En noviembre he dado rienda suelta a diversos "caprichos" y he conseguido terminar siete libros. Como se verá, he quedado encantado con el último Goncourt escrito por Lemaitre, un francés a quien ya alabé este verano por "Alex", y cabe añadir otras dos lecturas absolutamente recomendables: "El casamiento engañoso" y "La ventana siniestra"; y que conste que ésto no quiere decir que las otras cuatro no lo sean.
Habitualmente expongo mis lecturas por el orden en que las termino -que no siempre coincide con el de haberlas empezado-, pero en esta ocasión lo haré por la última; la razón es que con "Nos vemos allá arriba", la novela del francés Pierre Lemaitre, ganadora del último premio "Goncourt" y éxito rotundo de ventas en Francia y fuera de ella, he disfrutado como hacía tiempo no me pasaba con un libro en las manos. No soy capaz de asegurar que sea una obra maestra, pues me falta entidad como lector para una afirmación así, es más, me parece que no lo es; pero no me cabe duda de que se trata de una novela excelente, un relato para deleitarse y que mientras dura uno desea que no termine nunca. La novela de Lemaitre nos ofrece una historia que combina el drama, la picaresca, la crítica social y una abundante carga de ironía y humor más bien negro. Pero lo mejor del libro son sus personajes, algunos entrañables, otros sorprendentes, alguno pérfido y todos formidablemente construidos: el excombatiente ingenuo y bondadoso, el genial y desconcertante, el arribista y malvado, ... el rico vano y tiránico, los aduladores que pululan a su alrededor, el funcionario rancio e incorruptible, ... Por otra parte, magnífica la ambientación de Francia tras la gran guerra. Una novela digna de reservarse para un buen momento.
El premio "Planeta" de este año ha sido para una novela del escritor y periodista mejicano Jorge Zepeda Patterson, al leer la noticia, enseguida me vino a la cabeza su primera novela publicada en España, "Los corruptores", un título, una portada y un tema -la corrupción política en Méjico- que en su día me llamaron poderosamente la atención. Aproveché para leer alguna valoración en internet y al ser todas positivas, me decidí a leer dicha novela. Se trata realmente de un thriller muy bien escrito, con una notable soltura y ese encanto tan especial de las formas de decir de ese país; en el libro Zepeda reune a cuatro viejos amigos los "azules"- con vocación de personajes habituales de una serie literaria: un periodista, la líder del principal partido de la oposición, un funcionario del servicio de inteligencia y un fiel escudero de todos ellos. En torno a ellos el escritor construye un relato que nos pone los pelos de punta, máxime si hacemos caso de su "nota del autor" y nos creemos que lo escrito no es más que la mínima expresión de la realidad. La narración contiene referencias frecuentes a políticos mejicanos reales y nos presenta un mundo de"inmoralidad", a lo que añadiría unos héroes cargados de "amoralidad". Un tema muy actual, la corrupción, y una novela que se lee de un tirón, ... debo de decir también que en algún momento me ha parecido algo fantasiosa, pero ya digo que Zepeda asegura que sólo es una muestra.
Libros del Asteroide, editorial que como he repetido bastantes veces suele desempolvar libros interesantes, publicó hace unos meses "El expreso de Tokio", considerada la novela negra japonesa por excelencia y escrita por Seicho Matsumoto, nombre que evidentemente no había escuchado en mi vida, pero que al parecer fue un famoso y productivo escritor japonés del género. La primera edición del libro se remonta a 1958 y puedo asegurar que se trata de un relato bien estructurado, con una trama sencilla y exenta de complicaciones, que se lee con gusto, con una intriga bastante conseguida y en el que se nota ese toque oriental tan peculiar. El protagonista creado por Matsumoto, el subisnpector Mihara, responde al prototipo de héroe policial de este tipo de novelas, y contra viento y marea, frente a toda apariencia, trata de averiguar la verdad existente detrás del aparente suicidio de una pareja. El crimen se relaciona con un escándalo de corrupción política a alto nivel, con lo que al cabo de más de 50 años de su publicación el libro se presenta plenamente actual. Buena parte de la investigación de Mihara gira en torno a los horarios de los principales trenes del país del sol naciente, razón que debe llevar al lector a estar atento a estos datos, con la peculiariedad que el propio editor nos precisa que estos horarios reflejan fidedignamente los existentes en Japón en 1947: sin duda genuina precisión oriental. Ah¡¡, y los inspectores de policía, nada que ver con los del género en occidente: ni tienen problemas personales ni son incomprendidos por sus jefes.
