo Español. Me gusta notablemente leer acerca de los sentimientos de los hinchas futbolísticos, siendo un tema que me atrae llamativamente, pero sobre todo hay que destacar la oxigenante y excelente forma de escribir de Enric González, de quien ya leí sus "Historias de Roma" y me queda por hacerlo con las de Nueva York, Londres y el Calcio.Posiblemente más que de un libro cabe hablar de un folleto, pero en tan pequeño formato es capaz de tratar con agilidad y acierto la historia del club barcelonés, la delantera de los delfines, los cuatro dramáticos descensos que vivió o la especial forma de jugar de un delantero tan atípico como Roberto Martínez. De paso el autor aprovecha para desmitificar determinadas etiquetas y la atribución al rival del Nou Camp de unas ínfulas políticas y unos méritos de lucha anti-franquista que parecen no estar tan claros.

Había que pensar en la opción policíaca del mes y me di cuenta de que llevaba años sin leer nada de Ian Rankin, sin duda uno de mis autores favoritos del género; Rankin es escocés y su personaje más famoso es John Rebus, un inspector de policía rebelde y con problemas con el alcohol, pero constante y honesto que trabaja en Edimburgo; los libros de Rankin nos sitúan en lugares reales de la ciudad escocesa como el Bar Oxford o la calle Cowgate, que recoge magníficamente Juan Carlos Galindo en el blog "Elemental" de "El País". He roto con mi costumbre de leer por orden las novelas de un mismo protagonista, pues ya tenía en casa "Callejón Fleshmarket", un libro que me llamó la atención cuando salió al mercado, allá por 2007, y que supuso mi primer conocimiento de este magnífico escritor; se ha pasado casi siete años en mi estantería, pero al final ha tenido un hueco para su lectura. En la novela se trata de un tema tan actual como la inmigración ilegal, las situaciones a las que lleva la codicia y la explotación de las personas. Se trata de una historia perfectamente creíble, aderezada con otras paralelas en las que interviene la sargento Siobham Clarke, personaje habitual en las novelas que protagoniza Rebus. Junto a una historia interesante, Rankin nos cuenta los avatares personales de sus personajes y cierra un libro entretenido, bien escrito y absolutamente aconsejable para los aficionados al género negro.

2 comentarios:

tomae dijo...

Descanse en Paz Lara Bosch.

Buen Domingo.

Modestino dijo...

Si, descanse en paz. Un excelente empresario, alguien con capacidad. Estamos de paso ...