6 de octubre de 2009

Las cuentas pendientes de Polanski



El director de cine francés, aunque de origen polaco, Roman Polanski fue detenido la pasada semana en Suiza por causa de una vieja orden de busca y captura de la Justicia norteamericana motivada por una proceso que el cineasta tiene pendiente en ese país. En 1977, a los 43 años, Polanski se vio involucrado en un escándalo junto a Samantha Gailey, de 13 años de edad, según ésta Polanski le llevó a la casa que tiene Jack Nicholson en Mulholland Drive con la excusa de fotografiarla para la revista Vogue; Gailey declaró que Polanski le dio champán y metacualona, le tomó fotos en top-less y después le llevó a un jacuzzi, donde la violó a pesar de su expresa resistencia. Polanski fue acusado de violación a una menor tras el uso de drogas, perversión y sodomía a una menor, así como por administración de drogas a una menor de catorce años, cargos que fueron atenuados bajo los términos de su "plea bargain", una negociación en el sistema jurídico estadounidense entre el fiscal y el acusado por la que aquél accede a limitar sus acusaciones o las penas si el acusado se reconoce admite ciertos hechos, declarándose culpable del cargo de tener relaciones sexuales ilícitas con una menor.

El responsable de cintas tan brillantes como "Chinatown" o "El pianista" acabó burlando la condena impuesta al fijar su residencia en París y ampararse en su nacionalidad francesa. Creo recordar que ya evitó asistir a la entrega de los Oscar del 2002, donde recibió el máximo galardón por "El pianista", para evitar problemas con la policía yankee.

Más de 700 personalidades, 138 de ellas del mundo del cine, han firmado una petición internacional que reclama la liberación del cineasta franco-polaco; Woody Allen, Pedro Almodóvar, Martin Scorsese, David Lynch, Penélope Cruz, Joaquín Sabina y Guillermo del Toro, entre muchos otros, han aportado su firma en apoyo de Polanski. Es evidente que las cosas no pueden ser igual cuando han transcurrido más de 30 años y que el fenómeno del tiempo, que como bien decía Castán Tobeñas "todo lo muda", tiene su influencia en el Derecho, máxime si tenemos en cuenta que estamos ante un caso en el que la víctima, actualmente una madre de familia de 45 años, hace tiempo que ha expresado su deseo de que se retiren los cargos, pero no deja de sorprenderme el corporativismo con que han reaccionado sus amigos del cine.

Me llaman la atención los argumentos que se aportan en defensa del director de cine, pues entre otras cosas los firmantes afirman que “los festivales de cine del mundo entero han permitido siempre mostrar las obras y la libre circulación de los cineastas, (...) incluso cuando ciertos Estados querían oponerse”, obviando que Polanski no ha sido detenido por nada que tenga que ver con el Séptimo Arte, sino con unos hechos susceptibles de ser perseguidos en cualquier Estado; añadiendo, como supremo argumento, que Polanski es “un artista de renombre internacional que hoy día se ve amenazado de extradición y de privación de libertad", algo que desprende cierto tufillo elitista que puede llevar pensar que a un artista no se le pueden aplicar los mismos criterios jurídicos que al común de los mortales.

Creo que, junto a consideraciones de oportunidad y equidad que no pretendo negar, hay que tener en cuenta también que el excepcional cineasta lleva más de 30 años poniendo trabas a su detención y que el gobierno de Francia –donde reside– nunca hizo nada para llevarlo ante la Justicia cuando el delito aún estaba caliente.

Salta a la vista que no se mide a todos por el mismo rasero y si Polanski en vez de afamado director de cine fuera cura nadie saldría diciendo, como ha hecho Frederic Miterrand, Ministro de Justicia francés, que estamos ante “una historia antigua que ya no tiene sentido”. Si Polanski vistiera sotana no se diría que fue un error de juventud (tenía entonces 44 años) ni se hubiera acudido a su infancia difícil. Si la Iglesia hubiera escurrido el bulto como los franceses se habría interpretado como un signo de querer echar tierra sobre el escándalo; y si 138 obispos hubieran firmado una carta de apoyo al compañero acusado, aduciendo que es inconcebible que se pretenda juzgar a “un clérigo de renombre mundial”, la asonada en la opinión pública hubiera hecho historia.

Ni pido la ejecución de Polanski ni pretendo, de ningún modo, justificar a los clérigos acusados en su día de pederastia, simplemente intento reflejar como a veces las mismas situaciones se tratan de modo distinto según quien se vea afectado, y no creo que sea así por casualidad.


15 comentarios:

annemarie dijo...

Modestino,
de donde te viene la serenidad con que escribes (a veces :)) ?

Modestino dijo...

Ay, Annemarie, no me hagas reir que me duele el bigote (dicho en sentido figurado pues no uso ese apéndice capilar) ... gracias por decir que escribo con serenidad, porque no deja de ser raro a la vista de que tiendo a ser apasionado.

Quizá es que busco evitar polémicas ... y a lo mejor me excedo.

Anónimo dijo...

Modestino más que serenidad creo que tu entrada de hoy refleja rencor.

