26 de agosto de 2012

Muere el primer visitante de la Luna

Ayer, a la edad de 82 años, falleció en Columbus, Ohio, Neil Armstrong, el astronauta que el 21 de julio de 1969 se convirtió, como comandante del Apolo XI, en el primer hombre en pisar la Luna. Quienes ya vivíamos en aquella fecha recordamos perfectamente ese momento histórico, esa calurosa -en España- madrugada de verano en la que nuestros padres nos dejaron levantarnos a deshora para presenciar un hecho que nos parecía de ciencia ficción, y vimos a este hombre que ahora nos deja poner el pie en la Luna y realizar sobre la superficie del único satélite de la tierra una serie de "saltitos" que nos produjeron tanta gracia como sorpresa. En Televisión Española fue Jesús Hermida, corresponsal de la televisión pública -y entonces´también única- en USA, el encargado de retransmitir, con esa peculiar forma de contar las cosas el periodista nacido en Ayamonte (Huelva), el acontecimiento a toda la península. Me acuerdo perfectamente como el asunto se convirtió en tema único de conversación, y entre esa lista de recuerdos infantiles que no se sabe porqué conservas tengo en mi retina la figura de la señora que vendía helados en el puesto de enfrente de casa cómo nos contaba la forma en que había vivido el suceso. En mis pensamientos infantiles tenía claro que la figura de Neil Armstrong equivalía a la de los grandes avanzados de la historia, como Cristóbal Colón, David Livingstone o Thomas Alba Edison.

La carrera espacial tuvo una gran trascendencia en la década de los 60; las noticias sobre los adelantos de norteamericanos y rusos al respecto solían ser titulares de prensa, radio y televisión y los ciudadanos mirábamos con admiración a esos hombres que viajaban por el espacio en una cápsula que nos parecía claustrofóbica y al cabo de unos días caían sobre el Pacífico. Para mí eran míticos los nombres de Yuri Gagarin,el primer ser humano en viajar al espacio exterior, John Glenn, el primero el primero en orbitar sobre la Tierra o el de Valentina Tereshkova, la primera mujer astronauta, por mucho que no fuera testigo consciente de unas hazañas, pues se produjeron cuando yo aún tenía muy poca conciencia del mundo. Por el contrario recuerdo perfectamente las naves Soyuz y Apolo que, creo recordar, marcaban la disputa en una batalla que con la llegada de Armstrong a la Luna parecieron ganar los "yankees". Antes del Apolo XI, tengo conciencia de la importancia que se le dio al Apolo VIII, aunque hasta ahora no he comprobado la razón de ello que, según nos dice la "wiki", se debe a haber sido el primer viaje espacial tripulado que alcanzó una velocidad suficiente para escapar del campo gravitacional del planeta, el primero en escapar del campo gravitacional de otro cuerpo celeste y el primer viaje tripulado en regresar a la Tierra desde otro cuerpo celeste. Los pasajeros de la nave fueron Frank Borman, Jim Lovell y Bill Anders. Tras el éxito de la nave de Armstrong unas cuantas más siguieron depositando hombres en la luna, y así recuerdo los nombres de Charles Conrad, Alan Bean, Alan Sheppard, Edward Mitchell, David Scott, ... Y, por supuesto, también recuerdo el accidentado viaje del Apolo XIII, cuando la explosión de un tanque de oxígeno hizo fracasar la misión y estuvo a punto de costarle la vida a sus tres ocupantes: Jim Lovell, Fred Haise y John Swigert; todos estuvimos unos días en tensión y vivimos la euforia del final feliz. La aventura tuvo versión cinematográfica, bajo la dirección de Ron Howard y con reparto estelar: Tom Hanks, Ed Harris, Kevin Bacon, Gary Sinise, Bill Paxton y Kathleen Quinlan.

