Un viaje a Madrid me impidió ayer hablar del gran éxito de la selección, pero no puedo dejar de escribir sobre lo que hemos vivido los aficionados estás últimas semanas; he disfrutado como nunca lo había hecho con la selección y el triunfo consumado el pasado domingo casi hasta ha compensado las amarguras de un Zaragoza condenado al infierno de 2ª División.
¡Que bien ha jugado España!; he de reconocer que en los primeros compases de la Final el empuje teutón me hizo temer lo peor y comencé a insinuar ese futuro incierto que solemos pronosticar quienes tenemos tendencias cenizas a nuestros equipos más queridos. Pero pronto se vio que la selección española era la de todo el Campeonato y, tras otro momento difícil en el inicio de la segunda parte, le dimos un auténtico baño a Alemania, que acabó entregada, desquiciada y claudicante, algo que históricamente no se suele ver en el equipo germano.
Podríamos destacar a muchos jugadores, pero no puedo evitar darle mención especial a tres de ellos por el partido del domingo: Xavi, que dio una auténtica lección de inteligencia, saber estar y precisión, Iniesta, que demostró que en el fútbol moderno se puede triunfar sin necesidad de un porte de atleta y Fernando Torres, que el domingo, por fin, fue el enorme jugador que decían lo había sido en Inglaterra; y por su actuación global durante todo el torneo, otras tres matrículas: Iker Casillas, que no ha tenido un fallo en todo el campeonato, Senna, un ejemplo de que los fichajes más rentables no suelen ser los más sonados y Marchena, un jugador que nunca me ha gustado en exceso y que en Austria ha parecido Beckenbauer.
La Alemania actual está muy lejos de tantas épocas gloriosas de los germanos, desde Beckenbauer y Uwe Seeler hasta Matthaus y Jurgen Klinsman, pasando por Overtah, Uli Hoeness, Rumenigge, Schuster, Voeller, Sammer o Andreas Brehme. Hoy por hoy, tan solo Ballack, y de lejos, se acercaría a cualquiera de esos fenómenos.
Hace años que nos merecíamos ésto: han sido tantas frustraciones¡¡¡; ahora hay que soñar con seguir el rumbo, para lo cual conviene que a nadie le entren delirios de grandeza, que los jugadores no se duerman en los laureles y que los aficionados comprendamos que son humanos y no les quitemos todo ese crédito que ahora les damos a la primera derrota.
4 comentarios:
Gracias Felipe por tu nuevo blog que leo a diario desde hace unos días. Muchas gracias de parte de Covadonga-devoradora de novela negra- ya que ha descubierto mucha y buena información.
Sigue mojándote con las cosas,que cuando nos salpique mucho iremos contestando.Se de más de uno que te sigue fielmente y le gusta,aunque me ha dicho"es sobre todo fútbol, no?".
tú amigo y compañero desde La Rioja
No puedo evitar que haya mucgo fútbol, sobre todo porque se han acumulado el descenso del Zaragoza, el ascenso del Huesca y la triunfal Eurocopa. El jueves me voy de vacaciones, pero prometo ampliar horizontes al regreso.
Muchas gracias por tu blog.
Yo soy fanática de los thrillers escandinavos. Pero no estoy muy de acuerdo con lo que dices sobre los británicos, de los que soy más fanática :)) aún, si cabe (creo que no cabe...) - me encanta sobretodo la precisión de su raciocinio sobre los comportamientos, y la de su lenguaje, que nada tiene que ver, en mi opinión, con la de los americanos.
Conoces a "Miss Smila´s feeling for snow", de Peter Hoeg? Es fenomenal, y existe una película muy buena también, que aqui está todavía en la sección "oldies" de los videoclubes: estará ahí? Espero que si. :)) Un abrazo.
Muchas gracias por el dato, no conocía esa novela. La comparación con los escritores británicos era puro recurso de redacción. A mí me encantan también: así lo demuestro en artículo sobre Susan Hill de hace un par de semanas.
Publicar un comentario