Por cierto, lo de Polanski ¿era pedofilia o efebofilía?

María dijo...

Puff... menudo tema Modestino... Creo que me faltan datos y conocimiento, pero te digo lo que pienso...

A ver... tiene una deuda con la justicia, que la pague, como todo hijo de vecino. A ver si ahora por ser uno una personalidad del cine tiene carta blanca para hacer determinadas cosas...

Me parece bien que la mujer (entonces niña) quiera olvidarse del asunto, pero no entiendo lo de que se retiren los cargos... si ya hubo un juicio, entiendo que (perdóname, Modestino, mi conocimiento de leyes es inferior a 0) no se pueden retirar los cargos, que lo que hay es que cumplir la sentencia que se haya impuesto...

Y nada... a todos los que firman a favor de que un pedófilo confeso no cumpla su pena, les diría que... si se tratase de sus hijas...seguro que 30 años después no se habrían olvidado del tema ni firmarían otra cosa que no fuera que se pudriera en una cárcel.

Sea un cura, un frutero, un director de cine o el mismísimo presidente del gobierno. !Qué asquito!

Alberto dijo...

Yo es que me niego a creer que alguien capaz de firmar una obra maestra como "El pianista" sea un pedófilo. No se puede tener al mismo tiempo tanta sensibilidad y tan poca, ser un maestro y un zopenco.

Modestino dijo...

Lo que dices Rocío está cargado, en mi opinión, de sentido común. Mi entrada no pretendía tanto entrar a valorar si procede o no proseguir la causa contra Polanski, sino la diferencia de criterio que, desde mi punto de vista, hay entre unos casos y otros.

Un análisis de la situación d euna persona que lleva más de 30 años eludiendo la Justicia nos puede llevara hablar d emuchas cosas que no he tratado: la eficacia de Justicia Internacional y de la Interpol, por ejemplo.

Los delitos prescriben, pero los plazos, las causas y las circunstancias pueden dar lugar a diferentes interpretaciones.

Modestino dijo...

Pues Alberto ... yo pienso que sí es posible; ni hay personas perfectas ni zopencos exclusivos.

No obstante, es evidente que sin juicio y sentencia hay que presumir la inocencia, aunque las crónicas dicen que Polanski admitió los hechos, o cuando menos parte de ellos.

María dijo...

Pero ¿prescribe el delito o la sentencia? ¿o ambos? Quiero decir... si ya se te ha juzgado... ¿también prescribe la sentencia que se te haya impuesto?

Modestino dijo...

Prescriben los delitos y prescriben las sentencias. Los plazos y la regulación varían en uno u otro caso.

Con Polanski ya hay sentencia, pues entiendo que su abogado llegó a un acuerdo con el Fiscal y se conformó con la pena después de rebajada.

Ignoro completamente los criterios de la legislación USA en la materia.

Modestino dijo...

Tengo que aclarar que al contestar a Alberto yo mismo me he contradicho con lo que he respondido a Rocío posteriormente: habiendo sentencia, no hay ya presunción de inocencia. Disculpa Alberto, pues me he hecho un lío y me he confundido.

lolo dijo...

Aunque el tiempo todo lo muda, qué aburrido me resultó Castán, Polanski pudo muy bien hacer un buen cine y cometer un delito punible, a un tiempo.

No creo que haya que perdonarle por firmar "El Pianista", sino acusarle por ampararse en su arte para rehuir la Justicia.


Y, Modestino, también a mí me admira tu serenidad. Suelo disfrutarla en silencio. Gracias.

Modestino dijo...

Gracias a tí, Lolo; no soy un tipo en exceso sereno, me parece... al menos siempre; aunque la verdad es que intento no ser rencoroso;).

Tintin dijo...

Polanski fue un guarro y un c.... por desahogar sus impulsos con una menor de 13 años. Ahora bien , la respuesta penal o su ejecución, por las circunstancias que sean, es tremendamente extemporánea y por tanto tiene algo de injusta. No obstante no dejaría a mis hijos en su casa un fin de semana.

sunsi dijo...

Churros con merinas. Eso es lo que creo que se confunde en este caso, Modestino. ¿Cómo ha podido Polanski estar tanto tiempo con semejante delito sin echarle el lazo y mandarlo para USA? Una niña de 13 años...¡Por Dios!

Jamás entendí por qué prescriben los delitos. Lo oigo a menudo. Pero yo, ciudadana de a pie, aplico la ley del sentido común. ¿O no es de sentido común?

Me ha parecido muy oportuna tu mención de los sacerdotes pederastas. ¿En USA no son todos iguales ante la ley?
Qué decepción me he llevado con Sabina...

Yo también creo que tu casa transmite mucha serenidad. Eres muy buena gente.

Saludos desde Tarraco

Modestino dijo...

Pienso que no tienes que decepcionarte con Sabina, más bien hay que ser consciente de lo que se puede esperar de él: desde mi punto de vista buena música, canciones con fuerza e imaginativas, algo de poesía y un discurso unívoco y con algo de carga demagogica.