Los compañeros de Armstrong en el Apolo XI fueron Edwin Eugene Aldrin, el segundo hombre en pisar la Luna, personaje polémico y controvertido a quien se debe esta frase: “Si llegamos a la Luna no fue para estudiarla ni recoger muestras de su suelo, sino para aventajar a los rusos en la carrera espacial. Todo lo demás quedó en segundo plano...” y Michael Collins, quien se quedó en el módulo de mando mientras sus compañeros aterrizaban en la Luna, razón por la que se hablaba de Collins como el hombre más solitario del mundo. Neil Armstrong nunca fue un hombre amante de la notoriedad y el espectáculo, razón por la que no hizo nunca grandes alardes de una hazaña que le lanzaba a la historia. Algunos le crearon una injusta fama de personaje arisco e introvertido, cuando en la realidad se limitó a ser un hombre discreto y que supo estar en su sitio. Con los años parece que se ha tratado de minimizar la importancia de la misión que terminó con el hombre pisando la luna, me temo que por esa tendencia de algunos a pretender desmitificar todo logro humano, incluso hay quien pone en duda la verdad de lo ocurrido, una especie de leyenda urbana que no merece ni ser tenida en cuenta. Lo cierto es que en su día el hombre saltó una nueva barrera y fue capaz de realizar algo que en su día nos parecía un imposible y Neil Armstrong tuvo una intervención principal en esa carrera; ahora que ha fallecido su nombre queda siempre para la historia; descanse en paz.

11 comentarios:

dolega dijo...

Muere la cara de uno de los recuerdos más importantes de mi vida.
Nunca olvidaré ese dia en el que, con los ojos abiertos como platos, me imaginaba igual que él flotando por la luna, porque yo quería que flotara. :)
Saludos

Modestino dijo...

Aunque imagino que todo estaría absolutamente previsto y atado, el momento de pisar la luna lo viví como si pudiera pasar cualquier cosa.

Susana dijo...

Con los medios que tenían entonces resulta asombroso que pudieran conseguir esa hazaña, y que después no hayamos hecho mucho más, salvo recientemente mandar naves a Marte. Un beso.

Modestino dijo...

Tengo la impresión que el Gobierno USA perdió interés y, sobre todo, atención respecto a la carrera espacial: el conflicto de Irán, la guerra Irán/Irak, la guerra del golfo, las relaciones con la URSS hasta su fagocitacion, mil conflictos en África, Asia, ... les tuvieron muy entretenidos.

paterfamilias dijo...

En pocos días dos Armstrong han sido merecedores de una entrada tuya, aunque por motivos bien distintos.

Cuando pisó la luna yo tenía 1 año (no tengo ningún recuerdo de ese hecho), por lo que toda mi vida ha transcurrido con que el hombre ya había llegado a la luna. Es decir, para mi no hubo un antes y un después.

Sin tener ninguna similitud, me recuerda a los comentarios que gente como mi abuela hacían de la televisión, de lo sorprendente que era que emitiera imágenes. Yo, que siempre la había visto, ni me paré a pensar en eso. Pues algo parecido me pasa con la llegada del hombre a la luna

Modestino dijo...

Éran tiempos en los que pienso que eramos menos retorcidos, capaces de ilusionarnos con un hecho como ese, de no buscarle tres pies al gato. Ahora sólo reaccionamos con crispación, cuestionandolo todo, dudando de todo el mundo, ... en fin.

tomae dijo...

...lo que viste en televisión lo viste con un minuto (puede que más) de retraso (sobre el tiempo lunático real) uno de esos minutos era por el tiempo de retardo de la señal a la Tierra; otro ... por si pasaba cualquier cosa no prevista y de repente dieran paso ¿a la publicidad?

Modestino dijo...

Ese retardo "á precaución" debe de ocurrir en bastantes retransmisiones. De hecho hay veces que siguiendo un partido de fútbol por TV oigo los gritos que celebran el gol en el bar de abajo cuando we n mi pantalla aún no se ha terminado la jugada.

Anónimo dijo...

Oi que efectivamente habia mucho interes en U.S.A en alcanzar a los rusos en la carrera espacial,hasta el punto que se habia invertido hasta el 4%del pib en ello,algo que no se ha vuelto a repetir.
Personalmente me parece una verguenza que se haya gastado tanto dinero en algo que parece no tener aplicacion practica con las carencias que existen en el mundom,aunque suene a demagogia .

Modestino dijo...

Sí, la verdad es que algo a demagogia ya suena.

veronicia dijo...

Como ya han pasado unos días de ésta entrada ya puedo desbarrar un poco... en fin que yo soy de las que piensan que el alunizaje no tuvo lugar, que fué un montaje entre alguna agencia del gobierno USA y Hollywodd para aventajar a los rusos en una carrera que llevaban perdida...

Y respecto a la justificación en gasto para NASA; ésto es mi opinión pero lo bueno de la guerra fría fue que fue fría; ese gasto no era nada en comparación con las consecuencias que hubiera tenido un enfrentamiento militar entre USA y URRSS, si su rivalidad la llevaron a las olimpiadas o a la conquista del espacio al resto de la humanidad nos salió barato.