1 de octubre de 2009

"Mediterráneo", Joan Manuel Serrat (1971)



Al plantearme traer a este capítulo alguna canción de Serrat el dilema es importante; me encanta toda su primera etapa cantada en catalán: "Paraules d'amor", "La tieta", "La guitarra", "Cançó de matinada", "Ara que tinc vint anys", "Els vells amants", "Les sabates", ..., a la vez que considero "Cantares" uno de los hitos más importantes de la música española de la época; considero también muy bueno su disco dedicado a Miguel Hernández ("Para la libertad", "Nanas de la cebolla", "Elegía", "Canción última", ...) y me gustan mucho un buen número de canciones ya míticas: "Como un gorrión", "Tu nombre me sabe a hierba", "Qué va a ser de tí", "Tío Alberto", "Hoy puede ser un gran día" y, muy especialmente, "Penélope".

No obstante, pienso que si en la dilatado currículum del cantante del Poble Sec hay un tema estrella, éste es "Mediterráneo", un tema que si bien la leyenda urbana dice que lo compuso durante su encierro en el emblemático Monasterio de Montserrat junto a un grupo de intelectuales y artistas, en señal de protesta por el proceso de Burgos y en contra de la pena de muerte, el propio Serrat asegura que la canción la compuso entre agosto y noviembre de 1970 a caballo entre el ya desaparecido Hotel Batlle de Calella de Palafrugell (Costa Brava), Fuenterrabía (País Vasco) y Cala d'Or en Mallorca.

"Mediterráneo" es una canción especial, distinta, única. Su ritmo, su letra, su estilo tiene mucho que ver con su título; es todo un homenaje al Mar Mediterráneo, a su clima, su olor y sus gentes. Y quienes hemos pasado media vida al amparo de su brisa, su ambiente, sus puestas de sol y su estilo de vida sentimos algo especial cuando la escuchamos. "Mediterráneo" fue un éxito clamoroso y estuvo en la lista de discos más vendidos durante meses, con bastantes semanas como número 1.

En 2004, la revista musical Rockdelux, con motivo de su 20 aniversario, publicó un número especial de 198 páginas con una lista de «los mejores 100 discos españoles del siglo XX» ,según los criterios de sus colaboradores; en dicho ranking "Mediterráneo" quedó clasificado en tercer lugar. En 2004 la canción fue elegida por votación popular como la mejor canción de la historia de la música popular en España, en un programa de Televisión Española. En 2006, la revista "Rolling Stone" publicó una nueva clasificación, elaborada por un total de 156 músicos de todas las épocas, en la que "Mediterráneo" volvía a conseguir el número uno, por delante de "Chica de ayer", de Nacha Pop; "Black is black", de Los Bravos; "La leyenda del tiempo", de Camarón y "Get on your knees", de los Canarios.




13 comentarios:

ana dijo...

A mí esta canción me emociona lo indecible, y ni he vivido cerca de ningún mar, ni el Mediterráneo es una imagen que yo pueda sentir cercana.

Y sin embargo ahí está esa canción, como un todo. Haciéndome respirar, sentir. Supongo que esa es la esencia de la belleza que transmiten muchas canciones, la belleza fugaz de las obras de arte. Que transmiten ese todo, que no son sólo un esbozo de la figura de la que hablan.

y también imagino lo que puede ser oirla si encima, ese mar Mediterráneo, habita las raíces de tu alma. Y pienso en Sunsi, la persona más mediterránea que conozco.

Gracias por elegirla.

Que tengas un buen día.

Modestino dijo...

Las primeras veces que la esuché tampoco vivía junto al Mediterráneo y ya me encantó: por supuesto que no tiene exclusividad alguna.

Sí, también he pensado en >Sunsi como prototipo de persona mediterránea.

Tommy dijo...

Creo que es una de las canciones más maravillosas que jamás se han escrito en cualquier lengua. ¿Qué le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo?

P.D.: Me pregunto si algún día serás capaz, echándole dos narices, de dedicarle un post al "Amor mediterráneo" de Bertín Osborne. Las comparaciones son odiosas, pero ya sabes que me encantan las salidas de tono.

Modestino dijo...

"Amor mediterráneo" sonaba sin parar en la radio del cuartel donde hacía la mili allá por la primera mitad del año 1981, junto a otras canciones del mismo corte más bien cursi y hortera como el "No me hables" de Juan Pardo o "Y voló" de los insufribles Pecos y otras de más nivel como "¡Oh qué será!" de Ana Belén o "Woman in love" de la Streissand.

Pero, querido Tommy, comparar el tema de Bertín con el de Serrat suena a delito grave, en tiempos pretéritos por menos condenaban a galeras.

sunsi dijo...

