25 de febrero de 2012

Faros nórdicos e intriga

La literatura nórdica de intriga sigue provocando mi curiosidad; como he dicho tantas veces, tras ponerse de moda los autores escandinavos las editoriales españolas comenzaron una carrera por publicar novelas policíacas que venían de Suecia, Noruega, Dinamarca, Islandia, ... fenómeno que obliga a esmerarse a la hora de discernir lo bueno de lo malo, pues de todo hay. Con el listón puesto tan alto por Mankell y Larsson no es fácil encontrar algo que te satisfaga plenamente, aunque hay unos cuantos autores que mantienen un buen nivel. Recientemente he tenido la ocasión de leer dos novelas desarrolladas en Suecia que tienen en común que la trama se desarrolle en torno a un faro, con ese especial encanto que suele tener lo que se ambienta en torno al mar, sobre todo cuando éste se nos presenta en estado salvaje y con notas de peligrosidad. Una de ellas se desarrolla en la pequeña localidad costera de Marstrand, en la costa Bohuslän del mar del Norte y la otra en la isla de Öland, localizada frente a la costa de Småland, en el mar Báltico.

Demasiados personajes en pocas páginas






"La mujer del faro"
Ann Rosman
Salamandra. Barcelona (2010)
283 páginas

Resumen:
Apasionada de la navegación a vela y de su trabajo de policía, Karin Adler espera la ocasión de emprender su primer caso criminal. Por fin, cuando en el viejo faro de un islote frente a la pintoresca villa de Marstrand aparece un cadáver detrás de un tabique, la investigación cae en manos de Karin y de su compañero, el puntilloso agente Folke. Al principio sólo cuentan con un breve listado de desaparecidos y un anillo de boda; sin embargo, cuanto más profundizan en la historia de los habitantes de la localidad, mayor es la distancia entre el apacible paisaje y la turbia realidad. La aparición del cuerpo sin vida de un submarinista vuelve acuciante la necesidad de esclarecer los orígenes de un drama que comenzó hace más de sesenta años. Una agente de policía navegante, una isla presuntamente idílica y una trampa mortal.


Llevaba más de un año detrás de este libro: suponía una novedad dentro de la "saga" nórdica, había sido anunciado en la prensa como una buena novela y el argumento parecía interesante; el hecho de que semana tras semana comprobaba cómo era continuamente sacado de la biblioteca confirmaba las buenas perspectivas, pero a la hora de la verdad, cuando me pude hacer con él y leerlo he de admitir que le tengo que poner alguna pega.

La novela se leía muy bien al principio, y las primeras cien páginas confirmaban las buenas impresiones; desde mi punto de vista la gran virtud del libro de Rossman es que la historia que cuenta es buena: un argumento atractivo, una intriga que se desdobla paralelamente en dos épocas bien distintas y determinados toques de realidad histórica que aportan un indudable punto de interés. En este sentido hay que valorar el trabajo de esta novel autora sueca, que no se limita a relatar una intriga cogida con alfileres, sino a desarrollar una trama bien urdida desarrollada por unos personajes que son de carne y hueso.

El problema es que conforme avanzaba la lectura ésta se iba haciendo algo más confusa; evidentemente pudo ser cosa del lector y no del libro, pero comentándolo con otras personas confirmé que a ellos les había pasado algo parecido. En varias ocasiones tuve que volver sobre mis pasos y refrescar sucedidos e identidades y a algunos episodios me costaba encontrarles coherencia. Pienso que la razón de estos problemas cabe encontrarla en que hay un exceso de personajes, demasiados para un relato que no llega a las trescientas páginas; tanto personaje da lugar a una superposición de historias que lleva el riesgo de producir confusión y quitarle agilidad a la lectura, algo esencial si hablamos de novela policíaca. Por otra parte tuve la sensación de que en algún momento la autora se lía y deja algún cabo suelto mediado el relato.

Éso sí, la narración recupera el ritmo en la parte final de la misma, y Ann Rosman consigue cerrar la novela con acierto, logrando que se de ese efecto sorpresa tan adecuado en este género y ofrecer al lector una solución inteligible a un conflicto que se había ido enrevesando a lo largo del relato. En definitiva, una excelente historia a la que le falta hilazón para convertirse en una novela redonda.