Hay novelas que elijo sin asegurarme demasiado de su interés y calidad, el argumento de la contraportada y la intuición bastan para que las incorpore a mis lecturas, es el caso de "Hasta que volvamos a vernos", escrita por el estadounidense de origen chino Jamie Ford; de vez en cuando me gusta leer una novela de tono tierno y sentimental y pensé que ésta me gustaría tanto como no hace muchos meses lo hicieron "La hija de la criada" y "La luz entre los océanos", aunque a la hora de la verdad he encontrado cierta diferencia entre éstas y aquélla, tal vez porque la de Ford deja menos puertas abiertas a la esperanza. El autor nos cuenta un relato durísimo ambientado el el Seattle de la época que va de 1920 a 1934, con la demoledora epidemia de gripe, el crack económico del 29 y las durísimas consecuencias de ambos sucesos. Se trata de un buen libro, con unas magníficas descripciones de edificios y ambientes, fundamentalmente en lo que se refiere al barrio chino de la ciudad citada, al orfanato del Sagrado Corazón y a los locales teatrales y cinematográficos de ese lugar y ese tiempo. En algún momento la lectura se ha hecho algo premiosa, aunque siempre recuperaba el interés que provoca la incertidumbre del desenlace. Ford no puede evitar algún que otro estereotipo y posiblemente un exceso de tono trágico.
He recomenzado la lectura de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes; tras "El licenciado Vidriera" y "Las dos doncellas" aproveché una noche de insomnio para leer "El casamiento engañoso", un brevísimo relato que tiene las mismas virtudes que encontré en las anteriores: excelente castellano, argumento entretenido, ingenio en abundancia y valores indudables. La novela se lee de un tirón, y no solamente porque no llega a 30 páginas, sino porque la historia resulta francamente entretenida. Esta novela ejemplar podría incluirse perfectamente dentro del género de la picaresca, y nos narra de manera fresca y ágil el engaño sufrido por un ingenuo soldado que es llevado "al huerto" por una astuta moza, un argumento no infrecuente entre nuestros clásicos, aunque Cervantes lo sabe desarrollar mejor nadie. Al final de la novela se hace referencia a unos perros que mantienen sugerentes diálogos y que no son más que los protagonistas de otra novela ejemplar: "El coloquio de los perros", sin duda la próxima que deberá pasar por mis manos.
Siempre es una apuesta segura recurrir a los maestros de la novela negra; uno de ellos es sin duda Raymond Chandler, de quien ya había leído "El sueño eterno", "El largo adiós" y "La dama de blanco", optando por "La ventana siniestra" como cuarta experiencia con el escritor nacido en Chicago. De nuevo hay que hablar de una magnífica novela, de una lectura que te hace disfrutar; Chandler es un maestro a la hora de ambientar sus relatos y en éste vuelve a lucirse a la hora de marcar el ambiente oscuro y complejo en el que se mueven todos y cada uno de los protagonistas. Es magnífico el tono irónico y crítico que define su forma de escribir. Pero sobre todo el autor crea unos personajes ricos y vivos, con especial nota, como no podía ser de otra manera, con su detective favorito, el gran Philip Marlowe, quien protagoniza unos diálogos que han de ser seguidos al detalle, sin perder ripio. Raymond Chandler nos cuenta una interesante historia de traumas, chantaje, mentiras y asesinatos en la que, como suele ser habitual, casi nada es lo que parece y donde Marlowe se maneja como pez en el agua. Recomendable del todo.
La transición es una época de nuestra historia más reciente sobre la que me gusta leer; posiblemente las razones haya que encontrarlas en el hecho de haber sido testigo, joven y pasivo eso sí, de esos tiempos, así como mi opinión, que hoy bastantes no comparten, de tratarse de unos momentos que entiendo se gestionaron ejemplarmente. Por eso me entró por los ojos "El sueño de la transición", un ensayo de Manuel Fernández-Monzón, un general que trabajó en aquellos años en los servicios de información del ejército y que ha contado con la colaboración del historiador Santiago Mata. Se trata de una recopilación comentada de las notas que el referido militar fue realizando sobre la situación política española desde la muerte de Franco hasta el golpe militar del 23 de febrero, por lo que cabe hablar más de un libro de opinión que de relato de hechos. Fernández-Monzón nos habla de Suárez, del camino de la reforma política y las elecciones democráticas de 1977, del triunfo y la decadencia de UCD, la labor del PSOE en la oposición, las Cortes Constitucionales, el terrorismo de ETA, el mapa autonómico y los nacionalismos, ... todo ello desde la perspectiva de su opinión a lo largo de esos años, algo que tiene el interés de comprobar los aciertos y desaciertos de sus pronósticos. Se trata de una lectura de interés para quienes recordamos esa época, aunque tiene tintes muy subjetivos y en ocasiones se observa cierto desorden y adolece de alguna fase aburrida.
2 comentarios:
Tomo nota de "los corruptores", me fascina México lástima que no sea un buen momento para visitarlo.
También "Nos vemos allá arriba" me parece interesantísima.
"Los corruptores" tiene continuación en el último premio "Planeta".
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