Modestinoooo...¡la mejor elección!Qué pena haber pasado tan tarde. Hay días que parece que uno se arrastre en lugar de vivir. Pero esta canción ... como estoy espesa no la sé definir. Vibro desde la punta del pelo hasta la punta del pie. "Qué le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo". A veces pienso qué tiene ser mediterráneo... tiene algo. Ni mejor ni peor...pero algo. Sentir con la brisa (no es poesía barata, de veras), resucitar cuando rozas la arena. También un talante... que se parece a sus olas.

Mediterráneo es única en su género. No hay otra como esta canción. La mar... como una mujer perfumadita de brea.

En Tarraco hemos estrenado autovía este verano. Y apenas pasan coches por la noche frente a la Larga. Por primera vez oigo el mar. Y me acuerdo de Mediterráneo.

Gracias, Modestino. No sé a los demás, pero para mí ha sido como un regalo.

Saludo como siempre desde Tarraco

María dijo...

La canción de Serrat es increíble... ¿Me dejas recomendarte una versión?

http://www.youtube.com/watch?v=n0973jrzk1k

Espero que te guste...

Modestino dijo...

Gracias, una versión magnífica.

Modestino dijo...

Además Carmen París es una aragonesa de pro :)

annemarie dijo...

Modestino, Sunsi,

el texto es un poco longo, pero como abreviar una cosa así? Creo que Camus, como Sunsi, escribe maravillosamente sobre el Mediterráneo. Yo no entiendo mucho de ese mar, porque soy profundamente del Atlántico. Es asombroso como los mares tienen personalidades tan vincadas, pero sí las tienen. Un abrazo.


El exilio de Helena

El Mediterráneo tiene un sentido trágico solar, que no es el mismo que el de las brumas. Ciertos atardeceres-- en el mar, al pie de las montañas--, cae la noche sobre la curva perfecta de una pequeña bahía y, desde las aguas silenciosas, sube entonces una plenitud angustiada. En esos lugares se puede comprender que si los griegos han tocado la desesperación ha sido siempre a través de la belleza y de lo que ésta tiene de opresivo. En esa dorada desdicha culmina la tragedia. Nuestra época, por el contrario, ha alimentado su desesperación en la fealdad y en las convulsiones. Y por esa razón, Europa sería innoble, si el dolor pudiera serlo alguna vez.

Nosotros hemos exiliado la belleza; los griegos tomaron las armas por ella. Primera diferencia, pero que viene de lejos. El pensamiento griego se ha resguardado siempre en la idea de límite. No ha llevado nada hasta el final --ni lo sagrado ni la razón--, porque no ha negado nada: ni lo sagrado, ni la razón. Lo ha repartido todo, equilibrando la sombra con la luz. Por el contrario, nuestra Europa, lanzada a la conquista de la totalidad, es hija de la desmesura. Niega la belleza, del mismo modo que niega todo lo que no exalta. Y, aunque de diferentes maneras, no exalta más que una sola cosa: el futuro imperio de la razón. En su locura, hace retroceder los límites eternos y, enseguida, oscuras Erinias se abaten sobre ella y la desgarran. Diosa de la mesura, no de la venganza, Némesis vigila. Todos cuantos traspasan el límite reciben su despiadado castigo.

La continuación, aquí:

http://santosnegron.tripod.com/lasoledadylosestudios/id27.html

Modestino dijo...

Gracias por tu magnífica aportación, Annemarie. La leeré detenidamente, continuación incluída.

Cada mar tiene su duende, su magia, su encanto. El Cantábrico es muy distinto al Mediterrráneo y quienes lo habitan o frecuentan no lo cambian por nada. Seguro que con el Atlántico pasa lo mismo.

El Mediterráneo es la paz, la calma, la ausencia de agresividad, precisamente el Cantábrico es lo contrario: la bravura, el riesgo, lo salvaje ... y en estas notas aparentemente contradictorias tiene cada uno su virtud.

Del Atlántico puedo hablar menos, aunque cuando veo las Rías Bajas quedo embelesado.

ana dijo...

Yo me quedo con la mar Océana, esa que así decía Colon: el Atlántico. La primera vez que lo ví se me quedó a fuego. Aunque si hay un mar en mi infancia, ese es el Cantábrico. Dr ahí mi comentario, aunque no soy mediterránea, esa canción tiene algo que es un todo... esa belleza fugaz que sólo algunas obras transmiten.

Modestino dijo...

No hay bellezas incompatibles. Por otra parte, considerar que lo tuyo es lo mejor no deja de ser condición de la persona agradecida y que ama lo propio; el problema es cuando piensas que es lo único, momento en que automáticamente te conviertes en provinciano.

mundosub dijo...

Gran canción que yo también elegí. Merecía la pena ponerla, es una obra maestra. Si te quieres pasar por mi blog:

http://notiiforget.blogspot.com

Serás bienvenid@

Un saludo!