1 de agosto de 2012

En recuerdo de un actor longevo y de raza


El pasado 8 de julio falleció en Los Ángeles Ernest Borgnine; el veterano actor contaba 95 años y su muerte se debió a una insuficiencia renal. El actor procedía de una familia humilde, sus padres eran inmigrantes italianos y su infancia no fue cómoda. A Borgnine no le fue fácil llegar a donde llegó, pues tras divorciarse sus padres se fue con su madre a Italia y luego hubo de alistarse en 1935 en la marina de los Estados Unidos y, aunque se desvinculó de ella, volvió en 1941 para servir al país en la Segunda Guerra Mundial hasta 1945. Su madre le sugirió al final de la guerra que se dedicara a la interpretación, pues le veía deambular sin oficio ni beneficio y pensaba que su fuerte personalidad le facilitaría las cosas en el mundo el escenario, por ello entró en la Randall School de Drama de Hartford, Connecticut, y después de graduarse fue contratado por el Barter Theatre de Abingdon, Virginia; en 1949, debutó en Broadway en el papel de enfermero en la obra Harvey.

Mi primer recuerdo de este actor, nacido en Hamden, Connecticut, se remonta a "La aventura del Poseidón", una de las primeras películas del tiempo en que se puso de moda el cine de "catástrofes" y en la que hacía el papel de veterano policía que había contraído matrimonio con una ex-prostituta, Stella Stevens. En ese momento, corría el año 1973, Borgnine ya había hecho mucho cine e intervenido en películas de mucha más trascendencia. En concreto se hizo con el Oscar al mejor actor por su papel en "Marty", un drama dirigido por Delbert Mann en el que hace un papel muy alejado al de duro que tantas veces le toco ejercer, pues encarnaba a un tímido y acomplejado carnicero que vive enclaustrado con su posesiva madre. El mérito del actor fallecido al ganar este Oscar es indudable, pues tenía como rivales a cuatro auténticos mitos del celuloide: Spencer Tracy, James Cagney, James Dean y Frank Sinatra. El Oscar vitalizó la carrera del actor, demostrando éste su capacidad de hacer papeles de todo tipo y entrando en el selecto elenco de los elegidos.

Cuando Ernest Borgnine, consiguió su estatuilla ya había intervenido en cuatro de las mejores películas de la década de los 50: "De aquí a la eternidad" (1953), de Fred Zinnemann, "Johnny Guitar" (1954), de Nicholas Ray, "Veracruz" (1954), de Robert Aldrich y "Conspiración de silencio" (1955), de John Sturges, aunque en ninguna de ellas pasara de actor secundario. El Oscar por "Marty" es un auténtico trampolín y Borgnine desarrolla entre 1959 y 1969 una auténtica "década prodigiosa", convertido en secundario de lujo y brillando en películas como "Los vikingos" (1958), una magnífica superproducciónn dirigida por Richard Fleischer y en la que comparte un reparto de lujo con Kirk Douglas, Janet Leigh y Tony Curtis, "Barrabás" (1962), otra película den lujo del mismo director, esta vez junto a Antonhy Quinn, Silvana Mangano, Vittorio Gassman y Jack Palance, "El vuelo del Fénix" (1965), pura acción de guerra bajo las órdenes de Robert aldrich y con James Stewart, Richard Attenborough, Peter Finch y Hardy Krüger, "Doce del pátíbulo" (1967), todo un clásico del género en la que también con Robert Aldrich realizño un papel menos lucido -no era uno de los "patibularios"- junto a Lee Marvin, Charles Bronson, Robert Ryan, John Cassavettes, Donald Shutterland, Telly Savalas, George Kénnedy, ..., "Estación Polar Cebra" (1968), dirigida por John Sturges en la que pasa de la gúerra de ehcho a la guerra fría y actúa junto a Rock Hudson y Patrick McGoohan y "Grupo salvaje" (1969), uno de los films más significativos de Sam Peckinpah donde se encuentra con otras dos glorias de Hollywood: William Holden y Robert Ryan. Son once años en los que el actor de origen italiano se encuentra con los mejores directores de la época y trabaja con un elenco de primerísimas figuras, una categoría a la que sin duda merece ser incorporado.

El actor también emprendió la aventura de la televisión, donde su mayor éxito lo obtuvo con "Barco a la vista", una comedia que narra las aventuras y desventuras de un equipo de inadaptados, miembros de la US Navy, durante la Segunda Guerra Mundial y que estuvo en las pantallas de 1962 a 1966 y "Sin novedad en el frente", una serie bélica sobre la 2ª Guerra Mundial que dirigió Delbert Mann con un buen reparto en el que acompañaban a Borgnine Donald Pleasence, Ian Holm y Patricia Neal. También para televisión intervino en "Los rastreadores" (1971), de Earl Bellamy y junto a Sammy Davis jr., en una excelente versión de "Los últimos días de Pompeya" (1984), dirigida por Peter R. Hunt, con presencia del mismísimo Lawrence Olivier y que fue programada con éxito en TVE, y unas cuantas aventuras de "Dirty dozen" de poca entidad que no añadieron nada a la gloria de la película original.