Buena segunda parte






"La tormenta de nieve"
Johan Theorin
Mondadori. Barcelona (2011)
390 páginas

Resumen:
Un crudo invierno golpea la isla sueca de Öland. Katrine y Joakim Westin han abandonado la ciudad y se han mudado a la isla con sus hijos, donde han comprado la vieja y señorial casa de Eel Point, junto al faro. Sin embargo, su idílico retiro termina cuando el cadáver de Katrine es hallado en la playa. A partir de ese funesto día, Joakim tendrá que luchar para mantener la cordura y ocuparse de sus hijos. Además, la casa que a priori parecía el perfecto hogar se va convirtiendo en una maligna influencia para él. Joakim nunca ha sido supersticioso, pero ¿de dónde proceden los susurros que oye en Eel Point?¿Con quién habla su hija en sueños una noche tras otra? El fin de año está al caer y una terrible tormenta de nieve se acerca a la isla; Joakim teme que las historias marineras que ha oído sobre maldiciones en Eel Point sean ciertas.


"Tormenta de nieve" es el segundo volumen que se publica en España de "El cuarteto de Öland", una serie de intriga escrita por el sueco Johan Theorin y que abarca las cuatro estaciones del año; ya comenté en su día las buenas impresiones que me había producido "La hora de las sombras", editado en nuestro país en verano de 2010 y que hacía referencia al otoño; este segundo libro, no hay más que leer el título, tiene que ver con el invierno. Theorin mantiene el buen nivel del primer volumen y nos ofrece una historia que destaca fundamentalmente por estar bien construída, por saber manejar los tiempos e ir mostrando al ritmo adecuado las distintas etapas del misterio que trata de desgranar.

Con la perspectiva que da el haber leído ya dos novelas de este autor creo que no me equivoco si pongo el acento en el toque de cierto pesimismo que caracteriza sus relatos y, sobre todo, los pensamientos de sus personajes. Tal vez contribuya a este aire más bien triste el paisaje oscuro y agreste de las costas donde se halla la isla de Öland y las propias características del otoño y el invierno nórdicos. Especialmente en esta novela llama la atención cómo el lector se acaba metiendo, casi a la fuerza, en los aires de zozobra y tensión propios de una tormenta de nieve.

La novela de Theorin ofrece la peculiariedad de introducir en la narración ciertos elementos "escatológicos", pues en ciertos momentos de la narración algunos personajes parecen entrar en relación con los muertos, lo que dota a la novela de una indudable originalidad, por mucho que cuando de este género de literatura se trate uno prefiera encontrarse con historias bien asentadas en el suelo. Además, y al igual que en el caso de "La mujer del faro", el autor incluye, junto al relato de la historia principal, algunos capítulos en los que se retroatrae a tiempos mucho más lejanos, lo que consigue hacer sin romper el ritmo de la novela ni poner palos en las ruedas al lector.

El autor consigue que el final sea sorprendente, electrizante, tenso e, incluso, un poco caótico ... pero de cualquier manera se trata de un excelente colofón. En las librerías ya se encuentra la tercera entrega de este "cuarteto", por lo que habrá que plantearse no tardar excesivamente en hincarle el diente. Sin duda se trata de una "saga" que responde a las exigencias de una buena novela de misterio escandinavo.


3 comentarios:

Brunetti dijo...

Lecturas nórdinas al margen, he estado viendo el partido del Real Zaragoza. Demasiado castigo, puesto que la diferencia clasificatoria de ambos equipos apenas se dejaba entrever sobre el césped.

Qué cierto es aquel dicho de los perros flacos y las pulgas.

Quedan 14 partidos y, para salvarse (42 puntos), tendría que ganar 9. No creo que esa proeza esté al alcance ni del Barcelona.

Mejor será aceptar la realidad: el año que viene nos lo pasaremos "chachi piruli" siguiendo los sábados por la tarde la emocionante Liga Adelante, de la que, mal está que lo diga, soy un mediano conocedor (aunque solo sea porque la sigo con entusiasmo desde que tengo uso de razón).

Soy de la opinión de que siempre es mejor ver ganar regularmente a tu equipo en una categoría inferior que sufrir cada semana sus derrotas en una superior.

Suerte y ánimo, en todo caso, amigo.

Modestino dijo...

El gran problema es que el Zaragoza está en la ruina completa; es posible que desaparezca, que baje a 2-B, ... y si sigue en segunda lo hará con un equipo de pésimo nivel. No, no disfrutaremos.

Modestino dijo...

Ah, y gracias por romper la maldición de esta entrada -).