26 de abril de 2014

En recuerdo de un hombre discreto


Ayer falleció Tito Vilanova; no por esperada la noticia impresiona menos: un hombre en la plenitud de la vida, cuando había empezado a recoger los frutos de un trabajo discreto y constante, hubo de dejar inesperadamente su trabajo y la recaída de hace unos meses ya movía a pensar en un desenlace así. Vilanova ha tenido un paso efímero por la gloria deportiva, como futbolista no tuvo demasiadas alharacas, mientras que al mando del F.C. Barcelona triunfó por todo lo alto, pero desgraciadamente su éxito terminó antes de lo previsto, algo que, no obstante, no impidió que tuviera el respeto, la admiración y el cariño de la gente del fútbol.

El entrenador desaparecido fue un hombre discreto, ajeno a polémicas, exabruptos y declaraciones salidas de tono; siempre apareció ante el público como un personaje concienzudo, estudioso del fútbol y que prefería trabajar fuera de las luces exteriores, ajeno a tanto tontería y tanta teoría como hay en la tramoya futbolística. Podríamos decir que Vilanova ejerció como nadie ese seny catalán del que tanto se habla y a veces no se observa; Vilanova no lucía abrigos entallados, ni se paseaba con cara de interesante por la banda, ni hacía aspavientos, ... discreto, elegante y equilibrado. Un gran entrenador y, tengo la impresión, una gran persona. Descanse en paz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una noticia muy triste. Como entrenador magnífico.

Modestino dijo...

Un tipo que sabía de fútbol.