No obstante, la carrera profesional de Ernest Borgnine siempre tuvo al cine como protagonista, y por mucho que a partir de los años 70 intervino en películas de menos nivel que las que había hecho hasta entonces, siempre tuvo un excelente cartel entre los directores. Así fue el detective Romo en "La aventura del Poseidón" (1972), el centurión que habla con Jesucristo en "Jesús de Nazaret" (1981) y el taxista de "1997: rescate en Nueva York" (1981), sin olvidar otro trabajo con Aldrich en "El emperador del norte" (1973), en la que vuelve a encontrarse con Lee Marvin, su papel en la versión de Richard Fleisser de la gran obra de Mark Twain "El príncipe y el mendigo" (1977), con Oliver Reed, Charlton Heston, Rex Harrison y Mark Lester, otro trabajo con Sam Peckinpah en "Convoy" (1978), junto a Kris Kristofferson y Ali MacGraw, un film bastante más amable que los habituales del director de Fresno (California), "EL día del fin del mundo" (1980), una muestra del cine de catástrofes propio de esos años que dirigió James Goldstone, quien como suele ser habitual contó con reparto de superlujo: Paul Newman, Jacqueline Bisset, William Holden, Red Buttons, Burgess Meredith y el propio Borgnine, "Gente de Sunset Bulevard" (1992), una comedia de Barry Primus, junto a Robert de Niro, Eli Wallach, Martin Landau y Christopher Walken en la que se interpreta a sí mismo. A partir de entonces sus papeles son ya poco significativos, a la vista de que la edad no perdonaba, aunque cabe destacar su intervención en una película tan significativa como "Gattaca" (1997), el film futurista de Andrew Niccol que protagonizan Etan Hawke, Uma Thurman y Jude Law en la que Ernest encarna a "Caesar", el jefe de los bedeles y la que fue, si no me equivoco, su última aparición: "Red" (2010), un exitoso film de espías dirigido por Robert Schwentke, mitad comedia, mitad aventura, con una atractiva cabeza de cartel: Bruce Willis, John Malkovich, Morgan Freeman, Maria Louise parker y Helen Mirren y en la que Ernest Borgnine encarna a Henry, el guardian de registros.

La vida sentimental del longevo actor fue sin duda tempestuosa, no hay más que comprobar que se casó cinco veces y la opinión que le merecían algunas de sus experiencias matrimoniales; así en el obituario de El País se nos dice que a su segunda esposa, la actriz Kathy Jurado, la calificaba como "bellísima, pero una tigresa", mientras que de la tercera, la diva de Broadway Ethel Merman, nos cuenta que “Solo duramos 32 días, porque a ella le carcomieron los celos en la luna de miel ya que yo tenía más fans que ella. Volvimos a casa y se acabó”. Con el nuevo siglo Bornine no se jubiló: fue candidato a un Globo de Oro por el telefilme "Un abuelo por Navidad" y a un tercer Emmy por una aparición en "Urgencias" (2009); también escribió su autobiografía, "Ernie", que le empujó a recorrer USA en su promoción, sin olvidar la citada intervención en un taquillazo, "Red". Era masón, mujeriego, bravucón , gran vividor aunque de férrea moral... Aseguran que se le vio fumando con 92 años en Chicago, donde presentaba su libro. Gregorio Belinchón, que fiorma el obituario citado, concluye diciendo: "Inmenso, en el rostro de Borgnine no había huella de cansancio, solo de su edad".

3 comentarios:

Tommy dijo...

JOHNNY: No he venido a buscar problemas, señor Lonergan.
LONERGAN: Llámame Bart. Los amigos me llaman Bart.
JOHNNY: Como usted quiera, señor Lonergan.

Este mítico diálogo de "Johnny Guitar" -según algunos, uno de los westerns mejor dialogados de la historia- da una idea del tipo de papeles que hacía al principio de su carrera Ernest Borgnine, que en esta peli era el tal Lonergan. Y siguiendo con broncas, cómo olvidar sus peleas con Montgomery Clift en "De aquí a la eternidad" o con Spencer Tracy (que hacía de manco y encima le ganaba) en "Conspiración de silencio". Por cierto, Tracy era candidato al Oscar por esta peli el mismo año que lo fue Borgnine por "Marty".

Pude verle en persona en el Festival de San Sebastián de 1999 presentando una película algo olvidable ("Abilene" se llamaba) que él llenaba con su presencia. En vivo era tremendamente simpático.

Modestino dijo...

Recuerdo perfectamente las peleas de "De aquí a la eternidad", en la que Burt Lancaster, antes de retozar con Deborah Kerr, le para los pies y, sobre todo, en "Conspiración de silencio", en la que Tracy saca una fuerza que parece poco creíble, porque menudo viaje le mete a Borgnine.

Modestino dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=A2o3QWwwQLI