4 de abril de 2011

Equívoco en el "Sandor"



Imagino que el Bar "Sandor", ubicado en la Plaza Francesc Maciá de Barcelona, seguirá existiendo. Recuerdo que cuando yo estudiaba los últimos cursos de la carrera era de lo más chic de la ciudad condal y siempre que pasaba por allí me llamaba la atención su aspecto de estilo de club inglés y las apariencias más bien selectas de sus clientes, aunque por entonces -finales de los 70- nunca llegué a entrar dentro, por más que a me atrajera. Al parecer tenía fama su terraza, llamada "Terraza Martini" y solía ser encuentro de señoronas de las zonas altas de Barcelona, ejecutivos y gente más bien pija.

Mi primer año profesional lo cumplí en Barcelona y allí tuve ocasión de estar en una ocasión en la referida "Terraza Martini"; fui después de comer por ahí con dos compañeros de trabajo y recuerdo que hacía una tarde espléndida, luciendo un sol "de bandera". Metidos de lleno en la conversación y el café, en la mesa de al lado se sentó un joven con aspecto de haber comido siempre caliente en compañía de una moceta que, por lo que se verá, debía estar bastante bien. Una vez atendida la pareja por el camarero correspondiente, ví como uno de mis amigos miraba sorprendido hacia la mesa, a la vez que comentaba algo así como "qué ha pedido ese tío", volví la espalda y comprobé que al chaval le servían un combinado de "Coca-cola" y "Baylis", motivo por el que comprendí la sorpresa del colega, pues no deja de ser una mezcla sorprendente. Al ver cómo tres individuos mirábamos con sorpresa hacia su mesa, el demandante de semejante bebida comentó: "es guapa la chavala, ¿eh?.

El suceso, que evidentemente no tiene más trascendencia, trae una doble "moralina": de un lado, fuimos etiquetados como una especie de "salidos" por caer en el vicio de ser cotillas, y vete a explicar al mozo que nuestra curiosidad la provocaba el "Baylis" y no la chica; por otro, tengo la impresión de que el joven pecó de vanidad, pues ´parecía encantado de que se admiraba a la "beldad" que pensaba haberse ligado, sin que tuviera precisamente razones ciertas para ello.


10 comentarios:

paterfamilias dijo...

jajajajaja. Cualquiera le decía a ese tipo que la cara de sorpresa era por la bebida y no por la acompañante.

Modestino dijo...

Se hubiera llevado una desilusión.

Mariapi dijo...

Sigue existiendo el Sandor, con el mismo aire de exclusividad, y unas mesitas en la terraza muy apetecibles...pero hasta a mi me parece "para gente mayor"...Muy buena la anécdota, gracias, Modestino.

Modestino dijo...

Me tengo que poner a recordar mucho para calibrar mi impresión del Sandor alá por los años 1978, 79 y 80 en que estudiaba en la Central de Barcelona; me faltaba mundo por todos los lados, pero el sitio -ya dije que no entré nunca- me sonaba a lujos propios de las grandes capitales, a lugar exclusivo, a ambiente de Lamborghinis, pieles y gomina ...

Ahora es posible que esté ya caduco, que haya perdido esa exclusividad ... no se.

tomae dijo...

Creo que Baylis-Cola es una mala combinación, oí decir que gas con Baylis es un peligroso "digestivo".

Sin embargo Coca-cola con Martini (negro) no está mal Chispazo, le llaman...También sugiero el Sprite con Martini (Balnco).

Lo que si desapareció fue el "Pokins"(Hamburgesería en esa zona)

Modestino dijo...

Anoto esos combinados; recuerdo los "Pokins" pero no recuerdo haber entrado nunca en uno.

que dificil la vida sin ti dijo...

¡Ay Modsestino, mil gracias por evocar el Sandor!
Yo no era clienta, era una jovencita, pero servía de punto de encuentro, ¿te acuerdas?..."Quedamos en el Sandor"...¡Modestino, amigo mío, eres único despertando los recuerdos más bonitos: los lejanos y cotidianos.
Un millón de gracias y un abrazo
Asun

veronicia dijo...

Cosas de la vida... tan cerca las mesas y tan lejos las personas... más le hubiera valido a la beldad escuchar el comentario. Saber que su acompañante la tenía por mujer florero y en ese instante, tomar su destino, levantarse de la mesa y dejar al galán con la cuenta, el baylis y la coca-cola

Modestino dijo...

La cuenta me parece qué corría de su bolsillo de todas todas; evidentemente el tío era un chulin y le faltó al respeto a la chica, además de pasarse de listo ... y nosotros de curiosos.

Driver dijo...

De las pocas veces que he estado por Barcelona, recuerdo un pub que está en lo alto de la montaña, de un estilo muy cool (elegante)y con unas vistas a la ciudad impresionantes.

Si esperabas en la barra era fácil imaginarse a Steve Macqueen entrando al local con una cazadora de cuero, los ojos azules y una sutil sonrisa, y al camarero preguntarle:

"¿Lo de siempre?"

Y al actor, que mientras se quita el reloj de pulsera y lo guarda en su cazadora, responde:

"Sí, lo de siempre. Hoy no tengo prisa"
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